Muchos estabais esperando una buena rebaja en las nuevas MASTER series de Sony y no es para menos. Ayer pudimos ver las primeras impresiones de la impresionante A90J MASTER Series y el otro día os subimos nuestro análisis completo de la A80J, la hermana menor de las nuevas líneas de Smart TV de Sony. Y en dos palabras: son IMPRESIONANTES. Y como decíamos, ahora tenéis la oportunidad de llevárosla a un precio muy reducido en MediaMarkt, con su campaña del 15% de descuento, quedándose en 3059 euros y 2209 euros en 55 y 65 pulgadas respectivamente. Podéis comprarlas pulsando aquí.
Una de las mejores Smart TV del año
Como bien sabéis, las A80J y A90J montan un panel OLED de última generación (2021), aunque el panel en si y su estructura no ha cambiado un ápice desde 2019; dicha tecnología es conocida por todos por su capacidad de encender o apagar los píxeles a nivel indiviual para que, cuando haya una escena oscura o con mucho negro, sea capaz de apagarse por completo, entregando un negro puro. El negro es el parámetro más importante de la imagen, ya que se usa para medir el contraste: el punto más brillante entre el más oscuro, por tanto…si el negro es 0, cualquier valor que dividamos entre éste nos dará infinito: contraste infinito. Y si, el HDR más que de nits y brillo, tiene más relación con el contraste.
Entonces, si tenemos un contraste infinito la imagen es perfecta, ¿no? no, ya que hay otros parámetros igualmente importantes, por ejemplo: los tan cacareados nits. Los nits en un valor de medición de la luz, cuanto más alto sea más brillante (o capacidad de entrega de luz) podrá emitir un panel y es aquí donde los OLED aún flaquean con respecto a las LED más modernas, quedándose entorno a los 600-700 nits, mientras que un panel LED puede llegar a los 1500-1600. Aún así, en nuestra opinión, es más impactante incluso en HDR ver un televisor OLED como este con un nivel de negro perfecto y menos brillo que al revés, como ocurre con otros modelos LED.
Otros parámetros igualmente importantes en los televisor -y más en los OLED- es su capacidad de entregarnos un buen detalle en sombra, ya que la tecnología OLED tiene sus particularidades. En el extremo del nivel de negro, los píxeles tienen que pasar de un estado de apagado (0) a encendido (1), haciendo que esa transición sea muy brusca, incluso para el menor estímulo posible de luz. Este es justo uno de los puntos clave este año con las nuevas Sony A80J y A90J: su enfermizo detalle en sombra en fuentes HDR, nunca habíamos visto nada igual, probablemente sea cosa del nuevo procesador XR Cognitive, del cual os hablaremos más adelante. La A80J entrega un detalle perfecto sin aplastar ningún detalle donde no deba y viendo más detalle en sombra que sus competidores…y siguiendo la curva PQ EOTF estrictamente -lo podéis ver vosotros mismos más abajo-.
Por otro lado, tenemos el extremo brillante, donde ya hemos comentado que las OLED pueden flaquear, aunque tienen otra particularidad: dado que su estructura de píxeles está hecha completamente de puntos blancos con un filtro RGB para generar el color, solo pueden emitir una luz con color rica hasta los 350 nits, siendo a partir de ahí hasta su tope (600-700) solo blanco puro, lavando algo los colores en las altas luces respecto a otras soluciones. Sony prometía este año que eso no iba a ocurrir, dado que iba a aumentar igualmente el brillo de los subpíxeles RGB (además del blanco), pero no hemos encontrado ninguna diferencia al respecto con otros modelos.
En cuanto al pico de nits en HDR, la Sony A90J es de las Smart TV más luminosas con mucha diferencia, siendo un total espectáculo ver contenido HDR o Dolby Vision en ellas. La imagen se «sale» de la pantalla, creando un efecto 3D único con un «punch» inigualable. Lo cierto es que el XR Cognitive este año marca la diferencia.
Gaming: un paso en la dirección correcta
Para acabar, aunque no somos muy de juegos, queríamos dedicarle un apartado al Gaming. Este año, en este campo nos encontramos con una pequeña mejora: el input lag de este televisor fue de entre 16.4 y 18.4 ms tanto en 4K como en 1080p, lo cual está fenomenalmente bien, incluso podemos activar el Gradación Suave sin apenas subir el input lag. Es más, podemos activar también el modo BFI al mínimo para mejorar el movimiento subiendo el input lag a tan solo 26 ms, una cifra que sigue estando realmente bien.
Respecto a las novedades, este año la A90J y A80J tiene varias de ellas. La más obvia la inclusión de dos puertos HDMI 2.1 completos (48 Gbps) con soporte para 4K a 120 Hz (sin el bug del blur). Además, Sony tiene anunciada ya de forma oficial también el soporte para VRR en una futura actualización a finales de año. Además de ello, la A80J es plenamente compatible con eARC, ALLM y 4K@120 a croma completo (444) a 10 bits, lo cual hará las delicias de los jugadores. ¿Lo malo? que el chipset no es capaz de hacer funcionar los juegos a 4K a 120 Hz con Dolby Vision, solo con HDR, así que tendremos que decidir si queremos jugar a Dolby Vision a 60 Hz o a HDR10 a 120, algo que no es muy preocupante viendo el excelente tone-mapping del HDR que tiene este televisor.
Conclusiones
Nos encontramos ante uno de los mejores televisores del año, sin ninguna duda, que mejora lo que ya era una muy buena base como la A8 del año anterior. ¿Mejoras? bastantes, empezando por un nuevo procesador XR que quita el hipo, una mejora notable en el tratamiento de la compresión y posterización y, como siempre, un excelente escalado (mejorado este año incluso) y movimiento. Por otra parte, en cuanto a conectividad, los dos puertos HDMI 2.1 completos son un avance enorme con respecto al modelo de 2020.
En cuanto a calidad de imagen poco podemos decir que no digan ya los vídeos y fotos que hemos puesto aquí, intentando emular lo que veíamos en directo. La imagen en HDR y Dolby Vision es fantástica, rica y saturada pero siempre dentro de la naturalidad de Sony. Al ser un OLED, el efecto tridimensional es enorme, con una ausencia total y completa de blooming, floración y otros problemas típicos de los paneles LCD. Este año se le añade un mejor tone-mapping, menor ABL en HDR y una nueva opción para dar más brillo a los tonos medios para quien prefiera salirse de la norma. Y por supuesto, una mejor implementación de Dolby Vision, con el perfil TV-LED basado en hardware.
En cuanto procesamiento de la imagen también podríamos concluir que el XR sigue reinando sobre el resto de chips de imagen, ofreciendo un escalado exquisito y un movimiento líder del mercado. En el campo del HDR, la combinación entre tone mapping y clipping y el píxel autoemisivo de las OLED junto a las nuevas opciones, consiguen que el contenido HDR luzca espectacular. Y más si tenemos en cuenta que podemos calibrar el televisor con Calman AutoCAL, ya que es plenamente compatible con éste.
En definitiva, nos encontramos con una TV que recomendamos encarecidamente a aquellos usuarios cuyo uso primordial sea el cine, aunque también es un excelente modelo para juegos y este año ya en igualidad de condiciones que sus competidores al incluir puertos HDMI 2.1 (aunque solo dos, por desgracia) aunque también puede usarse sin problemas para contenido de baja calidad y streaming, ya que es el televisor que mejor chip de imagen tiene del mercado. En resumen: este televisor es PURO CINE.
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