Si ahora mismo estás dudando entre comprar los AirPods 4 con cancelación activa de ruido por 199 euros o los nuevos AirPods Pro 3 por 249 euros, te lo digo desde ya: ni lo dudes, ve a por los Pro. La diferencia es tan grande en prestaciones que esos 50 euros se amortizan solos. Y ojo, que esto lo digo después de haber probado los Pro 3 a fondo gracias a un colega que se los pilló en cuanto salieron.
Y es que sí, los AirPods 4 salieron el año pasado, y son unos auriculares muy decentes, sobre todo si no necesitas lo último de lo último. Pero es que los AirPods Pro 3 juegan en otra liga. Tienen un mejor sonido, mejor ANC, más batería, más sensores, más funciones… más de todo. El único escenario donde me lo pensaría dos veces es si pillas los AirPods 4 con una oferta salvaje, rollo 150 euros o menos. Ahí ya depende de tu presupuesto, claro.
Pero si los dos están a precio oficial, o con una diferencia de 50 euros como ahora, lo tengo clarísimo: vete a por los Pro 3 y no mires atrás. No es solo que sean mejores, es que te aseguran una experiencia de audio y comodidad muy por encima. Vamos, que si vas a gastar dinero en unos auriculares de Apple, que sea en algo que se note de verdad. Y aquí se nota. Mucho.
¿Qué diferencias hay entre los AirPods 4 y los AirPods Pro 3?
Aunque por fuera puedan parecerse bastante, las diferencias entre ambos modelos son enormes, sobre todo en experiencia de uso y funcionalidades. Empezando por el diseño, los AirPods 4 siguen siendo del tipo “duro”, sin almohadillas, mientras que los AirPods Pro 3 llevan las típicas almohadillas de silicona que se ajustan al oído y aíslan muchísimo mejor del exterior. Esto, solo esto, ya cambia por completo cómo escuchas música, podcasts o haces llamadas.
En cuanto al sonido, aquí sí que no hay color. Los AirPods Pro 3 no solo aíslan mejor: tienen mejor calidad de audio, mejores graves, más detalle, y encima vienen con funciones exclusivas como la detección de conversación, la reducción automática de sonidos fuertes o la amplificación de voces en ambientes ruidosos. Todo esto se traduce en una experiencia que roza lo profesional. Y no exagero.
¿La batería? Otro punto para los Pro 3. Hasta 8 horas con ANC, por las 4 horitas peladas de los AirPods 4. Y el estuche también da más autonomía, más protección (IP57 en los Pro frente al IP54 de los 4), y encima viene con chip U2 para localización y carga MagSafe. Por si fuera poco, los Pro 3 incluyen un sensor de frecuencia cardiaca, ideal si haces deporte o simplemente quieres tener ese dato sin llevar siempre el Apple Watch.
¿Para quién son los AirPods 4… y para quién los Pro 3?
Los AirPods 4 con ANC están pensados para ese usuario que quiere entrar en el ecosistema Apple, tener unos auriculares cómodos, pequeños y con buena calidad… pero sin volverse loco en prestaciones ni precio. Para escuchar música en el metro o ver una serie en el iPad, cumplen perfectamente. Y si no te gusta que los auriculares “se metan” en el oído, igual hasta prefieres su diseño más abierto.
Pero si lo que quieres es un salto real en sonido, batería, cancelación de ruido y funciones extra, los AirPods Pro 3 están hechos para ti. Son ideales si usas mucho los auriculares para trabajar, entrenar, viajar o simplemente disfrutar más de tu música. Además, si eres de los que valora tener lo último y lo mejor que ofrece Apple, estos son los auriculares a batir. No hay competencia real dentro de la gama.
Mi conclusión: por 50 euros, ni me lo pensaba
De verdad, no me enrollo más: por una diferencia de 50 euros, la recomendación es clara. Si no pillas una súper oferta de los AirPods 4, vete directamente a por los AirPods Pro 3. Y si no puedes permitirte los 249 euros ahora, espera a que bajen un poco, porque lo harán. Pero no te gastes 199 en algo que se queda corto teniendo tan cerca lo que para muchos son los mejores auriculares de Apple hasta la fecha.
Y si todavía no lo tienes claro, hazte una pregunta muy simple: ¿cuánto tiempo vas a usarlos al día? Porque si vas a usarlos a diario, varias horas, para trabajar, llamadas, música o entrenos… esos 50 euros no son un gasto, son una inversión. Y de las que se notan desde el primer minuto.