Cada vez que alguien me promete música en 3D, me echo a temblar. Porque la idea suena bien —que si Dolby Atmos, que si auriculares especiales, que si mezclas espaciales— pero luego lo pruebas y… puff. Álbumes sueltos, catálogos más vacíos que la nevera a final de mes, y lo peor: en cuanto sales del Wi-Fi, la calidad se cae por un barranco. Vamos, que más que inmersión, parece que te están cobrando por un espejismo.
Pero ahora ha salido AuroMasters, y la cosa pinta diferente. Lo firma Goer Dynamics, que ya tiene historia con esto del audio 3D, y su planteamiento me ha hecho levantar la ceja (para bien). No es una app más con dos discos con Atmos y el resto en estéreo. Aquí todo el catálogo se ha pensado para que suene inmersivo desde el minuto uno, mezclado y remasterizado en AURO-3D por ingenieros y artistas con premios Grammy. Y lo más interesante: usan un códec nuevo, el AURO-CX, que se adapta a tu conexión sin cargarse la calidad.
Y sí, yo aún no lo he podido probar, pero he leído bastante, he visto sus vídeos y presentaciones, y la sensación que me deja es que por fin alguien se ha tomado en serio eso de traer “la música 3D de verdad” al móvil, al salón… o a tus auriculares de siempre. Porque esto no es una moda más: esto suena (literalmente) a revolución.
AuroMasters en cristiano: qué es, cómo suena y por qué puede cambiar el juego
¿Qué es AuroMasters? Es una plataforma de streaming dedicada por completo a música inmersiva en AURO-3D. Nada de mezclar estéreo con Atmos y cosas sueltas en 360 Reality Audio. Aquí todo está hecho desde cero para sonar en 3D. Y la clave técnica es el AURO-CX, un códec adaptativo de nueva generación que mantiene siempre el máster original y se adapta a tu red, incluso si vas en el metro o tienes poca cobertura.
¿Cómo suena esto? Pues según quienes ya lo han probado, muy bien. AURO-3D lo que hace es añadir una capa de altura real, creando una escena sonora tridimensional coherente y envolvente, sin forzar ni cansar. Y lo mejor es que lo hace sin cortes ni cambios bruscos cuando la red flaquea: si baja la conexión, baja el bitrate, pero no cambia el máster ni te mete un MP3 cutre como otras apps. Y eso, créeme, es clave para que la experiencia inmersiva se mantenga intacta.
Otro punto a favor: el modelo de uso. AuroMasters no va por suscripción mensual, sino por créditos. Tú entras, escuchas muestras gratis, y si te mola, pagas por el álbum o por las canciones. ¿Y lo mejor? Cuanto más escuchas, más barato te sale. Por ejemplo, un álbum puede empezar costando 1,99 euros, pero si lo repites varias veces, puede bajar hasta 0,50 euros. Lo mismo con canciones sueltas: de 0,19 euros pueden caer a 0,02. Y el artista cobra entre 10 y 50 veces más que en otras plataformas. Así sí.
En cuanto a compatibilidad, otro aplauso. No necesitas un sistema Hi-Fi de la NASA. Puedes escucharlo desde el móvil con tus auriculares normales, o tirar de Android TV o set-top boxes si tienes equipo en casa. Incluso receptores con AURO-3D o sistemas Atmos funcionan. La app ya está en iOS, Android y Android TV, y de momento funciona en Europa, Reino Unido, USA y Japón. No hay excusas para no probarlo.
Y atención a esto: su creador es Wilfried Van Baelen, el mismo que inventó AURO-3D. El tipo tiene claro su objetivo: llevar música inmersiva con calidad de estudio a todo el mundo, y lo está haciendo con una plataforma nueva y un modelo de negocio distinto, que premia tanto al artista como al oyente. Casi nada.
¿Y los “peros”? También los hay… pero no matan la propuesta
Lógicamente, no todo es perfecto. El catálogo aún es pequeño. Dicen que quieren llegar a 10.000 álbumes en Auro-3D para 2027, pero de momento hay lo que hay. Si estás acostumbrado a tener “todo el mundo musical” en Spotify, aquí vas a notar que faltan nombres. También es verdad que la plataforma apuesta por curación, no por cantidad. Cada álbum está trabajado, remasterizado y cuidado, no metido a lo loco. Y eso, según cómo escuches tú la música, puede ser una ventaja o un freno.
Otro punto que puede chocar a algunos es el modelo de pago. Ya lo hemos dicho: no hay suscripción. Aquí eliges lo que escuchas y lo pagas, como en una jukebox moderna. Y eso, para quien se pasa el día zappeando entre playlists, puede costar al principio. Pero también te digo: si eres de los que se sientan con calma a escuchar un álbum entero, esta app te lo recompensa. Literalmente.
Lo que más me ha flipado de todo esto es cómo han traído ideas que ya usamos en vídeo (como el bitrate adaptativo) al mundo de la música, sin comprometer calidad. Porque no hay “versión baja”: siempre es el mismo máster, solo cambia cómo se entrega. Si esto funciona bien, el resto de plataformas deberían ponerse las pilas.
También me encanta que no te obligue a renovar tu equipo. Funciona con cascos normales, móviles de toda la vida y sistemas domésticos que ya tienes. No te encierran en un ecosistema y eso, en estos tiempos, es de agradecer.
Y por supuesto, el modelo: volver a escuchar discos, no solo canciones sueltas. Pagar menos cuanto más los repites. Y encima, que el artista gane más. Win-win total.
Eso sí, para que esto despegue del todo, tienen que:
- Sacar más álbumes de verdad, con lanzamientos potentes, remasterizaciones, directos, clásicos…
- Explicar mejor qué equipos dan la mejor experiencia (una guía rápida por marcas, cascos, barras de sonido, etc.).
- Aliarse con sellos o tiendas que empujen esta forma de escuchar con extras físicos o digitales.
En definitiva, AuroMasters no es otro servicio de streaming más. Es una propuesta valiente, distinta, y sobre todo muy pensada para quien realmente disfruta escuchando música con atención. No es perfecta, pero es necesaria. Y si consiguen hacer crecer el catálogo y comunicarlo bien, podría cambiar las reglas del juego.
Si eres de los que aún se ponen los cascos para cerrar los ojos y dejarse llevar por un disco entero, dale una oportunidad. Porque sí, esto suena a revolución. Literalmente.