Mira, no es por desconfiar, pero cuando una marca como Beats (es decir, Apple con otra gorra) lanza unos nuevos auriculares deportivos y lo más llamativo es el color… pues algo chirría. Los Powerbeats Fit ya son oficiales en España por 229,95 euros, y vienen a ocupar el hueco que dejaron los Beats Fit Pro, que funcionaban bien pero tampoco eran revolucionarios. ¿Qué han cambiado? Un par de cosas. ¿Qué han dejado igual? Demasiadas, y alguna de ellas huele a reciclaje de catálogo.
A nivel estético, mantienen ese rollo deportivo con el típico gancho que se mete detrás de la oreja para que no se te caigan mientras corres o haces burpees. Bien. Y como es lógico, son resistentes al sudor y a salpicaduras (IPX4), aunque aquí ya empezamos a torcer el morro: ¿no podían haber subido un poco esa protección en pleno 2025? Con lo que han subido los precios, cuesta entender que sigan con el mismo nivel de resistencia que hace tres años.
Pero lo que más me sorprende es que, a pesar de costar casi 230 euros, estos nuevos Powerbeats Fit siguen llevando el chip H1 de Apple, en lugar del más moderno H2 que montan los AirPods Pro 2 y los Powerbeats Pro 2 o el nuevo H3. Esto significa que siguen sin ofrecer audio adaptativo, ni mejoras en cancelación de ruido, ni nada que huela a 2025. Vamos, que han cambiado el nombre, los han hecho un poco más bonitos, pero por dentro siguen siendo casi los mismos.
Lo bueno, lo justo, y lo que falta: los Powerbeats Fit tienen cosas chulas… pero también carencias
Tampoco vamos a echárselo todo en cara, ojo. Aunque no los hemos podido probar aún, sobre el papel pintan bien en sonido. Beats habla de una nueva plataforma acústica y drivers hechos a medida, así que la promesa es la de siempre: graves potentes, sonido equilibrado y buena pegada. Viendo lo que han ofrecido en los últimos modelos, todo apunta a que van a cumplir… pero hasta que no los escuchemos, lo dejamos con pinzas.
También mantienen la cancelación activa de ruido (ANC) y el modo transparencia, que son ya básicos incluso en auriculares de gama media. Además, si tienes un iPhone, la experiencia es muy fluida: se conectan solos, cambian de dispositivo sin que toques nada, puedes invocar a Siri con la voz… todo eso funciona genial.
Y si hablamos de batería, aquí sí mejoran un pelín respecto a los Fit Pro: tienes unas 30 horas en total (7 con los auris y el resto en el estuche). Para correr, entrenar y usar durante el día, más que suficiente. Además, la carga rápida Fast Fuel sigue siendo muy útil: con solo 5 minutos enchufados, tienes una hora de reproducción, ideal para esos momentos en los que se te ha olvidado cargarlos y estás saliendo por la puerta.
Pero claro… todo esto ya lo ofrecían los anteriores Beats Fit Pro por menos dinero, y encima con el mismo chip. Y si te vas un poco más arriba en precio, por 299,95 euros están los Powerbeats Pro 2, que montan el chip H2, traen sensores más avanzados, mejor ANC, y por fin integran cosas como el seguimiento del ritmo cardíaco, que para quien entrena en serio, marca la diferencia. Ahí es donde los Powerbeats Fit se quedan cojos: son bonitos, sí… pero ya hay opciones más completas en la misma casa.
Otro detalle que no cambia: las almohadillas solo llegan hasta tamaño grande, nada de XL. Para la mayoría puede ser suficiente, pero si tienes el canal auditivo más ancho o simplemente te gusta que el auricular quede ultra sellado, igual se te hacen algo pequeños. Menos mal que el gancho ayuda a mantenerlos en su sitio, porque si no…
Entonces, ¿merecen la pena estos Powerbeats Fit? Pues depende de lo que busques. Si lo tuyo es hacer deporte con música potente y sin que se te caiga el auricular cada dos por tres, van de lujo. Pero si ya tienes los Fit Pro, no esperes una gran diferencia más allá del diseño y un par de horas extra de batería. Y si puedes estirarte un poco más, los Pro 2 traen todo lo que echamos en falta aquí: mejor chip, más sensores, más funciones. A veces, lo barato (entre comillas) sale caro.
En definitiva, Beats ha hecho unos auriculares deportivos resultones, con buen sonido, batería decente y diseño cómodo. Pero también ha jugado a lo fácil, reciclando tecnología de hace tres años y vendiéndola como nueva. Por 229 euros, se les puede exigir más. Así que si vas a pagar ese precio, al menos que sepas exactamente lo que estás comprando… y lo que no.