Pues sí, amigos, Creative lo ha vuelto a hacer. Ha sacado un producto que, al menos sobre el papel, tiene muy buena pinta. Se llama Stage Pro, y es su nueva barra de sonido con subwoofer pensado para los que no tienen ni el espacio ni las ganas de montar un sistema 5.1, pero que tampoco quieren seguir escuchando el sonido triste de la tele o del monitor. Y oye, parece que han dado en el clavo.
Estamos hablando de una barra que, sin ser gigante ni pretenciosa, viene con bastante potencia y muchas opciones de conexión. Yo, sinceramente, lo primero que pensé al ver la info es: “Vale, esto es justo lo que le falta a mi escritorio… o incluso al salón”. Porque no sé tú, pero yo soy de los que no se complican con equipos enormes, y si algo suena bien, se ve bien, y se instala fácil, ya me tiene medio convencido.
Lo curioso es que no parece que Creative quiera competir con las barras premium tipo Sonos o Samsung con Atmos y todo eso. No va por ahí. Esto es más una barra todoterreno, que lo mismo te sirve para jugar, ver una serie o poner música desde el móvil. Y bajo mi punto de vista, ese enfoque es el que más falta hace hoy en día: algo versátil, asequible y pensado para la vida real.
Creative Stage Pro: una barra de sonido pequeña pero matona, y con muchas ganas de destacar
Según lo que ha contado la propia marca, la Stage Pro es una barra de sonido 2.1 con subwoofer por cable y hasta 160W de potencia pico, lo cual no está nada mal para su tamaño. Tiene drivers de rango completo, y el sub incluye un woofer de 5.25”, que en teoría debería dar bastante cuerpo al sonido. Yo pienso que, sin probarla aún, va a ser un salto importante respecto a los altavoces integrados que traen las teles o los monitores normales.
Una de las cosas que más me llama la atención es que trae Dolby Audio (Digital Plus). No es Atmos, claro, pero sinceramente, para el tipo de uso al que va dirigida, me parece más que suficiente. Yo muchas veces tengo que subir el volumen solo para oír los diálogos, y si esto ayuda a que se entienda mejor lo que dicen en una peli o una serie… pues ya es un sí.
Además, Creative ha metido algo que llaman SuperWide, que no deja de ser una especie de procesado de sonido para hacer que parezca más amplio. Y aquí viene lo interesante: puedes elegir entre modo cercano (Near Field) y modo lejano (Far Field). Así que da igual si estás a medio metro o a tres, porque puedes ajustar la experiencia según lo que estés haciendo. Para mí, eso es un puntazo.
En cuanto al diseño de esta Creative, me gusta que no hayan querido reinventar la rueda. Negro mate, discreta, sin florituras, y con una pantallita LED para saber qué estás tocando. Tiene 21,7 pulgadas de ancho, o sea, ni muy grande ni ridículamente pequeña. En un escritorio queda bien, y en el salón tampoco estorba. El subwoofer va en vertical, así que puedes meterlo al lado del escritorio o del mueble sin que cante mucho.
Y lo mejor de todo: las conexiones. Porque aquí sí que no se han cortado. HDMI ARC con CEC, para controlar el volumen con el mando de la tele; Bluetooth 5.3, para poner música desde el móvil sin cables; USB-C, óptico, AUX… Vamos, que le puedes enchufar prácticamente cualquier cosa. Y encima viene con mando a distancia para cambiar modos de sonido, subir los bajos, cambiar de entrada… todo desde el sofá o la silla. Eso, sinceramente, me parece un básico ya.
Ahora bien, hay que decir que no es una barra de sonido de gama alta. No tiene Atmos, ni altavoces traseros, ni funciones ultra premium. Pero es que tampoco lo necesita. Yo pienso que Creative ha sido muy lista y ha creado algo mucho más realista, para gente que quiere mejorar el sonido sin volverse loca. Para un gamer, un streamer, o simplemente alguien con un salón pequeño, me parece una propuesta muy acertada.
En cuanto al precio, se venderá por 139,99 euros, un poquito por encima del modelo normal (la Creative Stage a secas, que ronda los 100 euros). Pero por lo que ofrece, me parece que está bastante ajustado. Además, según ha dicho Creative, se podrá comprar desde su tienda oficial y pronto llegará a más sitios.
En definitiva, sin haberla probado aún, creo que la Creative Stage Pro tiene toda la pinta de ser ese tipo de producto que no impresiona con cifras locas pero que cumple y mejora mucho la experiencia diaria. A mí me ha dejado con ganas de tenerla ya en el escritorio, o quizá para sustituir esa barra del salón que lleva años pidiendo la jubilación.