Dolby Atmos en la barra de sonido, en el receptor AV…Dolby Atmos en el portátil, en la nevera, en el coche…las licencias otorgadas pr Dolby y su Atmos han ido hasta lo más allá de lo imaginable, con sus pros (ingresos) y sus contras (que no se consiga el mismo efecto Atmos en todos los dispositivos, o al menos un mínimo potable). Y llegamos hasta la pregunta del millón de hoy: ¿si mi barra de sonido tiene Dolby Atmos, se escuchará igual que en un AVR con altavoces dedicados? eso es lo que vamos a ir viendo a lo largo de hoy.
Y es que como veremos, influyen muchísimas variables pero no solo de nuestro equipo, si no también dependerá de la mezcla de la pista que estemos usando, del propio equipo -por supuesto- y también de algo que poca gente conoce: no hay un Dolby Atmos si no dos: uno con pérdida -el que solemos escuchar en las apps de streaming tipo Netflix y demás- y otro sin pérdida disponible en los discos UHD de máxima calidad, pero bueno, mientras comparemos peras con peras y manzanas con manzanas, la diferencia entre versiones es otra batalla que no toca librar aquí.
Dolby Atmos: ¿Hay diferencia entre escucharlo en una barra de sonido a hacerlo en un AVR?

Entramos en materia y es que depende mucho del sistema, así que vamos desde lo más básico a lo más complejo para intentar comparar ambos tipos de dispositivos de la forma más justa posible. Lo primero de todo: si tu barra de sonido no tiene ni si quiera altavoces Atmos dedicados (normalmente en la parte superior de la barra o, mucho mejor, en los satélites traseros) directamente no tendrás efecto Atmos. Si, es compatible y decodificará este tipo de pistas, pero tendrás 0 burbuja ergo la descartamos al ser un falso Atmos.
Luego tenemos las barras de sonido con altavoces Atmos Upfiring, de estas hay dos tipos: aquellas que tienen solo altavoces de disparo en la propia barra y las que lo tienen integrado también en los altavoces traseros. Si lo comparamos con unos altavoces Atmos upfiring de un AVR, la experiencia es inferior en la barra y muy similar en el segundo caso (ya que ambos tienen altavoces de disparo y situados más o menos en los mismos sitios); aunque quizá siga siendo superor el de un AVR ya que suelen disponer de mejores altavoces, más grandes y se puede configurar el retardo, alineación temporal, etc.

Eso si, para que la solución de los altavoces upfiring funcione, necesitamos un techo totalmente liso (de yeso o falso techo, por ejemplo), ya que el sonido necesita rebotar y volver a nuestro oído. Y por último tenemos el caso de que el AVR cuente con altavoces Atmos reales empotrados en el techo, en cuyo caso la experiencia será netamente superior a cualquier barra de sonido, tenga los vatios que tenga y tenga el número de altavoces upfiring que tenga. En este caso el AVR gana por goleada al venir el sonido físicamente de donde debería venir: del techo -canal de altura-.
Conclusiones: Dolby Atmos, siempre mejor en un equipo AVR y si puede ser, con altavoces físicos en el techo

Bueno, no es ninguna sorpresa la conclusión de que un AVR va a ser siempre mejor opción y dentro de ésta, la opción más potente y que mejor va a funcionar -como reconoce la propia Dolby– es la de instalar altavoces físicos en el techo. Si nunca te lo has planteado y tienes la posibilidad -con un falso techo por ejemplo-, hazlo porque merece muchísimo la pena.
Su instalación es mucho más fácil de lo que parece: se hace un recorte del diámetro del altavoz -menor que lo que veremos por delante- y se pone un poco de lana de roca detrás, se atornilla y listo. ¿El cableado? si tenéis pladur con un poco de paciencia se puede pescar por las paredes, sacando el cableado por el rodapie y llevándolo oculto hasta el AVR.
¿Merece la pena todo ese trabajo? en nuestra opinión si, ya que la experiencia de poder escuchar físcamente los canales de altura desde la altura real del techo no tiene comparación con los Dolby Enabled con disparo desde abajo y rebote en el techo. Eso si, aunque la cosa va mejorando, sigue habiendo poco material en español con Dolby Atmos, por lo que o bien recurrimos a los upmixers de los AVR o bien nos ponemos la pista en la lengua de Shakespeare para disfrutar de una buena burbuja Atmos.




