Si estás metido en el mundillo del vídeo digital —ya sea como creador, cinéfilo empedernido o simplemente como usuario exigente— seguro que te has topado más de una vez con las siglas H.264, H.265, AV1 y compañía. Son los famosos códecs de vídeo, esas pequeñas “cajitas mágicas” que comprimen y descomprimen la señal para que podamos disfrutar de nuestras pelis, series o videojuegos en streaming sin que la conexión reviente. Pues bien, hoy toca hablar del futuro de esos códecs… y de uno en particular que parece que nació ya con pie y medio en la tumba: el VVC o H.266.
El caso es que, por pura lógica evolutiva, el sucesor natural del actual H.265 (o HEVC) debería haber sido el H.266/VVC. Se presentó en 2020 con una promesa muy ambiciosa: ofrecer la misma calidad de imagen ocupando la mitad de ancho de banda. Ideal para 4K, 8K, VR y todo lo que está por venir. Pero lo que parecía un paso de gigante en la compresión de vídeo… se ha quedado en un avance fantasma. Casi nadie lo ha adoptado y no hay señales de que vaya a despegar pronto.
¿Y entonces qué está pasando? Pues básicamente que AV1 le ha robado el protagonismo, y lo ha hecho en parte gracias a que no hay royalties de por medio y está apoyado por una lista de gigantes que asusta: Google, Amazon, Apple, Microsoft, Meta, Samsung, Nvidia, Intel… Vamos, que si esto fuera un partido, VVC estaría jugando solo y descalzo contra un equipo All-Star.
El panorama actual: AV1 coge carrerilla y VVC se desinfla

Tal y como explican desde Rethink Research, la cosa está clara: VVC no es que esté muerto como tal, pero no hay ninguna prisa por adoptarlo. Así lo dice Alex Davies, analista senior, que lo resume con bastante contundencia: “No es del todo justo decir que VVC está muerto, pero se ha desviado tanto del patrón habitual de adopción que para mí es como si lo estuviera.”
¿Y por qué nadie lo está implementando? Hay varias razones, pero destacan dos:
- Por un lado, la mejora brutal en la velocidad de las redes móviles y de fibra, que hace que ahorrar ancho de banda ya no sea tan crítico como antes.
- Y por otro, el hecho de que los dispositivos modernos, especialmente los móviles y tablets, han mejorado mucho en la decodificación por software, haciendo innecesario por ahora complicarse con un nuevo estándar que requiere chips nuevos para su decodificación eficiente.
En cambio, AV1 sí que se está moviendo, poco a poco pero con paso firme. Ya hay contenido en AV1 en plataformas como YouTube, Netflix o Amazon Prime Video, y cada vez más dispositivos lo soportan por hardware. ¿La diferencia clave? Que AV1 es gratuito (sin royalties) y está pensado por y para el streaming moderno.
Además, HEVC (H.265) sigue dominando, sobre todo en Blu-ray UHD, emisiones de TV y contenidos premium. De hecho, se espera que en 2028 HEVC por fin supere en uso al veterano MPEG4 AVC (H.264), que todavía está presente en miles de vídeos y emisiones por todo el mundo.
Y después de AV1… ¿llega AV2? ¿Y qué pasa con los códecs del futuro?

Por si fuera poco, mientras VVC sigue sin despegar, los chicos de AOMedia (la misma alianza de empresas que empuja AV1) ya están preparando el siguiente golpe: AV2. Este nuevo códec, que debería ver la luz a finales de 2025, promete más eficiencia para contenidos en 4K, 8K y más allá, y está diseñado desde cero para adaptarse a las necesidades del futuro: vídeo en ultra alta definición, con menor latencia y mejor compresión aún.
¿Y VVC? Pues sigue en el limbo. No hay televisores ni dispositivos de consumo con soporte por hardware para VVC ni para AV2 de momento, lo cual es clave para su adopción masiva. Sin chips compatibles, nadie puede usarlo sin que el dispositivo se ahogue decodificando.
Por si fuera poco, Davies sugiere otro escenario aún más radical: que las grandes plataformas de streaming acaben desarrollando sus propios códecs internos, hechos a medida para sus necesidades específicas. Y no solo eso, sino que también se empieza a vislumbrar un futuro dominado por la codificación basada en inteligencia artificial, aprovechando los nuevos chips de procesamiento neuronal que ya integran móviles y teles. Eso sí, ese futuro aún está lejos… pero llegará.
AV1 y HEVC seguirán dominando, y VVC… se queda fuera del partido

Con todo este panorama, la conclusión parece bastante clara: HEVC y AV1 seguirán siendo los códecs reyes durante muchos años, especialmente en todo lo que sea streaming, Blu-ray UHD y televisión. VVC ha perdido el tren y, aunque puede que llegue tarde o temprano, nadie lo está esperando con los brazos abiertos. Y mientras tanto, en el horizonte, AV2 y las soluciones de compresión con IA ya asoman tímidamente la cabeza.
En definitiva, si estás pensando en qué códec tendrá tu próxima tele o reproductor multimedia, lo más probable es que siga siendo HEVC o AV1. Y si algún día aparece AV2… genial. Pero de momento, VVC se ha quedado en una promesa que nadie ha querido cumplir.




