Sí, lo ha vuelto a hacer. George R.R. Martin ha vuelto a hablar de ‘Vientos de Invierno’, y esta vez con una claridad que ha dejado a muchos fans con el corazón en un puño y el hype por los suelos. No es que lo haya dicho con todas las letras, pero vamos, lo que ha soltado en su ya mítico blog, ese de nombre irónico “Not a Blog”, suena a rendición, cansancio y una pizca de frustración muy mal disimulada.
Después de más de una década prometiendo que el libro estaba “avanzando”, “casi listo” o “en proceso”, Martin ha dejado caer lo que muchos temían: ‘Vientos de Invierno’ probablemente nunca llegará a nuestras manos. Y lo peor es que el tono que utiliza suena más a “ya me da igual” que a “estoy luchando por acabarlo”. Entre nuevos proyectos, adaptaciones animadas y homenajes a amigos fallecidos, lo único que parece no tener prioridad es, precisamente, el final de su saga más famosa.
“Algunos ya os habéis rendido conmigo… y con el libro. Nunca voy a terminar ‘Vientos’. Y si lo hago, no acabaré ‘Sueño de Primavera’. Y si por milagro acabo los dos, serán malos”, ha escrito con una sinceridad brutal que ha encendido las redes. Y no, no lo dice con sorna. Lo dice con esa mezcla de hartazgo y resignación que sólo puede tener alguien que lleva años esquivando las mismas preguntas de siempre.
El dragón que no termina de alzar el vuelo
Por mucho que duela decirlo, Martin ya no está en esa etapa de su vida en la que escribir era una obsesión. Hoy parece más cómodo siendo productor, firmando proyectos nuevos, colaborando en series derivadas y editando antologías de ciencia ficción con nombres impronunciables. Y sí, también actualizando su blog con entradas kilométricas donde se defiende de los fans más intensos.
“Ya no os importa nada de lo que escribo. Sólo os importa ‘Vientos de Invierno’. Me lo habéis dicho tantas veces que ya me lo creo”, comenta con ironía y algo de tristeza. Y es que, por más que el fandom insista, la historia de Poniente ya no ocupa el primer lugar en la lista de prioridades del autor. Está claro que todavía le tiene cariño a los personajes —habla con ternura de los Stark, Lannister, Targaryen y hasta de los dragones—, pero escribir sobre ellos parece una tarea titánica que ya no le produce placer.
Lo más curioso es que, cada vez que anuncia un nuevo proyecto, él mismo anticipa la avalancha de quejas. Lo sabe. Lo espera. Lo sufre. Pero no deja de hacerlo. Ahora está embarcado en la producción de una adaptación animada de A Dozen Tough Jobs, una reinterpretación mitológica ambientada en los años 20 que, sinceramente, suena interesante. Pero claro, no es Westeros, y eso para algunos fans es un pecado capital.
¿Nos debe Martin el final o nos lo imaginamos solos?
El debate es eterno: ¿le debe George R.R. Martin algo a sus lectores? ¿Tiene la obligación moral de terminar lo que empezó hace casi treinta años? Él mismo ha reconocido que sí que quiere acabar la historia, que le importa, que todavía le emociona el mundo que creó. Pero entre querer y hacer hay un abismo, sobre todo cuando la presión externa es tan descomunal que ni los dragones podrían cargarla.
“No es que no me importe. Es que también me importan otras cosas”, explica. Lo cierto es que, si uno lo piensa fríamente, Martin ha escrito miles de páginas, ha ganado premios, ha creado una de las sagas más influyentes de la literatura moderna y ha cambiado para siempre la forma en la que entendemos la fantasía épica. ¿Realmente le debemos crucificar porque su proceso creativo no se ajusta a nuestros relojes?
Mientras tanto, el autor seguirá con su ritmo, seguirá sin dar fechas, y posiblemente volverá a publicar algún post donde se defienda de los comentarios más agresivos. Y sí, también volverá a decir que “esta vez sí que está escribiendo”. Pero cada vez que lo hace, la esperanza parece un poco más débil, como una vela que parpadea en una noche larga de invierno… uno que no parece terminar nunca.
¿Llegará Vientos de Invierno algún día? Quién sabe. Tal vez en unos años, o tal vez nunca. Mientras tanto, lo que sí sabemos es que George R.R. Martin no ha dejado de ser George R.R. Martin, con todo lo bueno y lo desesperante que eso implica. Así que si eres de los que siguen esperando… mejor que te sientes cómodo. El invierno, por ahora, se queda congelado.
