Esto es de esas cosas que uno ve, revisa dos veces para asegurarse de que no es un error, y luego llama a medio grupo de WhatsApp para avisar. Estamos hablando de la Hisense U7NQ, una tele que en condiciones normales ya es un modelo que te hace ojitos en la tienda, pero que ahora mismo está en precio de derribo. La de 55 pulgadas baja de 699 euros a 469 euros, y la de 65 pulgadas pasa de 799 euros a 569 euros. Es decir, te estás ahorrando 230 euros en la pequeña y 240 euros en la grande. Por ese dinero te da hasta para comprarte unas cuantas pelis en 4K y estrenar tele como se debe.
Y ojo, que no estamos hablando de una tele del montón. Esto no es “bueno, por lo que vale ya me apaño”. Esto es una tele que en calidad compite con modelos mucho más caros, y que ahora mismo está más barata que muchas teles LED de gama baja. Es MiniLED, con colores de cine, brillo de escándalo y un contraste que te deja con la boca abierta. Lo que me gusta de este modelo es que lo mires por donde lo mires, no hay un “pero” grande que empañe el conjunto. Y eso no es fácil de encontrar.
Hisense U7NQ de 55 pulgadas
Hisense U7NQ de 65 pulgadas
Así que si estabas esperando a que llegara el Black Friday para pillar algo bueno, te voy a decir algo: pocas veces vas a encontrar una oferta así en pleno verano, y menos en un modelo tan completo. De verdad, es el típico televisor que compras y en cuanto lo instalas en casa piensas: “¿Cómo he podido estar tanto tiempo con mi tele vieja?”.
Hisense U7NQ: calidad premium a precio de chollo
El punto fuerte de esta Hisense U7NQ es su tecnología MiniLED. Para que nos entendamos, es como pasar de bombillas de toda la vida a luces LED de última generación, pero multiplicado por miles y con control individual. Cada pequeña luz se encarga de iluminar solo donde hace falta, así que los negros son negros de verdad, el brillo puede llegar a 1300 nits (que es un montón, ideal para ver cosas con la persiana subida) y el contraste llega a 5000:1. En la práctica, eso significa que las escenas oscuras de una peli se ven con detalle y las escenas claras tienen un brillo espectacular sin quemar la imagen.
Encima, aquí no hablamos de cuatro zonas de luz mal contadas. La de 55 pulgadas tiene 240 zonas de iluminación independiente y la de 65 pulgadas sube hasta 384 zonas. Eso evita esos molestos “halos” de luz alrededor de los objetos claros en fondos oscuros que sí se notan en teles más básicas. Y créeme, una vez pruebas una tele con buen local dimming, ya no hay marcha atrás.
La resolución es la que toca en 2025: 4K Ultra HD (3840×2160). Y no solo eso, sino que lleva Quantum Dot, que básicamente consigue colores vivos pero realistas, como si estuvieras mirando por la ventana. No esos rojos chillonas o verdes fosforitos que a veces parecen sacados de un dibujo animado. Aquí todo se ve natural, pero con un punto extra de intensidad que hace que la imagen “salte” a los ojos.
Y si eres de los que se fijan en las siglas, prepara la lista: HDR10+, Dolby Vision y Dolby Vision IQ. Esto es clave porque significa que la tele adapta la imagen al contenido y a la luz de la habitación. Por ejemplo, si ves una serie por la noche, los negros se mantienen profundos y los detalles en sombra no desaparecen. Y si estás viendo un partido de fútbol a plena luz, los colores siguen perfectos y el brillo no se queda corto.
Vale, imagínate esto: enciendes la PlayStation 5, el menú se ve a todo lujo, pones un juego de acción y sientes que va todo más suave que nunca. Esa es la magia de que la U7NQ tenga tasa de refresco de hasta 144 Hz y compatibilidad con HDMI 2.1. ¿Traducción? Imágenes fluidas, sin saltos raros ni cortes. Y con tecnologías como VRR (tasa de refresco variable) y ALLM (modo automático de baja latencia), la tele detecta que estás jugando y ajusta todo para que tengas el menor retraso posible: 11,6 ms de input lag.
En un shooter, un juego de lucha o cualquier título competitivo, eso se nota y mucho. No hay excusas: si fallas un tiro, ya no podrás echarle la culpa a la tele.
Porque sí, la imagen es la estrella, pero el sonido importa. Aquí Hisense ha puesto Dolby Atmos y DTS:X, que son tecnologías que hacen que el audio te envuelva. No es solo que suene fuerte, es que da la sensación de que el sonido viene de distintos puntos de la habitación. Y con 40 W de potencia, para un salón normal vas más que sobrado. Claro, si eres de los que quiere vibrar con las explosiones, una barra de sonido siempre ayuda, pero para la mayoría de la gente, esta tele ya suena muy bien de serie.
Otro punto a favor: el sistema operativo VIDAA. Es rápido, fácil de manejar y tiene todas las apps que usas a diario: Netflix, Prime Video, Disney+, YouTube, Movistar+, además de RTVE Play, Atresplayer y Mitele. Y como extra, viene con Alexa integrada. ¿Que no encuentras el mando? Le dices “Alexa, pon Netflix” y asunto resuelto. Ideal para los que vivimos perdiendo mandos entre los cojines del sofá.
Por fuera, la U7NQ es bonita, con marcos finos y estilo moderno, así que no te va a desentonar en el salón. En cuanto a conexiones, trae 4 HDMI 2.1, 2 USB, WiFi de doble banda y Bluetooth 5.0. Vamos, que le puedes enchufar la consola, el reproductor Blu-ray, un disco duro externo, unos auriculares inalámbricos… lo que se te ocurra.
¿Vale la pena?
A ver, pongámonos serios: estamos hablando de una tele MiniLED, con Quantum Dot, HDR de todo tipo, 144 Hz, buen sonido, sistema rápido y diseño bonito, por 469 euros en 55 pulgadas o 569 euros en 65 pulgadas. No hay que pensárselo mucho. Es de esas ofertas que no duran, porque cuando Carrefour las lanza, la gente se las lleva a pares.
Hisense U7NQ de 55 pulgadas
Hisense U7NQ de 65 pulgadas
En resumen: si buscas una tele para ver pelis como en el cine, jugar como un pro y disfrutar de todo en la mejor calidad posible sin dejarte un riñón, esta es la tuya. Y ojo, porque si la dejas pasar, luego vendrán las lágrimas cuando veas que ha vuelto a su precio original.
