Cuando llegan teles nuevas con MiniLED me emociono como un niño. Y este año, Hisense ha soltado dos auténticos bicharracos que, sobre el papel, podrían parecer casi lo mismo. Pero no. Para nada. La Hisense U7Q Pro es ese modelo “gama alta sin pasarse” que cumple con todo lo que un usuario exigente le puede pedir a una tele sin fundirse el sueldo. La U8Q, en cambio, es la que entra en el salón con traje de gala y te dice “voy a dejarte sin palabras”.
Y claro, la pregunta que muchos se hacen —yo el primero— es: ¿de verdad merece la pena la diferencia de precio? Porque sobre el papel, la U8Q parece una U7Q Pro con esteroides, pero ya sabemos que esto del marketing a veces exagera. En AVPasión hemos probado ambas y te vamos a contar cuánto cambia la experiencia de una a otra y, sobre todo, si a ti te compensa el salto.
Primero, el contexto básico: las dos comparten corazón MiniLED, sistema de atenuación local por zonas (Full Array Local Dimming), Quantum Dots para colores más vivos, y un sistema operativo que ha pegado un subidón en fluidez y estabilidad: VIDAA U9. También ambas apuntan a un público que quiere jugar, ver pelis en HDR como es debido y que su tele no se cuelgue cada dos por tres. Pero a partir de ahí… se bifurcan los caminos.
Hisense U8Q vs U7Q Pro: diferencias reales
Calidad de imagen
Aquí la cosa está clara. La U8Q juega en otra liga. No hablamos de un salto pequeño, sino de una mejora muy seria en control de negros, detalle en sombra y gestión del HDR. ¿Por qué? Porque pasa de 560 zonas a más de 2.000. Y eso, para el que no esté metido en el mundillo, significa que la tele es capaz de encender y apagar zonas con muchísima más precisión, lo que reduce halos, mejora la profundidad y mantiene más información en partes oscuras.
Además, tiene un pico de brillo de hasta 3.600 nits, que es una locura. El HDR aquí se nota, y mucho. Las explosiones, reflejos o luces puntuales te dejan clavado al sofá. En cambio, la U7Q Pro, con sus 1.500–1.600 nits y 560 zonas, ya rinde muy bien, pero en escenas chungas puede dejar entrever algún halo o perder detalle si no calibras fino.
Si eres cinéfilo de los que apagan todo y se ponen palomitas, la U8Q te va a hacer feliz. Así de simple.
Brillo y visibilidad en salas luminosas
Aquí, más nits es más ventaja. Y entre 1.600 y 3.600 nits hay un buen trecho. La U8Q gana si tienes una sala medianamente iluminada, porque sostiene mejor los picos de luz sin que se “aplane” la imagen. Ahora bien, no es mágica: el panel sigue siendo glossy, como en casi todas las teles, y si tienes una ventana de frente, te comerás reflejos igual.
La U7Q Pro no va coja, ojo, pero esa reserva de brillo adicional de la U8Q marca diferencia en HDR real y en escenas diurnas.
Procesado y calibración
Las dos montan el SoC Pentonic 800 de Mediatek, que va sobrado para el sistema y todo el tema gaming. Pero la U8Q viene mejor ajustada de fábrica: la curva EOTF (básicamente cómo mapea los niveles de brillo) va fina, y si la calibra un profesional, el resultado es de matrícula. La U7Q Pro puede venir algo más “aplastada” en sombras, aunque tocando un par de cosas se mejora mucho. Y Hisense ya ha sacado algún firmware que lo va puliendo.
Si no vas a calibrar, la U8Q te da imagen más equilibrada tal cual viene.
Conectividad para gaming
Aquí la U7Q Pro mete un gancho directo: 4 HDMI 2.1 completos, todos a 4K/165 Hz con VRR, FreeSync, ALLM y eARC. En la U8Q solo hay 3 HDMI 2.1, lo cual puede limitarte si tienes PS5 + Xbox Series + PC + barra… porque uno se queda fuera o tienes que usar un switch.
Ambas teles van como un tiro en input lag (menos de 10 ms), soportan Dolby Vision Gaming y HDR10+ Gaming, y permiten jugar a 165 Hz o incluso 240 Hz a 1080p. Pero si conectas muchas cosas, la U7Q Pro es más práctica.
Sonido y diseño
Aquí también hay diferencias. La U8Q monta un sistema 4.1.2 de 90 W con altavoces compatibles con Dolby Atmos “reales”, no emulados. Además, la peana es regulable en altura y deja hueco para una barra. La U7Q Pro, por su parte, tiene 50 W en 2.1.2, y patas elevadas que también permiten meter una barra debajo.
Ambas suenan mejor de lo que esperas en teles tan delgadas, pero si no tienes barra, la U8Q es más potente y envolvente.
Sistema operativo y apps
VIDAA U9 ha mejorado muchísimo: va fluido, estable y con una interfaz clara. No hay apenas publicidad si desactivas lo que se puede, y ya incluye apps como Netflix, YouTube, Disney+, Prime Video, MAX… Eso sí, aún faltan cosas como Movistar+ o Spotify, que podrían echarse de menos. Si usas un Fire TV o Apple TV, solucionado.
Tamaño y tipo de panel (¡importantísimo!)
Mucho cuidado aquí: la U8Q solo tiene panel VA en 65 pulgadas. En 55 y 75 pulgadas usa panel IPS o ADS, que tiene peores negros y contraste. La U7Q Pro sí lleva VA en 65 y 100 pulgadas. Si quieres buen contraste, ve a por las 65 pulgadas sí o sí.
Otros detalles que importan más de lo que parece
- Blooming y bandas negras: U8Q lo controla mejor, U7Q Pro puede mostrar más aureolas en escenas oscuras.
- Antirreflejos: ninguna es mate, pero la U8Q mejora un poco.
- Códecs: las dos permiten passthrough de Dolby Atmos (TrueHD) y DTS, incluso DTS:X. Algo que muchas otras marcas bloquean.
- Mando: muy chulo en ambos, con carga solar y USB-C. Pero en la U8Q la retroiluminación es parcial, algo raro y mejorable.
Entonces… ¿merece la pena la diferencia de precio?
Sí, si eres este perfil:
- Cinéfilo serio, que ve pelis a oscuras y quiere negros profundos, HDR potente y el menor blooming posible.
- Quieres una tele con “efecto wow” sin meterte en OLED por miedo a quemados o precio.
- Vas a calibrar o te mola ajustar la imagen a tu gusto.
No (o no tanto), si eres este otro:
- Mezclas gaming, series, TDT y de todo un poco.
- Tienes varias consolas y necesitas más de 3 HDMI 2.1.
- Quieres algo potente pero con buena relación calidad/precio.
Mi consejo final
Si puedes ir a 65 pulgadas y te gusta el cine con luces apagadas, la Hisense U8Q es un salto real en experiencia visual. Vale cada euro de más si valoras la imagen al detalle.
Pero si lo tuyo es más todoterreno y quieres algo potente, con puertos de sobra y que ya va de lujo, la Hisense U7Q Pro es probablemente la tele con mejor calidad/precio del año.
La elección está clara si te conoces bien como usuario. ¿Qué conectas? ¿Cómo es tu salón? ¿Te importa más el negro puro o tener todos los dispositivos conectados sin líos?
Con eso respondido, ya sabes cuál es para ti.