Hay comparativas que salen solas, y esta es una de ellas. JBL Xtreme 4 y Sony ULT Field 5 juegan en la misma liga: altavoces portátiles grandes, potentes, con correa para colgarlos al hombro y pensados para ser el centro de cualquier plan, ya sea en casa, en la terraza, en una escapada o directamente en una fiesta improvisada.
Porque no estamos hablando de un altavoz pequeño para escuchar música de fondo. Aquí hablamos de bichos serios, de los que llenan una habitación, de los que hacen que el grave se note en el pecho y de los que, cuando los enciendes, la gente gira la cabeza y pregunta qué demonios es eso que está sonando.
Y lo interesante es que, aunque por tamaño y precio parecen rivales directos, JBL y Sony han ido por caminos muy distintos. JBL sigue apostando por su fórmula clásica: potencia, pegada, resistencia y facilidad de uso. Sony, en cambio, ha querido darle un enfoque más fiestero, con grave reforzado a demanda, luces y mejores códecs Bluetooth. ¿Cuál es mejor? Pues como casi siempre, depende de para qué lo quieras.
Diseño y portabilidad: los dos imponen, pero uno se lleva mejor
Nada más verlos queda claro que ninguno de los dos es pequeño. Son altavoces grandes, robustos y con mucha presencia. Ahora bien, cuando los coges en la mano, la diferencia se nota más de lo que parece.
El JBL Xtreme 4 pesa alrededor de 2,1 kg, que para su tamaño está realmente bien. Es un altavoz que puedes mover de un lado a otro de la casa, colgarte al hombro con la correa o llevarte a una barbacoa sin que te dé pereza. No es ligero, pero sí es cómodo y práctico.
El Sony ULT Field 5, en cambio, sube bastante el listón en peso, rondando los 3,3 kg. No es una locura para un altavoz de este tipo, pero ya se siente como un aparato más “plantado”. Es de esos que colocas en un sitio y dejas que haga su trabajo, más que de estar moviéndolo constantemente.
En diseño, además, Sony añade un extra que a muchos les va a encantar: luces LED integradas, pensadas claramente para ambiente festivo. El JBL es mucho más sobrio: diseño reconocible, robusto y sin florituras.
- JBL Xtreme 4: más portable, más práctico, más de “me lo llevo donde quiera”.
- Sony ULT Field 5: más grande, más pesado, más enfocado a montar el ambiente en un punto fijo.
Sonido: potencia bruta frente a grave a demanda
Aquí está una de las claves de la comparativa. Ambos suenan fuerte, pero no suenan igual ni buscan lo mismo.
El JBL Xtreme 4 sigue la receta clásica de la marca: dos woofers, dos tweeters y radiadores pasivos para reforzar los graves. El resultado es un sonido grande, contundente y con mucha pegada, capaz de llenar espacios amplios sin despeinarse. Es ese sonido JBL que reconoces al instante: directo, potente y muy agradecido para todo tipo de música.
Además, JBL declara más potencia cuando el altavoz está enchufado a la corriente, algo que deja claro que, si lo usas en casa, puede dar un plus de energía respecto al modo batería. Es un altavoz al que no le da miedo el volumen alto.
Sony, por su parte, juega otra carta: el famoso botón ULT. Aquí no se trata solo de sonar fuerte, sino de reforzar el grave de forma muy evidente cuando te apetece. Pulsas ULT y el altavoz cambia de carácter: más bajos, más impacto y una sensación claramente más festiva. Ideal para electrónica, reguetón, hip-hop o cualquier música donde el grave sea protagonista.
Y ojo, porque Sony aquí añade un punto muy importante: compatibilidad con LDAC, un códec Bluetooth de mayor calidad. Si usas un móvil compatible, la música puede sonar con más detalle y limpieza que con el Bluetooth estándar.
- JBL Xtreme 4: sonido equilibrado, potente y todoterreno.
- Sony ULT Field 5: grave más protagonista, botón ULT y mejor Bluetooth para música de calidad.
Conectividad: aquí Sony es más versátil
Este apartado puede ser decisivo para mucha gente.
El Sony ULT Field 5 incluye algo que ya empieza a escasear: entrada de audio por jack de 3,5 mm. Esto es clave si quieres conectar una mesa de mezclas, un reproductor antiguo, un portátil viejo o cualquier fuente sin Bluetooth.
En inalámbrico va muy bien servido: Bluetooth 5.3 con SBC, AAC y LDAC, cubriendo tanto Android como iPhone sin problemas.
El JBL Xtreme 4, en cambio, apuesta por la simplicidad. Su puerto USB-C es para carga de entrada y salida (powerbank) y la reproducción está pensada principalmente para Bluetooth. No incluye entrada AUX, así que si buscas conexión por cable directa para audio, aquí JBL no es la opción.
Esto no es necesariamente malo, pero sí conviene tenerlo claro antes de comprar.
- ¿Quieres máxima versatilidad y cable sí o sí? Sony gana aquí.
- ¿Quieres algo simple, rápido y sin complicarte? JBL cumple perfectamente.
Batería y carga: muy parejos, pero con matices
Sobre el papel, los dos prometen unas 24–25 horas de autonomía, que es una auténtica barbaridad para altavoces de este tamaño.
El JBL Xtreme 4 anuncia hasta 24 horas, y además incluye el modo Playtime Boost, pensado para estirar la batería cuando lo que te importa es que aguante el máximo tiempo posible, aunque sea sacrificando algo de rendimiento.
El Sony ULT Field 5 también puede llegar a unas 25 horas, pero ese dato está medido sin luces y con ajustes moderados. Si activas las luces y usas el modo ULT de forma intensiva, la autonomía baja, algo totalmente lógico.
En carga rápida, ambos se portan muy bien: unos 10 minutos enchufados te dan alrededor de 1,5–2 horas de reproducción, ideal para salir del paso antes de salir de casa.
Y aquí JBL se apunta un tanto importante: la batería es reemplazable, algo que no se valora lo suficiente pero que, a largo plazo, alarga mucho la vida útil del altavoz.
Resistencia y uso en exteriores: hechos para no sufrir
Aquí puedes estar tranquilo con los dos.
El JBL Xtreme 4 cuenta con certificación IP67, es decir, resistencia total al polvo y al agua. Playa, piscina o lluvia no son un problema.
El Sony ULT Field 5 también está pensado para el trote: resistente al agua, al polvo y además con tratamiento anticorrosión, un detalle interesante si lo usas cerca del mar.
En la práctica, ambos son altavoces pensados para disfrutar sin miedo.
Modo fiesta y ecosistema: Auracast frente a Party Connect
Si te gusta la idea de conectar varios altavoces, aquí también hay diferencias.
JBL apuesta fuerte por Auracast, el nuevo estándar para audio compartido, además de su conocido PartyBoost. Si ya tienes otros JBL compatibles, todo encaja de forma muy natural.
Sony utiliza Party Connect, que permite enlazar varios altavoces de la marca y también crear parejas estéreo. En este modo prioriza estabilidad, algo normal cuando se conectan varios dispositivos a la vez.
- Si ya tienes o piensas tener más JBL, el Xtreme 4 es una apuesta segura.
- Si te gusta el ecosistema Sony, el ULT Field 5 encaja perfectamente.
Conclusión: ¿JBL Xtreme 4 o Sony ULT Field 5?
Y ahora sí, la pregunta final.
Me quedaría con el JBL Xtreme 4 si…
- Buscas el mejor equilibrio entre potencia, portabilidad y facilidad de uso.
- Te importa que sea más ligero y manejable.
- Quieres un sonido potente pero equilibrado para todo tipo de música.
- Valoras detalles como batería reemplazable y Auracast.
Me quedaría con el Sony ULT Field 5 si…
- Te gusta el grave contundente y poder reforzarlo cuando quieras.
- Te importan los códecs Bluetooth de mayor calidad como LDAC.
- Necesitas entrada AUX para conectar fuentes por cable.
- Te mola el rollo luces, ambiente y altavoz claramente fiestero.
No hay un ganador absoluto, y eso es precisamente lo bueno. Son dos altavoces excelentes, pero con personalidades muy distintas. JBL va a lo práctico y a lo seguro; Sony apuesta por espectáculo, conectividad y un perfil más festivo.
Con cualquiera de los dos, una cosa está clara: el silencio no va a ser un problema.
