Si tienes un proyector JVC D-ILA 8K, ahora tienes un motivo más para estar contento. Y es que la marca ha lanzado por fin la actualización de firmware v2.00, y ojo porque no es una mejora menor. Hablamos de una actualización gratuita que ya puedes instalar desde octubre y que trae cambios bastante potentes.
La lista de modelos compatibles incluye los DLA-NZ900, NZ800, RS4200 y RS3200, y también los N1188 y N988, así que si tienes uno de estos, estás dentro. JVC se ha centrado en mejorar lo que ya hacían bien: la imagen en HDR, la nitidez, la usabilidad del sistema y, por fin, han añadido funciones específicas para los que usamos el proyector también para jugar.
Y lo bueno es que todo esto no requiere comprar nada extra. Simplemente bajas el archivo de la web de JVC, lo metes en un USB y actualizas. Vamos a repasar punto por punto qué trae esta v2.00 porque, si eres de los que le gusta ajustar su equipo al milímetro, seguro que encuentras más de una función interesante.
Un HDR que gana en viveza y detalle

Lo más llamativo de esta actualización es el nuevo modo Frame Adapt HDR Vivid. Es una especie de versión más agresiva del HDR dinámico de JVC, que ya funcionaba muy bien, pero que ahora aprieta un poco más el brillo y el contraste para sacar una imagen más “viva”. La idea es que las escenas con luces intensas —tipo ciudades de noche o paisajes espaciales— se vean con más punch y mejor separación entre zonas claras y oscuras.
Junto a esto llega otra función llamada Highlight Color Control, que sirve para controlar cómo se comportan los colores en zonas muy brillantes. Hay tres niveles para ajustar la mezcla entre brillo y saturación, así que puedes dejarlo más natural o más llamativo según tu gusto o tu sala. No es una revolución, pero sí una ayuda útil para evitar que la imagen se “queme” en ciertas escenas HDR.
Imágenes más limpias y sin artefactos
Otra mejora importante tiene que ver con la nitidez. Dentro del sistema MPC (Multiple Pixel Control), han metido una función llamada Smoother que ayuda a reducir el típico ruido de compresión que se ve a veces en los degradados o en contenidos con bitrate bajo. Esto no es algo que te arruine la experiencia, pero sí que se agradece cuando tienes una imagen grande y bien calibrada. El resultado es una imagen más suave y sin rarezas digitales, sobre todo con contenido 8K reescalado o de plataformas de streaming.
Modo de baja latencia automático para gaming

Por fin JVC ha añadido lo que muchos pedían: ALLM (Auto Low Latency Mode). Este modo lo que hace es que, al detectar una señal de consola o PC compatible, el proyector se ajusta automáticamente para reducir el input lag. Desactiva algunas funciones como el HDR dinámico o el motion smoothing para priorizar la velocidad de respuesta.
No es que convierta el proyector en un monitor gaming, pero sí mejora bastante la experiencia si usas tu equipo para jugar a ratos. No tienes que hacer nada más que conectar tu consola y ya se activa solo.
Menús más claros y con ayuda en pantalla
También han mejorado los menús OSD. Ahora hay una especie de “guía rápida” integrada que te dice para qué sirve cada ajuste mientras lo estás seleccionando. Algo que se agradece mucho cuando tocas configuraciones menos habituales, o si llevas tiempo sin entrar en el menú.
Además, se ha ajustado el brillo del propio menú para que no moleste al ver contenido HDR o con el láser al máximo, que antes podía resultar algo intrusivo según la escena.
Calibración más fina y accesos directos útiles

Para quienes se toman en serio la calibración, el software de JVC ahora añade un modo llamado Calibrator Mode, pensado para ajustar con más precisión temperaturas de color o gamas específicas. No es algo que todo el mundo vaya a tocar, pero está ahí para los que usan sonda o hacen ajustes avanzados.
Y por último, algo muy útil a nivel práctico: ahora puedes usar la tecla ADVANCED del mando para guardar tus modos de imagen favoritos y cambiar entre ellos sin meterte en submenús. Es decir, puedes tener un ajuste fino para pelis, otro para deporte y otro para gaming, y cambiar con un solo toque. Sencillo pero efectivo.
Cómo se instala y por qué merece la pena
Instalar la actualización es fácil: descargas el archivo desde la web oficial de JVC, lo metes en un USB en formato FAT32, lo conectas al proyector y sigues las instrucciones en pantalla. En pocos minutos tienes el sistema actualizado y funcionando con las nuevas mejoras.
En resumen: si tienes uno de estos proyectores JVC y aún no has actualizado, hazlo. No es una revolución, pero sí una de esas actualizaciones que afinan detalles importantes, mejoran el HDR, hacen que los menús sean más claros y, sobre todo, te hacen sentir que el proyector sigue creciendo contigo. Y todo sin tener que soltar un euro.




