El Loewe We. BOOST es un sistema de cine en casa compuesto por cuatro altavoces y un subwoofer inalámbrico en una configuración de 4.1.2 canales. Es un sistema creado para los que buscan sonido Dolby Atmos, pero no quieren las complicaciones que supone montar un sistema compuesto por receptor AV y altavoces. Una alternativa que, gracias a su diseño de altavoces individuales, es incluso más discreto que una barra de sonido de gran tamaño. Todo ello con conectividad inalámbrica y facilidad de uso.
Si seguís el mundo del audio y los sistemas de cine en casa seguro que este sistema os recuerda mucho al Sony BRAVIA Theatre Quad o a su predecesor, el Sony HT-A9. Y es que el concepto es el mismo. Tenemos cuatro altavoces satélite activos inalámbricos y un subwoofer, con una potencia total de 360 W RMS y compatibilidad con gran parte de los formatos de audio actuales (luego profundizaremos en ello). Todo ello a un precio que, bueno, para ser de la marca Loewe, podríamos considerar incluso que es bastante ajustado.
He tenido ocasión de pasar alrededor de tres semanas probando el Loewe We. BOOST y en este análisis os voy a contar qué tal funciona y qué me ha parecido. Pero antes de nada quiero dar las gracias a Gaplasa, distribuidor oficial de Loewe en España, por la cesión del dispositivo para su análisis y por la confianza depositada una vez más en AVPasión. ¡Vamos a ello!
Diseño discreto y elegante

Empecemos por el diseño. El We. BOOST está compuesto por cuatro altavoces idénticos y un subwoofer. Los altavoces tienen unas dimensiones de unos 20 cm de alto y 12 cm de profundidad, con un peso de 1.5 kg cada altavoz. Es decir, son bastante compactos, así que se pueden colocar sobre cualquier mueble o colgarlos directamente en la pared.
En cuanto al diseño, tienen un acabado cilíndrico con esquinas redondeadas. Casi todo el cuerpo de los altavoces está cubierto por una tela acústica en color gris con toques negros, luciendo el logotipo «web. by LOEWE» en color blanco en la parte inferior. Solo la parte trasera es la que tiene un acabado de plástico negro (plástico de muy buena calidad), con un pequeño orificio para el montaje en pared y un puerto USB de servicio.

Ya en la parte inferior encontramos el conector de alimentación de cada altavoz y otro pequeño orificio para su montaje en soporte. Algo interesante es que también tenemos un pequeño dibujo que nos indica la posición donde debemos colocar cada altavoz. De esta forma nos facilitan la colocación de cada unidad en su respectiva posición sin equívocos.
Es curioso, pero Loewe confía tanto en su sistema que ni siquiera ha incluido un botón de sincronización en los altavoces del We. BOOST, algo bastante habitual en este tipo de dispositivos. Es cierto que, durante el tiempo que he tenido el equipo, no he perdido la sincronización en ningún momento.

Pasando al subwoofer, este luce un diseño más alto que ancho, entiendo que para facilitar su ubicación. La altura del sub es de unos 38,7 cm, con una profundidad de 23,9 cm y un peso de 6,2 kg. En la parte superior luce el logotipo «web. by LOEWE», al igual que los altavoces, y las esquinas son redondeadas para así cuadrar mejor con el diseño de los satélites.
El driver está colocado en posición inferior, así que el subwoofer cuenta con unas patas que lo levantan ligeramente del suelo para darle espacio. Cuenta además con un bass reflex trasero. También en la parte posterior tiene el conector de alimentación y el comentado puerto USB para el servicio técnico.

Completando el We. BOOST tenemos otros dos dispositivos. En lugar de poner una caja de conexiones de gran tamaño, Loewe ha optado por incluir en el We. BOOST un pequeño dongle con conexión directa HDMI. Para que os hagáis una idea (más allá de las fotos), recuerda bastante el Chromecast antiguo. Este se conecta directamente al puerto HDMI de la tele, pero el fabricante incorpora también un pequeño alargador HDMI para facilitar la conexión en instalaciones más complicadas.
Y por supuesto tenemos un sencillo mando a distancia. Es bastante básico, pero ofrece lo principal y además «oculta» una sorpresa de la que luego hablaremos. Volviendo a los botones, tenemos control de volumen, botón para cambiar de entrada (en el televisor), un botón de ajustes y poco más.
Loewe We. BOOST: características técnicas
Visto el exterior, veamos el interior. Lo primero es que, según indica Loewe, el We. BOOST es un sistema con 4.1.2 canales. Sin embargo, cada uno de los cuatro altavoces satélite están equipados con un woofer, un tweeter y un altavoz de altura que dispara hacia arriba (no los he abierto, pero así lo indica en las especificaciones técnicas). Si esto es así, lo lógico sería que estuviéramos ante un sistema con 4.1.4 canales, así que no entiendo demasiado bien por qué Loewe no lo nombra así. Entiendo que será porque los altavoces de elevación traseros no serán independientes, sino un «reflejo» de los delanteros, pero no lo he podido confirmar.
Yendo más al detalle, cada altavoz del We. BOOST tiene un woofer de 3.5 pulgadas y un tweeter de 2 pulgadas, colocados en posición frontal; además de un driver que emite hacia arriba y un bass reflex frontal. Es decir, tenemos un total de 12 drivers más el subwoofer, que tiene un driver de 6.5 pulgadas. La amplificación es Clase D y cada altavoz ofrece 30 + 30 W RMS, más los 120 W del subwoofer. Un total de 360 W RMS o 720 W musicales.

En cuanto a los formatos, el We. BOOST es compatible con Dolby Atmos, Dolby Atmos Music, Dolby Audio, Dolby Digital, Dolby Digital Plus, PCM y Dolby True HD. Es decir, Loewe se ha olvidado de los formatos de DTS. Pero tiene una explicación. Y es que, como ya he adelantado, los altavoces se conectan al televisor mediante un pequeño dongle con conectividad HDMI. Ese dongle no tiene entrada HDMI, así que todo se basa en el HDMI eARC.
Es sin duda una decisión de marca, pero yo, al igual que comenté en el análisis de la Sonos ARC Ultra, sigo sin entenderla. Que un sistema de sonido lo confíe todo a la conexión HDMI ARC supone una limitación tremendamente importante hoy en día, ya que los televisores siguen sin aceptar, en su gran mayoría, el paso de señales de audio HD, especialmente cuando hablamos de los DTS HD. Es cierto que los formatos de Dolby cada vez son más aceptados, pero el DTS sigue siendo una asignatura pendiente de los fabricantes de teles.
No tener conexión HDMI extra además de la que va al televisor supone, por si alguien no lo ha entendido, no poder conectar ningún tipo de reproductor externo directamente al We. BOOST. Lo que sí incorpora el dispositivo es una entrada de audio analógica y una salida de auriculares de 2.5 mm que hace las funciones de Center out (para usar un televisor Loewe como altavoz central). También cuenta con Bluetooth 5.4, compatible con los códecs A2DP, AVCTP, AVDTP, AVRCP y HFP.
Calidad de sonido
Loewe destaca que una de las características más importantes del We. BOOST es que se trata de un sistema totalmente Plug and Play. Lo único que tendremos que hacer es colocar cada altavoz en su posición correcta, algo súper sencillo porque vienen perfectamente etiquetados para saber dónde va cada uno, como ya he comentado. Y lo cierto es que es así, simplemente conectando cada altavoz a la corriente eléctrica el sistema se sincroniza y a funcionar.

Pero espera un momento, si el dongle se queda en la parte de atrás del televisor y no tenemos ningún dispositivo de conexión, ¿cómo podemos ver los ajustes de los altavoces? Pues resulta que ese mando a distancia del que os he hablado en el apartado de diseño tiene una pequeña pantalla en la parte superior, la cual nos va a servir para configurar los pocos ajustes que nos ofrece el sistema.
¿Qué podemos hacer? Pues bien, tenemos un botón en la parte superior izquierda del mando que nos permite cambiar entre los tres modos de sonido que ofrece el We. BOOST: Surround, Dual Stereo y Night Mode. Por otro lado, podemos cambiar entre las entradas del sistema, es decir, HDMI, Aux y Bluetooth.
Y además tenemos un botón en forma de rueda dentada que nos permite cambiar algunos ajustes básicos. Aquí tenemos las opciones de Bass, Treble, la posibilidad de cambiar el volumen de los diferentes canales, una opción para configurar la distancia y una opción que nos permite activar y desactivar el Fast Boot, es decir, el arranque rápido. Las opciones más interesantes son, sin duda, el poder alterar el volumen de los canales de forma independiente y el poder también cambiar la distancia de los altavoces de forma independiente para que el sonido se ajuste algo más a nuestra sala. Y es que el We. BOOST no incluye ningún tipo de calibración.

Dicho esto, ¿qué tal suena el We. BOOST? La calidad de sonido general es bastante buena, aunque con algunos matices que ahora vamos a ir viendo. El efecto envolvente está bastante logrado, ya que los altavoces posteriores tienen bastante presencia. Puede incluso que quizás demasiada si los tienes relativamente cerca, para lo que es muy conveniente configurar las distancias. El efecto Atmos se aprecia un poco menos, ya que el sistema lo intenta pero no consigue crear esa «cúpula de sonido» que buscan este tipo de dispositivos.
En cuanto al subwoofer, ofrece unos graves potentes, aunque en algunas ocasiones me ha dado la sensación de no estar bien integrados con el resto del conjunto. De hecho, he tenido que bajar varios puntos el subwoofer porque muchas veces «se come» el resto de altavoces y el bajo pasa a ser predominante. Por suerte, es algo que se puede solucionar, como digo, ajustando el nivel del sub (y lo cierto es que es algo bastante habitual en este tipo de sistemas).
Pero quizás lo que menos me ha gustado del We. BOOST sea la reproducción de los diálogos. Aunque debo hacer una diferenciación. Y es que, viendo la TDT por ejemplo, cuya emisión de sonido es un 2.0 generalmente, las voces se oyen bastante bien. Así que para ver programas de televisión, ningún problema. Pero cuando reproducimos contenido multicanal, por ejemplo de alguna plataforma, el diálogo se queda un poco «escondido» tras los sonidos fuertes y, en ocasiones, se hace complicado entenderlo.

Ocurre más en contenido Dolby Atmos que en contenido Dolby Digital Plus 5.1 por ejemplo. Por suerte tenemos disponible la posibilidad de ajustar los niveles de los diferentes altavoces desde el mando y conseguir ese equilibrio que se busca entre diálogos y efectos. Si dejamos el sonido «de serie» tendremos que subir mucho el volumen para escuchar bien los diálogos y cuando haya alguna explosión o similar nos pegará un susto importante. Pero si dedicamos unos minutos a configurar bien los volúmenes y las distancias, podemos mejorar bastante el sonido.
Todo lo comentado aplica al Modo Surround, ya que es el que debemos utilizar para ver películas y series. Si aplicamos el Modo Dual Stereo tendremos el mismo sonido en los altavoces delanteros y en los traseros, es decir, si por ejemplo estamos viendo la tele escucharemos el programa por los cuatro altavoces, lo cual se hace raro. Es un modo pensado para escuchar música y tener un mejor sonido cuando estamos moviéndonos por la sala.
El Night Mode es un modo pensado para no molestar por las noches, así que rebaja drásticamente la dinámica, priorizando los diálogos. Pero no me parece una buena solución para el tema de diálogos que comentaba anteriormente, ya que se pierde gran parte de la «espectacularidad» de los efectos. Aún así, es una buena idea incluir este modo para cuando queremos ver algo sin molestar.
Conclusiones y precio

El Loewe We. BOOST es un sistema de cine en casa bastante interesante, aunque con sus «cositas». Creo que está pensado para el que busca mejorar el sonido del televisor sin complicarse demasiado, un usuario que, generalmente, como mucho va a utilizar las plataformas de streaming. La calidad de sonido que ofrece es buena, aunque en mi opinión es inferior a la que ofrecen dispositivos como el de Sony (que tiene un precio muy superior) o las barras de sonido tope de gama de Samsung o LG.
A mí personalmente que no cuente con una entrada HDMI extra además de la eARC me parece un error, pero es cierto que no todo el mundo cuenta con reproductores multimedia externos o con la necesidad de poder reproducir sonidos HD. Por otro lado, siendo un dispositivo tan pensado para la facilidad de uso, el sonido «de serie» no es el mejor, teniendo que «jugar» muchos con los ajustes para conseguir un buen equilibrio entre voces y efectos.
Y, ¿qué hay del precio? Pues el Loewe We. BOOST está a la venta con un precio oficial de 999 euros. ¿Es un precio alto? Bueno, en realidad está dentro de lo habitual en este tipo de sistemas. El Sony BRAVIA Theatre Quad es bastante más caro y además no incluye subwoofer, disparando el precio todavía más si lo adquirimos por separado. En cuanto a las barras de sonido, tanto la nueva Samsung Q990F como la LG S95TR son más caros de lanzamiento, aunque es cierto que tienen ofertas más potentes a lo largo del año. Aunque eso sí, son bastante más aparatosas.