Pues sí, lo que hace apenas unos años parecía ciencia ficción, ya tiene fecha: 2026 será el año en que veamos por fin los primeros monitores gaming con tasa de refresco de 1000 Hz. Y mucho ojo, no estamos hablando de experimentos de laboratorio ni de prototipos con luces y espejos, sino de modelos comerciales firmados por marcas tan conocidas como AOC o AntGamer, que ya tienen sus planes bastante encarrilados.
¿Y qué significa eso de 1000 Hz? Pues que el monitor actualiza la imagen 1000 veces por segundo, lo que a nivel de fluidez es una auténtica barbaridad. Para que te hagas una idea, la mayoría de teles actuales siguen funcionando a 60 o 120 Hz… y algunos monitores gaming top alcanzan los 360 Hz o 500 Hz como tope. Así que hablamos de doblar ese techo y entrar en una nueva liga en cuanto a suavidad de movimiento, sobre todo en juegos competitivos del estilo Counter-Strike 2 o PUBG.
Ahora bien, como siempre pasa en tecnología, una cifra impactante no lo es todo. El refresco es importante, sí, pero hay otros factores que influyen muchísimo en cómo vemos realmente el movimiento en pantalla. Y es ahí donde está el meollo del asunto: ¿merecerá la pena apostar por un panel TN de 1000 Hz frente a un OLED de 500 o 720 Hz? Vamos a verlo con calma.
1000 Hz: la carrera por la fluidez total está que arde

La marca que más ha llamado la atención con esta locura de los 1000 Hz ha sido AntGamer, un fabricante chino que, junto a AMD, está trabajando en un monitor que alcanzará esa tasa de refresco mítica, pensado especialmente para eSports. Lo poco que sabemos es que usará un panel TN LCD, con inserción de marco negro (Black Frame Insertion) y algún tipo de dimming zonal por LED, algo que recuerda más a las teles que a los monitores gaming tradicionales.
Por su parte, AOC también tiene planes bastante ambiciosos. Según filtraciones de su hoja de ruta para 2026, van a lanzar un monitor de 27 pulgadas con dos modos distintos: 500 Hz a resolución QHD o 1000 Hz a resolución Full HD (1080p). No está del todo claro si usará un panel LCD convencional o se animarán con OLED, pero desde luego parece que quieren entrar en el club de los 1000 Hz sí o sí.
Y por si fuera poco, también tienen en el horno otro monitor de 27 pulgadas con 360 Hz y la tecnología Nvidia G-Sync Pulsar, que según dicen puede simular una “sensación de 1000 Hz” mediante mejoras de claridad en el movimiento. Eso sí, el G-Sync Pulsar ha tenido varios retrasos y todavía está por ver si es algo que de verdad mejora la experiencia… o solo es un nombre molón más para añadir a la caja.
Ahora bien, ¿realmente notaremos esa diferencia entre 500, 720 o 1000 Hz? Aquí viene el dato clave: el tipo de panel importa casi tanto como la tasa de refresco. Y aunque los TN son rápidos como rayos, suelen tener peor color, peores ángulos de visión y mucho menos contraste que un OLED o incluso un buen IPS.
¿Y si ya tenemos OLEDs que se ven mejor incluso con menos Hz?

Vamos a hablar claro: que un monitor llegue a 1000 Hz no significa automáticamente que se vaya a ver mejor que uno OLED de 480 o 500 Hz. Parece una locura, lo sé, pero la cosa no va solo de cifras. Los OLED tienen una respuesta casi instantánea y muchísima menos persistencia de imagen, así que a la práctica necesitan muchos menos hercios para ofrecer una nitidez de movimiento brutal.
Por eso, aunque el número de 1000 Hz impresione, la experiencia visual puede seguir siendo más top en un buen OLED, con sus colores más ricos, negros de verdad, mejor contraste y unos ángulos de visión que ya quisiera cualquier TN, incluso de gama alta. Y encima, sin tener que forzar el BFI, que no a todo el mundo le gusta.
Y ojo, que no solo es cosa de refresco: la resolución también importa, y mucho. Muchos de estos monitores que prometen los 1000 Hz tienen truco, porque para llegar a esa cifra sacrifican resolución. El de AOC, por ejemplo, solo alcanza 1080p en su modo más rápido, lo cual… pues sí, sabe a poco. Sobre todo en 2026, cuando hasta los móviles de gama media ya te sacan resoluciones 2K o incluso 4K.
Otro punto importante: la conectividad tiene que estar a la altura. No vale cualquier cable ni cualquier puerto. Por ejemplo, DisplayPort 2.1 aguanta los 1000 Hz a 1080p, pero necesitas usar compresión (DSC) y se queda sin HDR, lo que es un bajón. Por otro lado, el nuevo HDMI 2.2 apunta maneras con sus 96 Gbps, más que los 80 de DisplayPort, así que igual por ahí nos llega alguna solución más “limpia” en los próximos modelos.
Y mientras tanto, TCL ya enseñó un panel 4K a 1000 Hz en mayo de 2024. Ahí es nada. Está claro que la carrera ha empezado y va a toda pastilla, y todo apunta a que en el CES de enero de 2026 vamos a ver movida gorda. Así que si estás pensando en cambiar de monitor… igual te merece la pena esperarte unos mesecitos más.
Porque sí, los 1000 Hz van a ser un hito importante, sobre todo para quienes juegan competitivo y buscan rascar cada milisegundo. Pero tampoco hay que volverse loco: lo que de verdad cuenta es el conjunto. No se trata solo de poner un número en la caja y fardar en foros. Se trata de que el monitor que elijas te dé una experiencia real, fluida, con buena imagen y sin compromisos raros.
Y como pasa siempre en este mundillo… esto es solo el principio. Habrá que ver cómo evolucionan estos primeros modelos, qué tal rinden de verdad y si acaban marcando el camino o no. Pero una cosa es segura: la batalla por el motion perfecto no ha hecho más que empezar.




