Hay series que llegan a Netflix sin hacer mucho ruido, pero que de repente te atrapan, te enganchan, te dejan pensando… y cuando te das cuenta, ya te has ventilado los seis episodios. Pues eso es exactamente lo que pasa con Indomable, una miniserie intensa, pausada pero hipnótica, que mezcla el misterio oscuro de True Detective con la belleza salvaje de Yellowstone.
Naturaleza, secretos familiares, una investigación policial que se va torciendo… ¿Te suena? Pues sí, estamos ante una historia que bebe directamente del noir americano más profundo, pero que tiene también ese punto de western moderno que tanto nos gusta. Y lo mejor de todo: son solo seis episodios, lo que la convierte en la serie perfecta para devorar en un fin de semana o incluso en una sola noche de sofá, manta y palomitas.
En España se llama Indomable, pero su título original es Untamed. No te preocupes si no has oído hablar de ella todavía: no ha tenido una promoción enorme, pero el boca a boca empieza a hacer su magia, y es que los que ya la han visto no paran de recomendarla. Si te gustan los thrillers con alma, los paisajes imponentes y las historias que se cocinan a fuego lento, Indomable es tu serie.
Un thriller introspectivo con aroma a True Detective
Desde el primer minuto, Indomable deja claro por dónde va. Nada de prisas. Nada de efectos innecesarios. Aquí lo que manda es la atmósfera, los silencios, y esa sensación constante de que algo no encaja. Kyle Turner, interpretado por un siempre sólido Eric Bana, es un agente del Servicio de Parques Nacionales destinado en el Parque Yosemite. Le encargan investigar la muerte de una mujer que supuestamente cayó por un acantilado. Pero, claro, cuando empiezas a rascar un poco, descubres que nada es lo que parece.
La estructura es muy True Detective temporada 1: un policía atormentado, un entorno aislado, una muerte que destapa otras muchas cosas que llevaban años enterradas. Pero no es una copia. Al contrario. Indomable toma inspiración y luego va por su propio camino, más íntimo, más emocional. Hay algo casi espiritual en el modo en que se cuenta la historia. La naturaleza no es solo el decorado: es casi un personaje más. Un testigo silencioso de lo que ocurre entre los humanos.
Y es que la serie toca temas potentes: traumas familiares, la culpa, la redención, y todo eso sin subrayarlo ni hacerlo obvio. Aquí nadie te dice lo que tienes que pensar. La historia fluye y te va atrapando casi sin darte cuenta. Para cuando llegas al episodio 3, ya estás metido hasta el fondo.
Si echabas de menos los paisajes de Yellowstone, esto te va a encantar
Visualmente, Indomable es una delicia. Yosemite se convierte en un protagonista más, con sus bosques infinitos, sus montañas imponentes, sus luces doradas al atardecer… Cada plano es una postal. Y aunque aquí no hay ranchos ni sombreros de vaquero como en Yellowstone, hay una conexión clara: la fascinación por la tierra, por lo salvaje, por ese Oeste americano que sigue escondiendo secretos.
Lo que cambia es el tono. Indomable es más sobria, más contenida. No hay enfrentamientos entre familias por la herencia de la tierra, sino una lucha mucho más personal: la de Kyle consigo mismo, con su pasado, con la soledad. Y eso le da una profundidad que engancha.
Además, la duración juega muy a su favor. Seis episodios bien medidos, sin relleno, sin giros absurdos ni cliffhangers forzados. Una historia que se cuenta con calma, pero que nunca se estanca. Justo lo que muchos echamos de menos en las series actuales, que a veces parece que solo buscan el “shock” en lugar de construir una narrativa sólida.
Y ojo, que el momento del estreno no es casualidad. Netflix acaba de sumar también la temporada final de 1923, la precuela de Yellowstone, así que si eres fan del universo Taylor Sheridan y te has quedado con ganas de más, esta es una alternativa perfecta: menos espectacular, pero más íntima y redonda.
Indomable, una joyita para descubrir sin prisa pero sin pausa en Netflix
Estamos ante una de esas series que quizás no encabecen el top 10 de Netflix esta semana, pero que va ganando terreno con el boca a boca. Y con razón. Porque cuando una serie tiene buena historia, buen guion, buenas interpretaciones y un envoltorio visual impecable, no necesita artificios.
Indomable es una joyita escondida, un thriller que se cuece a fuego lento y que deja poso. Si te gustan las historias con alma, si echas de menos el True Detective bueno (sí, el de McConaughey y Harrelson), y si no te cansas de perderte en los paisajes del oeste americano, esta serie es para ti.
Así que ya sabes: abre Netflix, busca Indomable, y prepárate para una experiencia intensa, emocionante y muy, muy recomendable. Y luego, si te pasa como a nosotros, volverás al primer episodio para captar todos los matices que se te escaparon la primera vez.
