Si hay un género que triunfe en las plataformas de streaming, además de la ciencia ficción, que es la reina por excelencia, es el drama bélico. Y es por eso por lo que en todas las plataformas que encontramos actualmente tenemos alguna miniserie, serie o película de drama bélico que no hay que dejar de ver. Y en Movistar Plus+ se trata de ‘El camino estrecho‘, una ficción creada por Justin Kurzel (‘Assassin’s Creed’) a partir de la novela de Richard Flanagan. Este drama bélico tiene muchas papeletas para convertirse en una miniserie de cabecera, por lo que te recomendamos añadirla a tu lista de pendientes, especialmente porque tiene una duración bastante corta y podrás verla en un solo día.
Esta miniserie bélica de Movistar Plus+ está muy cuidada, con una fotografía muy trabajada y con un elenco que no tiene ningún tipo de desperdicio. La serie es una de esas producciones en lo que todo está bien y nada ha fallado a la hora de hacerla.
Ahora bien, ¿Cuál es la trama de este drama bélico disponible en Movistar Plus+? A continuación conocemos más de esta miniserie de la plataforma de streaming.
‘El camino estrecho’, un drama bélico indispensable en Movistar Plus+

Ambientada en el convulso año de 1943, en el corazón mismo del teatro del Pacífico durante la Segunda Guerra Mundial, la miniserie británica producida por la BBC, en España disponible a través de Movistar Plus+, nos sumerge con crudeza en la vida de los prisioneros de guerra aliados capturados por el Imperio japonés.
A través de cinco intensos episodios, seguimos la historia de Dorrigo Evans (interpretado por Jacob Elordi), un oficial médico australiano forzado a trabajar en condiciones infrahumanas en la construcción del tristemente célebre ferrocarril entre Tailandia y Birmania, una obra conocida por su brutal coste en vidas humanas.
La serie no solo retrata la dureza del cautiverio, la violencia y el colapso físico y moral de los prisioneros, sino que también pone el foco en los dilemas éticos que se plantean en el infierno de la guerra, elevando su tono más allá del simple relato bélico.
Al mismo tiempo, el drama psicológico del protagonista cobra una dimensión íntima que contrasta con la brutalidad del entorno. Dorrigo vive atrapado entre el instinto de supervivencia y el peso del recuerdo de Amy (Odessa Young), la esposa de su tío, con quien mantuvo un apasionado romance antes de ser enviado al frente.
El encuentro fortuito entre ambos en una librería desencadenó una historia de amor prohibido que, pese al tiempo y a su matrimonio con otra mujer, permanece como una obsesión que le da sentido y lo atormenta en igual medida. Este conflicto interno, entre el deber, la pasión y la culpa, añade una capa emocional profunda a un relato que ya de por sí refleja con realismo descarnado los horrores de la guerra y la fragilidad de la condición humana bajo presión extrema.
Una miniserie de ‘sobresaliente’

Los espectadores que ya han tenido la oportunidad de ver la serie coinciden en calificarla como «una experiencia visual casi perfecta» y «de una calidad sobresaliente«. En plataformas especializadas como en FilmAffinity, la miniserie tiene una nota de 6,3, que no está nada mal teniendo en cuenta la exigencia de aquellos que suelen votar en esta plataforma.
En definitiva, ‘El camino estrecho‘ parte de una combinación de elementos narrativos con un alto potencial dramático: el telón de fondo de una guerra cruenta, una historia de amor marcada por la imposibilidad, el peso de la culpa y la memoria, y un subtexto de dilemas morales no resueltos. Todo ello apunta a una ambición clara por construir una gran obra. Sin embargo, pese al fervor que ha despertado en parte del público, el resultado final adolece de una cierta desconexión emocional.
La miniserie parece más interesada en construir una atmósfera solemne y en subrayar su relevancia temática que en desarrollar una narración genuinamente reveladora. El exceso de contención y una puesta en escena demasiado calculada diluyen el impacto de una historia que, en otras manos, quizá habría resultado más conmovedora y menos predecible. Lo que queda es una obra que visualmente es impecable, pero un poco insípida a la hora de hablar de emociones.