Sonido y simplicidad… eso es lo que ofrece el nuevo Musical Fidelity B1xi. El nuevo amplificador del conocido fabricante se olvida del WiFi, de las aplicaciones, de los sistemas Multiroom y demás para ofrecer simple y llanamente amplificación. El nuevo B1xi es una versión moderna del B1 original, un amplificador que Musical Fidelity lanzó en los 90. Es el primer modelo de la renovada Serie B y su lanzamiento está previsto para este mismo mes.
El Musical Fidelity B1xi se centra en un rendimiento analógico sencillo y de alta calidad: sin streaming integrado, sin pantalla táctil ni aplicaciones. El fabricante apuesta por una filosofía de diseño que prioriza el sonido y la durabilidad. Si buscas un amplificador que simplemente cumpla la función de amplificar, sin intentar abarcar todo lo demás, este podría ser tu equipo ideal. Vamos a echar un vistazo a sus características.
Musical Fidelity B1xi: pura amplificación
El Musical Fidelity B1xi equipa amplificación de Clase A/B totalmente discreta que genera 60 vatios por canal a 8 ohmios, 100 vatios a 4 ohmios y hasta 140 vatios a 2 ohmios. Esto es más que suficiente para manejar la mayoría de los altavoces con comodidad, incluidos algunos de los más exigentes.
Para ofrecer esa potencia constante, el B1xi incluye un potente transformador toroidal y fuentes de alimentación independientes para el preamplificador, el amplificador de potencia y las secciones digitales. Este diseño no es solo estético, sino que permite que cada sección del amplificador funcione sin interferencias, lo cual es especialmente importante al gestionar picos dinámicos repentinos o cargas de baja impedancia.
El preamplificador del B1xi tampoco escatima en prestaciones. Cuenta con su propia fuente de alimentación lineal dedicada y utiliza un control de volumen analógico motorizado clásico en lugar de un control de volumen digital. Esto significa que la señal se mantiene analógica desde la entrada hasta el final, evitando la pérdida de resolución que puede producirse al ajustar el volumen digitalmente.
También incluye una etapa de phono MM integrada, que ofrece a los amantes del vinilo una opción plug-and-play sin necesidad de un preamplificador independiente. Musical Fidelity la ha optimizado para un bajo nivel de ruido y una alta ganancia, así que si usas una cápsula de imán móvil, estás cubierto. Y si estás construyendo un sistema más complejo, incluye una salida de previo para conectar un subwoofer o añadir otro amplificador para biamplificación.
Aunque el B1xi se centra en el rendimiento analógico, también cuenta con entradas digitales. Si echamos un vistazo a la parte trasera encontramos entradas coaxiales y ópticas, HDMI ARC y Bluetooth 5.1. Estas entradas se gestionan mediante un DAC dedicado que utiliza el reconocido chip DAC ESS9018, el mismo que se encuentra en los equipos digitales de gama alta de Musical Fidelity.
Todos los componentes digitales están separados física y eléctricamente de los circuitos analógicos. Cada sección digital cuenta incluso con su propia fuente de alimentación para evitar interferencias (especialmente ruido de radiofrecuencia) en la ruta de la señal. Es un diseño inteligente, especialmente si te preocupa mantener un rendimiento analógico limpio sin dejar de usar fuentes digitales.
También se incluye una salida USB-C de 5 V, no para reproducción de audio, sino para alimentar un transmisor externo. Es una buena forma de poder utilizar la solución de streaming que más nos guste (como un WiiM, una Raspberry Pi o un Bluesound Node) y mantenerla separada del amplificador. Es una solución práctica que permite actualizar las fuentes digitales más adelante sin tocar el amplificador principal.
Esto nos lleva a lo que no tiene el B1xi. No tiene wifi integrado. No tiene pantalla. No tiene aplicaciones o sistema operativo. Según Musical Fidelity, la tecnología de streaming evoluciona demasiado rápido como para integrarse en algo que dure 10, 20 o incluso 30 años. Las pantallas pueden fallar, las aplicaciones dejan de actualizarse y los sistemas todo en uno tienden a recortar gastos para dar cabida a esos extras. Al prescindir de estos elementos, la compañía afirma que puede invertir más en lo que realmente importa: fuentes de alimentación, componentes analógicos y calidad de fabricación.
En cuanto al diseño, el nuevo B1xi luce un aspecto muy similar al de otros dispositivos de Musical Fidelity. Se ve y se siente como un componente de alta fidelidad clásico. Tiene un chasis totalmente metálico, un panel frontal de aluminio sólido y perillas metálicas robustas que parecen hechas para ser giradas durante décadas. No tiene nada de llamativo, pero esa es la idea.
Este equipo está diseñado para que se quede en tu rack o mueble AV y cumpla su función sin llamar la atención. No tendrás que preocuparte por actualizaciones de firmware, ni por su compatibilidad con los nuevos servicios que aparezca en el mercado, ni por tus hábitos de streaming; solo te ofrece amplificación y lo demás lo podrás cambiar según lo necesites.
Resumiendo, un amplificador que se centra en ser confiable y ofrecer un excelente sonido, funcionando a la perfección tanto con los equipos que ya tienes como con los que aún no has comprado. El Musical Fidelity B1xi se pondrá a la venta durante el mes de agosto con un precio oficial de 799 euros.
