Lo que antes escuchábamos de fondo mientras fregábamos los platos, ahora quiere ocupar su sitio en la pantalla grande del salón. Y es que Netflix ha sorprendido a todos con una jugada que nadie tenía en sus quinielas: ha cerrado un acuerdo con Spotify para llevar los podcasts en vídeo directamente a su plataforma. Sí, como lo lees. La app que asociamos con música y la que nos da nuestras dosis de series y pelis se han unido para cambiar cómo consumimos este tipo de contenido. Y lo cierto es que tiene todo el sentido del mundo.
El movimiento, que arrancará en Estados Unidos a principios de 2026, irá expandiéndose poco a poco a otros países. Netflix estrenará una selección de los podcasts en vídeo más populares de Spotify, empezando por títulos como The Rewatchables, The Bill Simmons Podcast o Conspiracy Theories. Y aunque por ahora se mantendrán también en Spotify, lo curioso es que su presencia en YouTube podría ir reduciéndose. Así que si eres de los que se pone un podcast en la tele para acompañar las cenas o las tardes de sofá, prepárate para verlos dentro de Netflix.
Es un cambio de rumbo interesante por parte de Netflix. Durante años se han centrado en producciones carísimas, dramas originales y documentales con factura cinematográfica. Pero ahora han visto que hay otra forma de mantenernos enganchados: tirar de contenido más barato de producir, pero igual de adictivo. Y ahí los podcasts en vídeo entran como anillo al dedo. No necesitas decorados de cine, ni efectos especiales, solo una buena conversación y un tema que enganche.
De fondo a primer plano: así quiere Netflix transformar el podcast en televisión de verdad
La clave de esta alianza no es solo la suma de dos gigantes. Es un síntoma claro de hacia dónde se está moviendo el público. Según estudios recientes, un 72% de los oyentes de podcast prefieren tener también vídeo. Queremos ver las caras, los gestos, ese momento en el que el invitado suelta una bomba y todos se miran con cara de “¿acaba de decir eso?”. El vídeo le da una nueva capa al contenido, lo hace más humano, más visual, más «televisivo».
Y eso Netflix lo ha olido rápido. Al incorporar estos programas en su plataforma, gana horas y horas de contenido que cuesta una fracción de lo que vale una serie de acción con persecuciones y helicópteros. Pero además, se asegura una oferta variada que puede funcionar incluso mejor en los famosos “momentos muertos” del espectador. No tienes tiempo ni cabeza para ver un capítulo entero de tu serie, pero sí te apetece poner un podcast de 20 minutos sobre teorías locas o NBA. Y ahí está Netflix, con el play preparado.
Por su parte, Spotify también sale ganando: sus creadores ahora tienen un escaparate aún mayor. Porque aunque Spotify ya es fuerte en el mundo del podcast, Netflix tiene una ventaja brutal: vive en los televisores de medio mundo. Así que si esto funciona, podemos esperar que los podcasts empiecen a ser un formato más común en los salones, no solo en auriculares o móviles. Es más: si esta fórmula cuaja, no sería raro ver a otras plataformas como Disney+, Amazon o incluso Apple TV siguiendo el mismo camino.
Esto también puede suponer un problema para YouTube, que hasta ahora era el lugar natural de los podcasts con vídeo. Si Netflix empieza a quitarle terreno en este tipo de contenidos, podríamos ver a muchos creadores migrando hacia donde están los acuerdos y las audiencias. Y si encima les pagan mejor o les dan más visibilidad, el éxodo podría ser importante.
Por ahora, no hay fechas para la llegada a España, pero si el experimento funciona en EE.UU., es cuestión de tiempo. Y personalmente, me parece un movimiento muy interesante. Porque no todos los días puedes pasar de ver The Crown o Stranger Things a un podcast de basket o de crímenes sin salir de la misma app. Lo dicho: lo que antes era ruido de fondo, ahora quiere convertirse en protagonista del salón. Y si algo tiene Netflix, es que sabe cómo ponerte algo que no sabías que te apetecía… hasta que te engancha.