Quizá no es el mejor momento para comprar un ordenador o una tarjeta gráfica, pero quizá es el mejor momento para abordar una cuestión importante. Cuando quieres comprar un ordenador gaming es probablemente que te hayas encontrado con dos opciones principales: un sobremesa o un portátil.
Yo mismo he tenido y tengo ambos formatos. Para empezar, en el año 2022 me compré un ordenador portátil de la marca Victus, que incluía una RTX 3050, y hace relativamente poco adquirí un ordenador sobremesa que incorpora una RTX 4060, por lo que tengo experiencia en estos dos formatos, y te puedo decir claramente que debes siempre apostar por la sobremesa.
Y no, una RTX 5060 de sobremesa no es lo mismo que una RTX 5060 de portátil, mismamente porque no son la misma tarjeta gráfica ni mucho menos.

¿Por qué no son las mismas gráficas?
Voy a seguir con el ejemplo de esta gráfica. Si echas un vistazo a las especificaciones más concretas, o a la propia web de NVIDIA, podrás ver que hay una distinción. La versión de sobremesa se especifica directamente como RTX 5060, mientras que la de portátil es más conocida como RTX 5060 Mobile, y esto no es solo un apelativo para saber que es de ordenadores portátiles.
En las mismas especificaciones tenemos numerosos cambios. Aunque ambas pertenecen a la arquitectura Blackwell 2.0, la verdad es que en el resto de elementos son muy diferentes. La versión de sobremesa consume bastante más, incluso prácticamente duplica en Teraflops a la de portátiles. Por no seguir poniéndonos técnicos, esto supone alrededor de un 30% más de potencia, lo que se terminar traduciendo en entre 10 y 30 FPS más en juegos para la versión de sobremesa, todo ello con un precio bastante similar.
Ahora bien, llegados a este punto te preguntarás por qué ocurre esto, y es porque sencillamente estamos hablando de una cuestión de tamaños y potencia. Un ordenador de sobremesa puede consumir bastante, dependiendo de su fuente de alimentación, pero también es mucho más fácil de refrigerar al tratarse de cajas bien refrigeradas. En ordenadores portátiles tenemos un formato mucho más cerrado y bastante predispuesto a sobrecalentarse, razón por la que no pueden utilizar mucha potencia.
Esto se puede ver reflejado en las temperaturas. Mientras que los 80 grados para una tarjeta gráfica de sobremesa suele significar un uso muy prolongado al 100% de uso e incluso una mala refrigeración, en ordenadores portátiles es una temperatura realmente normal a la hora de ejecutar videojuegos potentes. Y por supuesto, esto no significa que sean totalmente inmunes a los estrangulamientos por temperatura.

¿Merece la pena comprar un portátil para gaming?
Además del mío propio, he usado muchos ordenadores portátiles gaming, y la verdad es que no te recomendaría que apostaras por ellos. Suelen rondar el mismo precio que un sobremesa con la misma gráfica, siendo capaz de ofrecer menores tasas de frames en todos los casos, y además tienen una vida útil más limitada por varias razones.
En sobremesa puedes cambiar componentes para ir mejorando poco a poco tus capacidades, pero en portátiles esto es algo más limitado. Solo sueles poder cambiar la memoria RAM y el almacenamiento, y una tarjeta gráfica, especialmente la gama media/baja suele ser lo que más rápida se queda anticuado. Asimismo, suelen ser ordenadores portátiles que cuentan con baterías bastante escasas, y cuyo rendimiento sin estar conectado a la corriente suele ser escaso, por no decir ridículo.
Ahora bien, sabiendo todo esto, y teniendo en cuenta que estás pagando un sobrecoste simplemente por la pantalla y porque sea portátil, la verdad es que puede ser una alternativa si es que no puedes instalar tu propio ordenador de sobremesa, ya sea por espacio o por cualquier otra razón.




