Hay monitores buenos, monitores profesionales… y luego está lo que acaba de preparar ASUS para este mes de octubre. Si eres editor, colorista o simplemente trabajas con imagen al más alto nivel, el nuevo ASUS ProArt PA32KCX apunta a ser el monitor definitivo para ti. Eso sí, prepara la cartera, porque en España rondará los 8.000 a 9.000 euros cuando llegue oficialmente a tiendas, aunque todavía no tenemos el PVP cerrado del todo.
Este monitor ya se dejó ver a principios de año en el CES 2025, pero ha sido ahora, en pleno octubre, cuando ASUS ha confirmado que su lanzamiento está al caer. Y ojo, que no estamos hablando de una pantalla cualquiera. Este ProArt viene con todo lo que puedes esperar en un entorno profesional: resolución 8K real (7680 x 4320 píxeles), tecnología MiniLED con miles de zonas de atenuación, y unas cifras de brillo y color que marean. Literalmente es un capricho técnico pensado para gente que vive de la precisión visual.
No es un producto para ver la última serie de moda ni para jugar al Fortnite en 8K. Es, directamente, una herramienta de trabajo para estudios serios, para gente que retoca a nivel quirúrgico, o que necesita ver hasta el último matiz de color sin fallos. ¿Lo mejor? Que viene listo para usar sin tener que calibrar nada.
Más de 4.000 zonas Mini-LED, 8K y colorímetro integrado: ASUS va a por todas
Vamos por partes, porque este monitor es para tomárselo con calma. Para empezar, la resolución es una locura: 8K en 32 pulgadas, lo que significa que vas a ver absolutamente todo con una nitidez brutal. Ya sea para trabajar con vídeo en altísima definición o para fotografía de gran formato, aquí tienes la definición más alta del mercado profesional actual. Y para que esa calidad se vea de verdad, ASUS ha montado una retroiluminación Mini-LED con 4.032 zonas de atenuación local. Traducido: negros profundos, control milimétrico del contraste y un brillo que puede alcanzar los 1.200 nits en picos y mantenerse en 1.000 nits de forma continua. Es ideal para trabajar con HDR real.
Pero si hablamos de calidad, toca hablar del color. Y ahí también va sobrado. El monitor cubre el 95% del espacio Adobe RGB y el 97% del DCI-P3, con una precisión de Delta E < 1 desde fábrica. ¿Y lo mejor? Que trae un colorímetro motorizado integrado, que se encarga de recalibrar los colores de forma automática. Nada de comprar accesorios externos ni andar con sensores por aquí y por allá. Además, es compatible con software como Calman o Light Illusion, así que vas a poder integrar tus flujos de trabajo sin problema.
Y como buen equipo ASUS ProArt, la conectividad no se queda atrás: dos puertos Thunderbolt 4 con carga de hasta 96W, DisplayPort 2.1, HDMI, hub USB completo, y funciones avanzadas como Picture-in-Picture (PiP), Picture-by-Picture (PbP) y conmutador KVM para controlar varios dispositivos desde el mismo teclado y ratón. Incluso trae una visera desmontable para evitar reflejos si estás trabajando con luz ambiental.
No es para todos, pero es probablemente lo mejor que puedes comprar
Ahora bien, que nadie se confunda: este monitor no es para todo el mundo. No es para montar una oficina en casa ni para ver vídeos en YouTube a 8K. Esto es para profesionales que trabajan con estándares altísimos, donde un color desviado puede suponer perder un cliente, o donde el detalle más mínimo en la imagen marca la diferencia entre un trabajo normalito o uno impecable.
Además, ASUS ha querido mimar un poco al comprador incluyendo una suscripción de tres meses a Adobe Creative Cloud, valorada en unos 397 euros, que se puede canjear hasta agosto de 2026. Así que si trabajas con Premiere, Photoshop o After Effects, lo vas a poder aprovechar desde el primer día.
Con todo esto encima de la mesa, el ASUS ProArt PA32KCX se postula como el nuevo estándar en monitores 8K, especialmente si trabajas con HDR, necesitas precisión absoluta y quieres una solución todo en uno, sin andar dependiendo de accesorios o calibraciones externas. El precio, por supuesto, será elevado: entre 8.000 y 9.000 euros en España, aunque todavía falta la confirmación oficial. Aun así, para quienes realmente lo necesitan, puede ser una inversión más que justificada.