Ya era hora. Desde hace años, una de las grandes asignaturas pendientes en el mundo de las pantallas OLED era el famoso emisor azul fosforescente. Todos hablaban de él, muchos prometían avances, pero lo cierto es que nadie había conseguido hacerlo viable para uso comercial real. Hasta ahora. La compañía surcoreana LORDIN acaba de anunciar que ya tiene listo su emisor azul fosforescente para AMOLED, y no solo eso: afirman que ya cumple los requisitos para lanzarse al mercado.
Y es que este tipo de emisor no es una moda ni una curiosidad técnica sin importancia. El OLED azul fosforescente es la última pieza del puzle para lograr una eficiencia energética mucho mayor, colores más precisos y pantallas que duren más sin quemarse ni perder brillo. Hasta ahora, el azul siempre ha sido el color más problemático en las OLED: se degradaba más rápido, era menos eficiente, y eso obligaba a comprometer parte del rendimiento de las TVs o móviles. Y tiene su lógica: el color azul necesita más energía que el rojo o el verde, y por eso es el primero en degradarse. Pero si este anuncio se confirma, estaríamos ante un salto muy importante en la evolución de los paneles OLED.
Lo curioso es que LORDIN no es una de las marcas más mediáticas del sector, pero llevan seis años desarrollando esta tecnología. Según cuentan ellos mismos, ya no hablamos de un azul experimental, sino de uno que puede plantarle cara a los emisores actuales y salir ganando en varios aspectos clave. Vamos a repasar todo lo que han contado, porque si esto se convierte en realidad, podemos estar ante uno de los avances más importantes para el OLED en años.
Así es el nuevo emisor OLED azul fosforescente de LORDIN
La tecnología en cuestión se llama Jetplex ZRIET, y es un emisor fosforescente azul basado en platino desarrollado íntegramente por LORDIN. Según la propia compañía, tras años de pruebas y mejoras, han logrado aumentar su estabilidad hasta niveles compatibles con un uso comercial en pantallas AMOLED. Esto significa que ya no hablamos de un concepto experimental, sino de un material que podría integrarse en paneles reales dentro de muy poco. Eso sí, hablamos de viabilidad comercial, no de producción en masa: por ahora no hay marcas confirmadas que vayan a integrarlo ni fechas oficiales.
Uno de los datos más potentes que han dado es que su emisor azul alcanza una eficiencia cuántica externa (EQE) superior al 20 %. Para que nos entendamos, esto mide la cantidad de luz útil que se genera en relación a la energía que consumes. Pero además, dicen que la vida útil del material es un 60 % superior a la de los emisores azules fosforescentes tradicionales. Eso sí, no aclaran exactamente con qué están comparando —y aquí conviene cogerlo con pinzas—, pero aún así, son cifras bastante prometedoras.
También han compartido que su emisor puede evaporarse a temperaturas mucho más bajas que los de otras tecnologías de molécula pequeña. Esto tiene una implicación directa: abarata el proceso de fabricación, reduce el consumo energético en producción y facilita su integración en procesos industriales ya existentes. A nivel técnico, también mencionan mejoras en dos aspectos clave: necesita menos voltaje para funcionar (lo que ayuda a ahorrar batería en móviles o consumo en televisores) y sufre menos degradación de eficiencia a alto brillo, lo que se conoce como roll-off. Es decir, cuando le exiges brillo de verdad, rinde mejor y aguanta más que otros emisores.
Pero bueno, ¿qué quiere decir esto para nosotros? Pues que si las marcas como LG, Samsung o Sony deciden apostar por estos emisores en sus futuras generaciones de paneles, podríamos ver pantallas OLED con colores más vivos, más eficientes y que duren más tiempo sin quemarse ni apagarse. Además, si el proceso de fabricación se simplifica como prometen, incluso podríamos ver una reducción de costes… aunque eso ya es otra historia.
En cualquier caso, esto no es humo, LORDIN dice haber completado la validación de viabilidad comercial, lo que quiere decir que su tecnología ya estaría lista para entrar en producción, si encuentran socios fabricantes que la adopten. Igualmente, hasta que no veamos a una gran marca integrando este emisor en sus paneles, conviene mantener un poco la calma. Aun así, lo importante es que el OLED azul fosforescente ya no es un sueño: es una realidad técnica lista para despegar.
