Si estás montando un cine en casa con proyector, ya sabrás que hay un paso crucial que muchos descuidan: la pantalla. Y es que por muy buen proyector que tengas, si no proyectas sobre una buena superficie… la experiencia se te viene abajo. ¿Has probado a proyectar directamente sobre una pared blanca? Funciona, sí, pero te estás perdiendo un montón de calidad de imagen, contraste y definición. Y ni te cuento si encima la pared tiene gotelé.
Así que claro, te pones a mirar pantallas de proyector, y ¡sorpresa! Las buenas cuestan un dineral. O no te caben. O no son enrollables. O no puedes agujerear la pared. O simplemente quieres algo más DIY, que puedas hacer tú mismo por mucho menos dinero pero sin perder calidad.
Pues bien, existen materiales caseros que funcionan de maravilla para hacer una pantalla de proyector. Lo importante es saber qué buscar: no todo lo blanco vale, no todo lo opaco sirve, y desde luego no todas las telas son iguales. Así que en este artículo te cuento lo que yo he probado, lo que mejor funciona, y también lo que debes evitar. Vamos allá.
Los mejores materiales para una pantalla de proyector casera (sin dejarte un riñón)

Cuando hablamos de proyectores, mucha gente se centra solo en los lúmenes o en si es 4K o Full HD. Pero te aseguro que la superficie sobre la que proyectas cambia por completo la experiencia. Si usas una buena tela, notarás más contraste, mejor uniformidad, menos brillos raros… ¡y hasta ganarás algo de nitidez! Así que vamos a ver los materiales más recomendables, uno por uno, desde lo más barato hasta lo más pro.
¿Qué características tiene que tener una buena pantalla casera?
Lo más importante es que el material sea mate (sin brillos), liso (sin textura visible), opaco (que no deje pasar la luz), neutro (ni cálido ni frío en color) y, sobre todo, que pueda tensarse fácilmente. Eso marca más diferencia que el propio material.
Tela blackout (también llamada “cortina opaca”): la reina de lo barato
Este es el material más utilizado por los que nos gusta el DIY. ¿Por qué? Pues porque es barata, se encuentra en casi cualquier sitio (Amazon, Leroy Merlin, tiendas de telas…) y además tiene varias ventajas que la hacen ideal:
- Es blanca y mate, con muy poca textura.
- Tiene una capa negra por detrás que impide que pase la luz.
- Se puede grapar o pegar fácilmente a un marco, o colgar con velcro o imanes.
Lo ideal es buscar una que sea lo más lisa posible y sin brillos. Si la tensas bien en un marco de madera (con grapas o pinzas), queda perfecta y no tiene nada que envidiar a muchas pantallas comerciales. Yo la he usado y te digo que por 15 o 20 euros puedes montarte una pantalla de cine muy decente.

Pantalla de Proyector 100 Pulgadas
Además, tiene un comportamiento de ganancia neutra (alrededor de 1.0), lo que significa que no altera la luminosidad ni el contraste natural de tu proyector, algo muy importante en configuraciones caseras.
Spandex o lycra blanca: cuando quieres algo profesional pero flexible

Este material es muy popular en foros de home cinema. ¿Por qué? Porque el spandex (o lycra) tiene una ventaja brutal: se tensa de maravilla. Es elástico, así que puedes dejarlo totalmente liso como un tambor, sin arrugas ni dobleces.
Eso sí, tiene un truco: lo mejor es usarlo en doble capa. Pones una tela blanca por delante (que es la que proyecta la imagen) y otra negra por detrás (para bloquear la luz). Así consigues una pantalla que no transparenta, y que encima puedes enrollar o desmontar fácilmente si la tienes en una estructura tipo bastidor.
Ojo con esto: no todas las lycras valen. Asegúrate de que sea mate y sin brillos, porque algunas tienen efecto satinado que da problemas con luces fuertes.
Muchos lo combinan con marcos de PVC o aluminio y queda espectacular. Además, es una opción muy buena si tienes altavoces detrás de la pantalla, porque el spandex deja pasar el sonido. Una pantalla acústicamente transparente por menos de 40 euros, ¿quién da más?
Lona PVC blanca mate: lo más parecido a una pantalla comercial
Aquí ya entramos en terreno más pro. Hay lonas de PVC específicas para proyección que imitan las pantallas comerciales, pero se venden por metros y puedes montártela tú mismo. Tienen un acabado blanco mate muy uniforme, y reflejan muy bien la luz sin provocar “hotspot” (ese brillo molesto en el centro de la imagen).
Suelen ser un poco más caras (rondan los 10 euros por metro cuadrado), pero si haces una pantalla fija con ellas, te aseguro que el resultado es casi indistinguible de una pantalla profesional. Es más: hay marcas que te venden la misma lona que usan en sus modelos más básicos.
¿El único problema? Que hay que tensarla muy bien. Si no, queda algo suelta o con arrugas. Pero si tienes algo de maña, te haces un marco de madera o metal y te montas una pantalla top por 40 o 50 euros.
Lo que NO debes usar si no quieres arruinar la imagen
Ahora que ya hemos visto lo que sí, toca hablar de lo que mejor evitar. Y créeme, te ahorrarás disgustos:
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Sábanas blancas
Es la primera idea que se le ocurre a todo el mundo, y también la peor. Las sábanas:
- Son demasiado finas y dejan pasar la luz.
- Tienen textura y pliegues difíciles de quitar.
- Y lo peor: suelen tener una ligera transparencia o tono azulado que destroza el contraste.
Solo úsalas si es para una emergencia o prueba puntual. Nada más.
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Telas brillantes o con satén
Este tipo de materiales parecen bonitos a la vista, pero producen reflejos y brillos raros. La imagen pierde uniformidad, y parece que el centro brilla más que los bordes. Mala idea.
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Pared con gotelé
Aquí no hay debate. El gotelé mata la nitidez y hace que cualquier imagen en 4K parezca de DVD. Si tienes gotelé, mejor usar una tela aunque sea colgada con pinzas.
Consejos finales para que te quede de cine

- La tensión es más importante que el material. Una tela mediocre bien tensada se verá mejor que una buena con arrugas.
- Si puedes, añade un marco negro alrededor de la pantalla. Aumenta la percepción de contraste y “enmarca” la imagen.
- No subestimes el poder de una buena pared oscura o pintar de oscuro alrededor de la pantalla. Refuerza los negros muchísimo.
- Si vas a usar una pantalla gris, asegúrate de que tu proyector tiene suficiente brillo (mínimo 2000 lúmenes ANSI reales).
Entonces, ¿cuál elijo yo?
Sinceramente, depende del uso y del espacio. Pero si tuviera que quedarme con una sola opción calidad/precio:
- Para una pantalla fija en una habitación dedicada: lona de PVC blanca mate.
- Para algo flexible, enrollable o desmontable: spandex blanco + negro.
- Para algo ultra barato y rápido: tela blackout blanca, tensada en marco.
Cualquiera de estas tres opciones te va a dar una imagen muchísimo mejor que cualquier pared blanca o sábana, y sin dejarte un dineral.
Y recuerda: en el cine en casa, como en casi todo, el truco no está solo en gastar más, sino en saber dónde hacerlo. Y si hay un lugar donde se nota el cariño que le pongas, es aquí. Una pantalla bien hecha marca más diferencia que tener 500 lúmenes más o un proyector más caro. Así que ya sabes: a tensar bien… ¡y a disfrutar del cine!




