¿Quién no ha intentado entrar un sábado por la noche a alguna web y se ha topado con que no carga? Te preguntas si es tu conexión, si ha caído la web… pero resulta que no: son los bloqueos de LaLiga, que ya se han convertido en el pan de cada jornada futbolera. Y no hablamos solo de páginas que retransmiten partidos sin licencia, no. Estamos hablando de servicios como Steam, X (antes Twitter), webs de ayuntamientos o incluso pasarelas de pago que se ven afectadas por una decisión judicial que, cuanto menos, deja muchos flecos sueltos.
Todo esto viene de una sentencia del Juzgado de lo Mercantil número 6 de Barcelona, que permite a LaLiga ordenar a las operadoras el bloqueo de IPs. En teoría, para frenar la piratería. Pero en la práctica, se están cortando servicios que no tienen nada que ver con el fútbol, y eso ya no suena muy legal que digamos. El tema ha provocado un auténtico terremoto en el mundo de internet y la ciberseguridad.
Y es aquí donde entra RootedCON, una de las plataformas más reconocidas en el mundo de la ciberseguridad en España. Tras ver que el juez desestimaba su recurso por falta de legitimidad (aunque presentaron un informe técnico bastante completo), han dicho “hasta aquí” y han anunciado que van al Tribunal Constitucional con un recurso de amparo. Pero no se quedan ahí: también piden medidas cautelares para frenar estos bloqueos mientras se resuelve el tema. Casi nada.
Cuando proteger el fútbol pasa por pisar los derechos digitales
A ver, pongámonos en contexto. Cada fin de semana con fútbol se convierte en una lotería digital. ¿Funcionará tu app favorita? ¿Podrás entrar al ayuntamiento para pedir una cita? ¿Y si estás comprando online y falla Redsys justo cuando pagas? Todo esto le está pasando a muchísima gente, y no es por culpa de fallos técnicos, sino por bloqueos masivos que afectan a más de lo que deberían.
RootedCON no se anda con rodeos. En su comunicado en X han dejado claro que están hartos de este tema, y lo dicen sin filtros: “Nos vemos obligados a dar el siguiente paso: la presentación de un recurso de amparo ante el Tribunal Constitucional”. Y rematan con otra frase demoledora: “Estas medidas, sin transparencia, sin proporcionalidad y sin garantías adecuadas, representan un precedente peligrosísimo para los derechos digitales”. Y ojo, que no lo dicen unos cualquiera: llevan 15 años currando en ciberseguridad, innovación y pensamiento crítico.
Lo más fuerte de todo esto es que la justicia, hasta ahora, no ha querido escuchar. Ni el juez ni el Ministerio de Transformación Digital han hecho nada serio para poner freno a este caos. Ni siquiera con los avisos de empresas como Cloudflare, que recordemos, protege a muchas webs españolas de ataques DDoS, y que avisan: si estas webs se van de su red por los bloqueos, pierden esa protección. Un detalle que no es precisamente menor.
¿Y qué piden ahora? Pues que el Tribunal Constitucional escuche lo que nadie más ha querido oír. Que considere que estos bloqueos atentan contra derechos fundamentales, como el derecho a recibir información o a expresarse libremente, tal como dice el artículo 20 de la Constitución. Y que, por el camino, impongan medidas cautelares para parar la sangría digital.
Pero esto ya ha saltado a otro nivel. El tema ha llegado al Congreso, con el diputado Néstor Rego (BNG) registrando una iniciativa para que el Gobierno frene “las prácticas abusivas y descontroladas” de LaLiga y Telefónica. Porque sí, aunque parezca cosa de geeks y frikis de la tecnología, esto nos afecta a todos. A ti, a mí, a tu madre si quiere ver el ayuntamiento online o a tu primo si está jugando en Steam un sábado por la tarde.
Y mientras tanto, los bloqueos siguen. Cada jornada de fútbol, nuevos problemas. Nadie da una explicación clara, y lo más grave es que se está normalizando algo que, en cualquier otro país, levantaría una polvareda de derechos civiles. En España, por ahora, parece que todo vale si se trata de proteger el fútbol. Pero claro, ¿a qué precio?
Así que aquí estamos: una batalla judicial que puede marcar un antes y un después en cómo se regula internet en España. RootedCON ha echado el órdago y se enfrenta a los grandes desde una trinchera que no es pequeña: la del Tribunal Constitucional. ¿Será suficiente para frenar los bloqueos indiscriminados? Veremos. Pero si algo está claro es que esta historia no ha hecho más que empezar, y los usuarios ya no se callan tan fácil. Porque al final, esto no va solo de fútbol. Va de libertades. Y eso, amigos, sí que no se puede bloquear.