Samsung acaba de soltar una auténtica bomba en el mundo del gaming en PC. La nueva gama de monitores Odyssey para 2026 no solo sube un escalón más… directamente cambia las reglas del juego. Resoluciones que hasta ahora sonaban a ciencia ficción, tasas de refresco que rompen récords y, por si fuera poco, el primer monitor 3D sin gafas y en 6K del mundo.
Llevamos años viendo cómo el mercado de los monitores gaming avanzaba a buen ritmo: primero el salto a los 144 Hz, luego los 240 Hz, después el OLED, el MiniLED, el DisplayPort 2.1… pero lo que ha presentado Samsung ahora no es una evolución normal, es un cambio de liga. Aquí ya no se trata solo de jugar mejor, sino de ver los juegos de una forma completamente distinta.
Y lo mejor de todo es que Samsung no ha apostado por una sola carta. La nueva familia Odyssey llega con cinco modelos distintos, pensados para perfiles muy diferentes: desde el jugador competitivo obsesionado con cada milisegundo, hasta el creador de contenido que quiere un escritorio gigante en 6K, pasando por los que buscan la experiencia visual más espectacular posible. Vamos por partes, porque aquí hay mucho, muchísimo que contar.
Samsung Odyssey 2026: cuando los números dejan de tener sentido (para bien)
Odyssey 3D: el primer monitor 6K 3D sin gafas del mundo

Empezamos fuerte, porque el Odyssey 3D (G90XH) es directamente el titular de toda la presentación. Un monitor de 32 pulgadas, resolución 6K y 3D sin gafas. Nada de cascos, nada de accesorios raros. Te sientas delante y punto.
La clave está en su sistema de seguimiento ocular en tiempo real, que ajusta la profundidad y la perspectiva según la posición de tus ojos. El resultado es una sensación de volumen y separación entre elementos que, sobre el papel, promete ir bastante más allá del típico “efecto 3D” que ya conocemos. Terrenos con más profundidad, enemigos que destacan mejor y una lectura del espacio mucho más natural.
A nivel técnico, no se queda corto precisamente: 165 Hz nativos, con un Dual Mode que permite llegar a 330 Hz bajando a 3K, y 1 ms GtG. Es decir, que aunque estemos hablando de una locura tecnológica, sigue siendo un monitor gaming de alto nivel, no un experimento raro.
Además, Samsung ya ha confirmado colaboración con estudios para juegos optimizados en 3D, con títulos como Stellar Blade, Lies of P: Overture o The First Berserker: Khazan. Y ojo, porque también incluye conversión de contenido 2D a 3D, algo que puede dar muchísimo juego si funciona bien.
Odyssey G6: 1.040 Hz

Si lo tuyo es el competitivo puro y duro, el Odyssey G6 (G60H) es directamente un monitor de otro planeta. 27 pulgadas, resolución QHD y hasta 1.040 Hz de refresco gracias a su Dual Mode. Una cifra que, hace nada, parecía completamente absurda.
En modo nativo, el panel IPS ya alcanza 600 Hz en QHD, lo cual es una barbaridad. Pero cuando activas el Dual Mode y bajas resolución, entra en juego ese modo extremo de 1.040 Hz, pensado para esports, shooters ultrarrápidos y jugadores que quieren la máxima claridad de movimiento posible.
Por supuesto, no faltan AMD FreeSync Premium Pro y NVIDIA G-Sync Compatible, para que todo vaya como la seda, ni HDR10+ Gaming, que empieza a convertirse en un estándar real dentro del ecosistema gaming. Este es el típico monitor que no busca ser bonito, busca ganar partidas. Y punto.
Odyssey G8: 6K, 5K y OLED… tú eliges el veneno

La familia Odyssey G8 crece en 2026 con tres modelos muy diferenciados, pero todos con un objetivo claro: ofrecer alta resolución sin renunciar a la velocidad.
El primero es el Odyssey G8 de 32 pulgadas en 6K (G80HS). Estamos hablando del primer monitor gaming 6K del mercado, con 165 Hz nativos y 330 Hz en modo 3K mediante Dual Mode. Ideal para quien quiere un escritorio enorme, detalle brutal y, aun así, poder jugar a gran nivel.
Luego tenemos el Odyssey G8 de 27 pulgadas y resolución 5K (G80HF), que alcanza 180 Hz nativos y 360 Hz en QHD con Dual Mode. Es probablemente el más equilibrado de todos: muchísima definición, pero sin llegar a las exigencias brutales del 6K.
Y por último, para los amantes del contraste y los negros perfectos, llega el Odyssey OLED G8 (G80SH). 32 pulgadas, panel QD-OLED 4K, 240 Hz, tratamiento Glare Free, 300 nits de brillo y certificación VESA DisplayHDR True Black 500. Además, incluye DisplayPort 2.1 UHBR20, con hasta 80 Gbps, lo que garantiza HDR y VRR sin cuellos de botella, y hasta USB-C con carga de 98W. Vamos, un pepino también para trabajar.
Conectividad, estándares y músculo tecnológico
Un detalle importante: toda la gama Odyssey 2026 apuesta fuerte por DisplayPort 2.1 y HDMI 2.1. Esto no es casualidad. Con estas resoluciones y tasas de refresco, no hay otra forma de mover semejante cantidad de datos sin comprometer calidad de imagen, HDR o sincronización adaptativa.
Samsung también saca pecho con los datos: según IDC, lidera el mercado mundial de monitores gaming por encima de 144 Hz, con casi un 19% de cuota en ingresos, y todo apunta a que seguirá en el número uno por séptimo año consecutivo. Viendo lo que acaban de presentar, sinceramente, no cuesta creerlo.
CES 2026: aquí empieza la locura de verdad
Toda esta nueva gama se podrá ver en directo en el CES 2026 de Las Vegas, del 6 al 9 de enero. Y ahí será donde salgan las primeras impresiones reales, porque una cosa es leer especificaciones y otra muy distinta sentarte delante de un monitor 6K 3D sin gafas.
Lo que está claro es que Samsung no ha ido a lo seguro. Ha ido a romperlo todo. Y eso, en un mercado que a veces parecía estancado, es una noticia espectacular.
Porque, siendo sinceros, esta nueva gama Odyssey no significa que mañana vayamos a necesitar todos un monitor 6K ni mucho menos 1.040 Hz. De hecho, para la mayoría de jugadores todo esto seguirá siendo más curiosidad que necesidad real. Pero estas apuestas sirven para algo muy concreto: marcar camino, probar límites y ver qué ideas acaban teniendo sentido y cuáles se quedan por el camino.
Y solo por eso, aunque muchas de estas cifras suenen exageradas hoy, el movimiento tiene más lectura a medio plazo que impacto inmediato.




