Cuando uno se mete en el mundo del sonido HiFi, la tentación de gastar un dineral está siempre al acecho. Que si amplificadores de válvulas, que si DACs de 3.000 euros, que si cables bañados en oro… Pero, ¿y si te dijera que puedes mejorar notablemente tu equipo sin vaciar la cuenta del banco?
Porque sí, hay formas baratas, e incluso gratuitas, de sacarle más jugo a tu sistema de sonido. Y no, no hablamos de trucos mágicos ni de poner piedras sobre los altavoces (aunque eso a algún audiófilo le suene bien). Hablamos de cosas reales, probadas y con sentido común, que marcan la diferencia aunque estés empezando con un equipo modesto.
Así que si estás montando tu primer setup HiFi, o si ya llevas tiempo pero sientes que “le falta algo”, esto te interesa. Hemos recopilado 7 mejoras asequibles (y muy efectivas) para que tu equipo suene mejor sin necesidad de cambiarlo por completo. Vamos a ello.
Las 7 mejoras asequibles para que tu sistema HiFi suene mucho mejor
Coloca bien tus altavoces
Esto marca más de lo que imaginas. Muchos altavoces suenan mal simplemente porque están mal colocados. Si los tienes pegados a la pared o metidos en una estantería, estás matando el sonido. Déjalos respirar, que tengan al menos 30 cm detrás y un metro a los lados si puedes. Y prueba a girarlos un poco hacia tu punto de escucha.
El posicionamiento lo es todo: si colocas bien los altavoces, el sonido se abre, los instrumentos se separan mejor y hasta el grave mejora. No necesitas comprar nada, solo mover las cosas. Y ojo: no pongas el equipo entre los altavoces, que eso fastidia la escena estéreo. Sí, aunque quede simétrico.
Cuida la fuente de energía
No hace falta instalar una regleta de 500 euros, pero sí importa cómo alimentas tu equipo. Empieza por lo básico: usa enchufes limpios (literalmente), que no estén llenos de polvo. Y conecta todo el equipo a la misma toma de corriente, o al menos en la misma zona. Así mejoras la masa común y evitas interferencias tontas.
¿Tienes ganas de ir un paso más allá? Algunos audiófilos instalan una línea directa desde el cuadro eléctrico solo para el equipo. Suena a locura, pero tiene sentido si ya estás en un nivel alto. Para el resto de mortales, basta con una buena regleta filtrada y conectar todo junto.
Quita las rejillas de los altavoces
Sí, ya sé que quedan más bonitos con ellas puestas. Pero la mayoría de los altavoces suenan mejor sin rejillas. Y esto no lo digo yo: muchos fabricantes diseñan y ajustan el sonido sin ellas, así que dejarlas puestas es como tapar los altavoces con una bufanda.
¿Tienes niños o mascotas? Perfecto, puedes ponérselas cuando no estés usando el equipo. Pero para escuchar música de verdad, quítalas. El sonido será más directo, más nítido y con más detalle.
Usa soportes adecuados para los altavoces
Los altavoces de estantería no están pensados para ir en la estantería. Lo dice el nombre, sí, pero es mentira. Lo ideal es tener soportes firmes y a la altura correcta (la del oído cuando estás sentado). Si los tienes sobre una mesa, una caja o en el suelo… estás perdiendo calidad.
¿Tienes altavoces de suelo? Asegúrate de que tienen bien colocadas las puntas o las bases, y si tienes suelo de madera, intenta clavar pequeñas pletinas para fijarlos. Cuanto más estables estén, menos vibran y más suenan.
Aísla el resto del equipo
Así como cuidas los altavoces, también hay que mimar el ampli, el DAC o el giradiscos. Nada de ponerlos apilados, en una mesa inestable o pegados al subwoofer. Cada componente debe estar en una superficie firme, nivelada y sin vibraciones.
¿No quieres comprar un mueble especial HiFi? Pues hazte uno o adapta una estantería buena. Y si tienes un tocadiscos, más aún: las vibraciones lo matan. Si puedes, cuélgalo de la pared con un soporte específico. Suena friki, pero la mejora es brutal.
Añade un DAC externo
Si escuchas música desde un ordenador, un móvil o incluso un reproductor básico, añadir un DAC externo puede marcar un antes y un después. Hay modelos muy buenos por menos de 100 euros que hacen que tu música digital suene como nunca.
Básicamente, estás delegando el trabajo de convertir los 1s y 0s en sonido a un aparato especializado, que lo hace mucho mejor que el DAC integrado en un portátil o móvil. Notarás más claridad, mejor escena y más cuerpo en el sonido.
Cambia los cables… pero con cabeza
No, no necesitas gastarte 300 euros en cables “milagrosos”, pero sí puedes mejorar los que venían en la caja. Unos cables de calidad decente (OFC, buenos conectores, sin exagerar) pueden darte más detalle y mejor conexión entre componentes.
Lo importante aquí es la compatibilidad y la construcción. Si tus cables están viejos, pelados o mal conectados, eso afecta directamente al sonido. Un cambio bien hecho se nota más de lo que crees… pero no te vuelvas loco: no vas a convertir un equipo básico en un sistema de alta gama solo por los cables.
A veces mejorar es cuestión de detalles
Lo mejor de todo esto es que no necesitas hacer las 7 cosas a la vez. Puedes empezar por mover los altavoces, quitar las rejillas o revisar cómo está conectado todo. Y poco a poco, si te entra el gusanillo, seguir con el resto. Lo importante es que sepas que, sin gastar un dineral, puedes subir varios peldaños en calidad de sonido.
Porque al final, disfrutar del HiFi no va de tener lo más caro, sino de tener lo mejor ajustado a tu espacio, a tu oído y a tu bolsillo. Y si puedes conseguir eso con cuatro trucos y un poco de cariño, mucho mejor.