Si últimamente miras el extracto del banco y piensas “yo juraría que no he hecho ningún gasto raro este mes”, déjame decirte algo: seguramente el culpable sea el streaming. Netflix, Disney+, Spotify, Apple TV+, HBO Max… todos han decidido que 2025 era un buen año para subir precios. Una vez, dos veces… o directamente varias. Y claro, la broma empieza a salir cara.
Lo peor de todo es que esto no ha pasado de golpe. Ha sido progresivo, casi sin darte cuenta. Un eurito por aquí, otro por allá, un plan nuevo “mejorado”, otro con anuncios… y cuando te paras cinco minutos a hacer números te das cuenta de que estás soltando 40 o 50 euros al mes solo para ver series y escuchar música. Y eso, ojo, sin contar fibra, móvil, consolas o el último cacharro tech que siempre acaba cayendo.
Y claro, llegan las Navidades. Más tiempo en casa, más sofá, más manta y más ganas de cine, series y maratones infinitos. Pero también más gastos: regalos, comidas, cenas familiares. Así que la pregunta es bastante lógica: ¿hay alguna forma de seguir disfrutando del streaming sin sentir que te están sableando cada mes? Spoiler: sí. Y no es ningún truco raro ni nada ilegal. Es puro sentido común.
| Servicio | Precio en España (mensual) | Anual |
|---|---|---|
| Netflix | 6,99 € (Estándar con anuncios) · 13,99 € (Estándar) · 19,99 € (Premium) | — |
| Disney+ | 6,99 € (Estándar con anuncios) · 10,99 € (Estándar) · 15,99 € (Prémium) | 109,90 € · 159,90 € |
| HBO Max | 6,99 € (Básico con anuncios) · 10,99 € (Estándar) · 15,99 € (Premium) | 69,90 € · 109 € · 159 € |
| SkyShowtime | 4,99 € (con anuncios) · 7,99 € (Estándar) · 12,99 € (Prémium) | 39,99 € · 62,99 € · 102,99 € |
| Apple TV+ | 9,99 € | — |
| Amazon Prime (incluye Prime Video) | 4,99 € | 49,90 € |
| Movistar Plus+ | 9,99 € | 99,90 € |
| Spotify Premium | 11,99 € (Individual) · 16,99 € (Duo) · 20,99 € (Familiar) · 6,49 € (Estudiantes) | — |
Cómo ahorrar mucho dinero en streaming sin dejar de ver tus series y pelis favoritas

Hablando claro, el modelo actual del streaming empieza a chirriar bastante. No es solo una sensación tuya. Spotify, por ejemplo, ha subido precios tres veces en apenas 15 meses. Disney+ va ya por su tercera subida en tres años. Apple TV+ solo ha subido un euro… sí, pero ahora cuesta el doble que cuando se lanzó en 2019. Y Netflix, como buen veterano, fue de los primeros en apretar el botón rojo.
Es verdad que algunas plataformas intentan justificarlo con mejoras. Spotify ahora presume de audio lossless, lo cual queda muy bien sobre el papel. Pero cuando lo juntas todo a final de mes, el sablazo se nota igual… tengas “extras” o no.
El problema real no es pagar 10 o 12 euros por una plataforma concreta. El problema es tener tres, cuatro o incluso cinco activas a la vez. En Reino Unido el usuario medio ronda las tres suscripciones, y aquí no estamos precisamente lejos. El resultado es obvio: pagas por servicios que muchos meses ni siquiera abres.
Antes había una salida bastante cómoda: las pruebas gratuitas. Te dabas de alta, probabas y si no te convencía, te ibas. Eso ya prácticamente ha desaparecido, así que toca espabilar un poco como usuarios. Y aquí llega la clave de todo.

Cancelar y volver a activar cuando de verdad lo necesitas. Sin dramas, sin culpas y sin pensar que estás haciendo nada raro. El streaming está para usarse cuando toca, no para tenerlo pagado de por vida.
¿Que Netflix lleva meses criando polvo en tu televisor? Se cancela. ¿Que dentro de un tiempo estrenan esa serie que llevas esperando? Te vuelves a dar de alta, te haces tu maratón como un campeón y, cuando acabas, cancelas otra vez. Así de simple.
Y no, no pierdes nada por el camino. Tu perfil sigue ahí, tus recomendaciones, tus listas… todo intacto. Es como si nunca te hubieras ido. La única diferencia es que a tu cuenta del banco le quitas un peso de encima.
Y encima, Navidad es el momento perfecto para poner todo esto en práctica. Muchas series ya tienen la temporada completa disponible, así que nada de esperar una semana entre episodios. Te das de alta un mes, lo ves todo del tirón y listo. Disney+, Netflix, Apple TV+ o HBO Max funcionan exactamente igual en este sentido.
Es cierto que no todos los servicios lo ponen igual de fácil. Plataformas pagadas de forma anual, como Amazon Prime Video, no se pueden pausar tan alegremente. Pero incluso así, con cancelar una o dos suscripciones mensuales ya se nota mucho el ahorro.
¿Tienes niños en casa? Entonces sabes que hay servicios prácticamente sagrados. Si en tu salón suena Bluey en bucle, Disney+ suele ser intocable. Pero incluso ahí puedes jugar con el resto y rotar plataformas sin problema.

Otra opción muy práctica es ir alternando servicios mes a mes. Un mes Disney+, al siguiente Netflix, luego Apple TV+, después HBO Max… Cuando vuelves a la primera, ya hay suficientes novedades como para que merezca la pena otra vez. Y mientras tanto, no estás pagando cuatro cuotas todos los meses por pura inercia.
Y conviene recordar algo importante: en streaming no eres dueño de nada. Todo es alquiler. El día que dejas de pagar, desaparece. Así que no tiene ningún sentido pagar durante meses por algo que no estás usando “por si acaso”.
En fin, el botón de cancelar no muerde. Está ahí para usarlo. Y cuanto antes dejemos de ver el streaming como algo que “hay que tener siempre activo”, mejor para nuestro bolsillo.
Así que estas Navidades, entre turrones, sofá y maratones de cine y series, hazte un favor: revisa tus suscripciones y pregúntate “¿esto lo estoy usando de verdad?”. Si la respuesta es no… ya sabes lo que toca. Tu yo de enero te lo va a agradecer.




