Soy una persona que ha pasado casi media década dedicándose a lo que muchos tienen a bien denominar como «periodismo de videojuegos», una rama del sector de la información dedicada en exclusiva al gaming. Por supuesto, como parte de mi carrera he probado numerosos videojuegos, pero con el tiempo, y con la evolución de mi propio set-up, descubrí que lo que brilla no es siempre lo más importante, y por ello una buena pantalla es realmente fundamental.
A lo largo de los años he probado opciones de todo tipo. Desde televisores enormes y con altas resoluciones, hasta pantallas más pequeñas perfectas para partidas más directas y que necesitan más precisión, pero a decir verdad creo que he llegado a la conclusión de que estoy hecho para jugar en monitores, como el TCL 25G64.
Con este bagaje, ahora me situó ante la tarea de daros mi opinión del ya mencionado TCL 25G64, un monitor gaming que llevo probando alrededor de una semana a diario, desde en mi trabajo diario escribiendo, hasta en reproducción de contenido multimedia a través de mi propio ordenador y con plataformas de streaming, pasando por supuesto por el gaming de más alto nivel.
Un diseño sobrio pero preciso
Como en toda buena construcción que se precie, y haré el símil de que este texto es algo así como una casa que construyo con mis propias manos, lo mejor es empezar por los cimientos, y creo que el de un buen monitor es su diseño estético, al cual si bien no suelo prestarle mucha atención, puede ser una pieza importante para muchas personas.
La marca ha apostado por un diseño realmente sobrio para el TCL 25G64 gaming. Es justamente lo que esperaría de un monitor de 25 pulgadas en esta gama de precios, y es que si bien estamos ante un monitor para gaming de manual, no incluye luces RGB ni nada por el estilo que pueda llamar excesivamente la atención, y creo que este es uno de sus aciertos.
De frente quizá lo que más destaca es que cuenta con unos marcos que, al menos en mi opinión, pueden sentirse algo excesivos por momentos, aunque no es algo dramático ni mucho menos. Por lo demás, es justo lo que esperaría. Ahora bien, en la parte posterior ofrecer un estilo que en su forma recuerda en cierto sentido a los televisores antiguos, con esa «chepa» abultada que es lo primero en lo que puedes fijar. Por supuesto, esto va de gustos, pero en lo personal puedo decir que me parece muy bien resuelto.
Además, la peana es sólida y bastante simplista, no destacando especialmente y permitiendo que se adecúe a cualquier escritorio. En mi caso preciso, cuento con una mesa de escaso tamaño, por lo que he tenido en el pasado problemas con varios monitores que contaban con peanas especialmente grandes, lo que dejaba poco espacio para el teclado y ratón. En este caso por suerte no he tenido problemas de ningún tipo.
Ahora bien, un detalle negativo que puedo señalar a este respecto es que la estructura del TCL 25G64 no se siente especialmente sólida por momentos. Soy perfectamente conscientes de que esto se debe a la gran movilidad que ofrece, permitiendo colocarlo de múltiples maneras, pero a decir verdad cuando tenía que elevar el monitor o moverlo de alguna manera parecía que la estructura pudiera colapsar en cualquier momento.
Asimismo, la verdad es que creo que se han quedado cortos en puertos, y es que cuenta únicamente con un DisplayPort y dos HDMI, echando de menos algún puerto USB, lo que ya se ha convertido en un estándar en los monitores actuales.
Ideal para el gaming competitivo
Muchos quizá os estéis preguntando a que me quiero cuando hablo de juegos competitivos. Se trata de esa rama del gaming más especializada, centrada principalmente en juegos multijugador y que tiene sus propias características, y una de las más importantes es que dejamos de lado las exigencias gráficas en cierta medida en favor de mayor fluidez, razón por la cual se suele centrar la atención en la tasa de refresco de los monitores. Por esto precisamente el TCL 25G64, que cuenta con una tasa de refresco de hasta 300 Hz, puede ser una de las mejores opciones en este ámbito.
Esta era mi primera suposición en un primer momento, y es algo que pude comprobar más tarde. En el tiempo que he estado probando el TCL 25G64 he estado jugando varios títulos de este tipo, incluyendo League of Legends, Counter Strike 2 y Marvel Rivals, y la verdad es que la experiencia gaming ha sido verdaderamente de otro nivel. Me he terminado encontrando con una experiencia bastante fluida en todos los sentidos, y es que en los juegos en los que mi ordenador ha podido alcanzar los 300 FPS de forma constante he terminado disfrutando como pocas veces.
Cierto es que para poder disfrutar de estos títulos sacando el máximo partido a los 300 Hz que ofrece el TCL 25G64 tienes que contar con un ordenador bastante potente, y es que estamos hablando de 300 FPS. Ahora bien, el hecho de que estemos hablando de un monitor con una resolución de 1920 x 1080 ayuda a que sea algo más asequible en este sentido.
Ahora bien, como ya comentaba, soy un gamer bastante completo, y no podía quedarme solo con probar estos juegos multijugador competitivo, y decidí probar otros títulos que se destacan más que nada por sus gráficos. Tal y como puedes ver en las fotos que pueblan esta review, he probado títulos como el reciente Mafia: The Old Country, pero también otros títulos exigentes como Assassin’s Creed Mirage y Marvel’s Spider-Man Remastered, y la verdad es que he tenido sensaciones mixtas.
Para empezar, he echado de menos algo más de resolución en estos títulos concretos. Cierto es que cuento con una RTX 4060, por lo que al ajusta la resolución en 1920 x 1080 podía ir algo desahogado en término de frames, al menos con respecto a los 2160 x 1440 en la que suelo jugar normalmente, pero también se pierde mucha calidad. Aun así, lo que quizá más me ha impresionado son los colores, que se sienten especialmente vivos, destacando unos negros que destacan gracias a la tecnología QD-Mini LED con la que cuenta el panel de el TCL 25G64. No llega al nivel de un OLED, pero es más que competente.
Aun así, como comentaba previamente, creo que el TCL 25G64 no está pensado para disfrutar al máximo de los juegos más actuales, los cuales se benefician mucho de las altas resoluciones. En su lugar, resulta casi perfecto para aquellas personas que quieran disfrutar de gaming multijugador competitivo, los cuales se benefician enormemente de una tasa de refresco tan alta de 300 Hz, al mismo tiempo que no requieren contar con una resolución especialmente alta para lograr tener la mejor experiencia.
Cabe mencionar que además cuenta con compatibilidad con tecnologías como Nvidia G-Sync y AMD FreeSync Premium, lo que para muchos resultado imprescindible para el gaming actual.
Colores vivos y muy sólidos
Como comentaban previamente, una de las cosas que más me ha sorprendido de este TCL 25G64 es la calidad de los colores. Francamente, en esta gama de precios suelo esperar unos colores bastante más apagados, que en general no suelen ser la parte más destacable, y en este caso teniendo en cuenta que se centra en el gaming más profesional, no esperaba que tuviera mucho énfasis en esto. Cierto es que esto es gracias a su tecnología QD-Mini LED, pero no quiero dejar de destacarlo por separado, y es que me ha sorprendido.
Estamos hablando de un monitor gaming IPS, lo cual tiene muchas ventajas de por sí, pero suele conllevar contar con una calidad de colores que cuanto menos es poco destacable, pero en este caso me he visto sorprendido. No es la mejor que me he encontrado, ni mucho menos, y no se acerca en absoluto a la calidad que he podido encontrar en monitores OLED, pero en su rango de precio es de los monitores con mejores colores que me he encontrado, algo que he comprobado tanto en gaming como en reproducción de contenido.
Ahora bien, estos mejores negros y colores más solidos respecto al panel IPS común se compensa en cierta medida con la aparición del llamado «blooming», es decir, el clásico aro de luz que aparece alrededor de objetos brillantes en paneles con tecnología QD-Mini LED, algo que francamente me he encontrado bastante. Especialmente en gaming con juegos más oscuros, o incluso en películas de terror, me he encontrado con este efecto secundario que resulta francamente incómodo, y ha conseguido que mi experiencia no sea la mejor en absoluto.
Además, tal y como se especifica en la web oficial de TCL, contamos con un pico de brillo máximo de 600 nits con HDR, lo que en la práctica se traduce en un muy buen brillo para todas las situaciones. Asimismo, y tal y como podrías suponer sabiendo que estamos hablando de un panel IPS, contamos con unos excelente ángulos de visión, los cuales me han venido muy bien en ciertas ocasiones durante mis pruebas, y aunque muchas personas se olviden, es una de las grandes características de los monitores con esta clase de paneles.
Una experiencia muy sólida
En general la experiencia gaming y general con el TCL 25G64 es bastante sólida. Francamente, si nos centramos único en su precio, resulta muy difícil pedirle más. Es cierto que estamos ante un monitor que única ofrece una resolución de 1920 x 1080, y que aun dentro de su categoría ofrece detalles que son francamente mejorables, pero puedo decir que mi experiencia general ha sido buena.
Es realmente ideal para el gaming competitivo, es decir, para juegos multijugador que requieren se fluidez y precisión, en los cuales la resolución no suele tener un papel importante, al mismo tiempo que es francamente funcional para el gaming más convencional, es decir, en el que ejecutamos videojuegos con altas prestaciones, y que se suele beneficiar bastante más de otros elementos de un monitor. Aun así, es indudable que el mayor atractivo que le he encontrado a este TCL 25G64 es su alta tasa de refresco, la cual es realmente ideal.
Asimismo, no quiero dejar de lado los demás aspectos en los que podemos sacar partido a un monitor de este tipo, y es que en mi día a día de trabajo no he tenido ningún problema, habiendo incluso disfrutado de la experiencia mucho más fluida que ofrece el TCL 256G4, al mismo tiempo que he disfrutado de contenido en plataformas de streaming gracias a los buenos colores que ofrece la tecnología QD-Mini LED del mismo, con la única salvedad del ya mencionado «blooming» que me he encontrado en ciertas situaciones.
En general, y por concluir, la verdad es que el TCL 25G64 es un monitor gaming todoterreno, perfecto si quieres disfrutar al máximo de los mejores videojuegos multijugador sin desembolsar un gran precio. Además, si también usarás TCL 25G64 para otras tareas del día a día, también tendrás una buena experiencia, aunque francamente no destaca en este sentido.
