Llegas a casa, enciendes la tele, y ya te estás frotando las manos porque por fin vas a probar ese cacharro nuevo que te ha llegado por Amazon: puede ser una consola, un reproductor multimedia o un mini PC que querías desde hace tiempo. Lo sacas de la caja, te pones cómodo, y te preparas para enchufarlo. Pero cuando miras detrás del televisor, la historia de siempre: todos los puertos HDMI están pillados.
Y claro, uno empieza a hacer malabares. Desenchufas la consola para poner el Apple TV, luego quitas el Blu-ray para volver a conectar el portátil, y así en bucle. Es un lío, y al final acabas dejando algún aparato olvidado porque da pereza andar cambiando cables cada vez que te apetece usarlo.
Lo bueno es que hay una solución muy simple y bastante práctica: los conmutadores HDMI, también llamados HDMI Switches. Son pequeños dispositivos que te permiten conectar varios aparatos a un solo puerto del televisor. Vamos, que en lugar de estar desconectando y conectando según el día, puedes tenerlo todo enchufado y cambiar de fuente cuando quieras. Hay modelos muy variados, y hoy te hablo de dos que funcionan bien y que se adaptan a diferentes necesidades.
Dos formas de montar tu setup sin dramas HDMI
El primero de ellos es algo más completo. Se trata de un conmutador de matriz HDMI 4×4, que como su propio nombre indica, permite conectar cuatro dispositivos y cuatro pantallas al mismo tiempo. La gracia de este aparato es que te deja decidir qué contenido quieres ver en cada pantalla. Por ejemplo, puedes tener la consola conectada y enviarla a la tele del salón, mientras que el reproductor de Blu-ray se muestra en un proyector que tengas en otra habitación.
Este modelo trabaja con resoluciones de hasta 4K a 60 Hz, que a día de hoy es más que suficiente para la mayoría de usos. No hay efectos raros en la imagen ni problemas con el sonido. Está pensado para gente que tiene un setup más amplio, con varias pantallas, y que quiere ir distribuyendo la señal de vídeo según le convenga. No hace magia, pero sí resuelve un problema bastante común si usas varios dispositivos en diferentes lugares. Su precio suele rondar los 110 euros, un pelín caro pero si le vas a sacar provecho merece la pena.



Conmutador de Matriz HDMI 4X4
Por otro lado, si lo que quieres es algo más sencillo y más compacto, hay otro modelo que encaja muy bien en el uso diario. Es un interruptor HDMI 2.1 con tres entradas y una salida, lo que significa que puedes conectar tres aparatos a la vez, pero solo necesitas un puerto libre en la tele. La ventaja es que no tienes que andar cambiando cables, simplemente usas un pequeño mando a distancia que viene incluido para elegir el dispositivo que quieras usar en ese momento.
Este segundo modelo también es compatible con resoluciones más avanzadas, como 8K a 60 Hz o 4K a 120 Hz, lo cual es útil si tienes una tele de las nuevas o una consola que pueda sacarle partido. Además, soporta tecnologías como HDR10, Dolby Vision y VRR, que ayudan a mejorar tanto la calidad visual como la experiencia al jugar o ver pelis. Es compatible con sonido envolvente, incluyendo Dolby Atmos y DTS:X, por si tienes un sistema de audio en condiciones.
Funciona con consolas, PCs, reproductores, sticks de streaming… prácticamente cualquier aparato que uses a través de HDMI. Y algo que se agradece: no requiere instalación compleja. Lo conectas, y listo. Si eres de los que solo necesita organizar el salón sin grandes complicaciones, este modelo va más que bien, y además es más asequible que el anterior.



Interruptor HDMI 2.1 8K 3 en 1 Salida
La mayoría de las veces no es que tengamos demasiados dispositivos, es que las teles no traen suficientes puertos. Es normal. Cuatro HDMI puede parecer mucho al principio, pero en cuanto sumas consola, decodificador, reproductor y un PC o streamer, ya vas justo.
Por eso, un conmutador HDMI es una forma sencilla de hacer espacio sin tener que renunciar a nada. Puedes dejar todo conectado y olvidarte de andar agachándote a mover cables. No cambia la vida, pero desde luego la hace más cómoda.
Así que si te reconoces en la escena de tener que desconectar un aparato para usar otro, igual va siendo hora de añadir uno de estos dispositivos a tu configuración. No ocupan mucho, no requieren conocimientos técnicos, y solucionan un problema que todos los que usamos más de una cosa conectada al televisor conocemos de sobra.