Que todo televisor puede acabar fallando es una realidad, un hecho que todos conocíamos…y que ahora ha quedado más probado. Sabemos que no somos los primeros en hablaros del famoso test de longevidad en el que han participado 100 televisores, de hecho hemos sido habitualmente el primer portal en sacaros siempre noticias sobre las actualizaciones realizadas por sus creadores, RTINGS. Pero esta vez hemos querido dejar reposar la nueva información para poder sacar información útil y no un más de lo mismo.
Y es que hay que ser cautos, ya que la gente entra en pánico muy fácilmente. De pasar de un televisor puede fallar si se somete a pruebas extremas a un mi televisor fallará seguro. Y lo curioso es que ya no hablamos de problemas en una u otra tecnología, si no que lo que nos cuentan los resultados del test es que…absolutamente todos los televisores han acabado fallando. Y en nuestra opinión no ha sido culpa de los televisores, si no de cómo está hecho el test. Vamos a explicarlo mejor.
2 +2 = 4 y 100-96 también es = 4. Cuando el total es igual pero el camino es diferente
El problema aquí es el tiempo y no las formas o la metodología. Si os queréis adentrar en detalles, os sugiero que paséis por la web de RTINGS a echarle un ojo a todo lo que han detallado sobre los 100 modelos participantes, algo que por repetitividad en los más de cuatro artículos que llevamos hechos ya sobre estas pruebas, no vamos a volver a indicar aquí…salvo el cómo.
Y es que el cómo importa más que los resultados, a nuestro juicio. Aunque el titular de esta sección del artículon es bastante críptico, mi intención es haceros ver que pese a que el resultado es el mismo (4), la ecuación no lo es. Y exactamente eso ocurre con el test de RTINGS.
Someter a los televisores a 20 horas diarias de uso (o en el mejor de los casos, 15’5 horas diarias) pero es que además lo hará con el mismo contenido cíclico una y otra vez (dividiéndose el contenido en 6 tipos diferentes, pero siempre siempre los mismos 6 clips), sin descanso alguno durante 2 años. Evidentemente, si hacemos el cálculo correcto (20 x 365 x 2) nos va a dar una cifra cercana a las 15000 horas.
Como os decía antes…no es lo mismo alcanzar esas 15000 horas usando el mismo contenido 20 horas al día que usando el televisor de forma normal, con contenido variado y con ajustes correctos durante…3, 4 o 5 horas diarias. Pongámosle 5 horas, para alcanzar las 15000 horas necesitaríamos 8 años y medio. Y os aseguro que el televisor estaría en un estado muy diferente al de las pruebas de RTINGS.
No importa la tecnología usada, todos los televisores acaban fallando a pruebas tan extremas
Bueno, aquí hay poco que comentar. Como os decía arriba, la propia RTINGS es conocedora de que las pruebas son extremas y lo hacen porque no pueden estar 10 años para ver los resultados, por eso precisamente se llama «prueba de longevidad acelerada«. Es más, ellos mismos confirman que «no podemos extraer conclusiones sobre la fiabilidad de modelos específicos ni de marcas específicas» o «llevarlos al límite de su capacidad para fallar«. En resumidas cuentas, ellos mismos confirman que no es un test real para ver como se comportarán los televisores en la vida real.
Habiendo entendido que las pruebas de RTINGS son extremas, su objetivo es intentar entender qué componentes son los que fallarán antes en un entorno hostil para el televisor. Y aquí la sopresa ha sido ver que todos han fallado en el panel: las OLED, al ser orgánicas y con tantísimas horas continuas de contenido estático se han quemado, pero es que los modelos LED, QLED y Mini LED se le ha degradado o fallado los diodos LED/MiniLED o en el peor de los casos, ha acabado fallando la fuente de alimentación. Indistintamente de la marca o modelo analizado. Es la única conclusión que podemos sacar.