Hay aniversarios… y hay aniversarios que se celebran por todo lo alto. Y eso es justamente lo que ha hecho AVID, la icónica marca británica de giradiscos, que en 2025 sopla nada más y nada menos que 30 velitas. ¿Y cómo lo celebra? Pues como solo ellos saben: con una joya de ingeniería sonora que nos ha dejado con la boca abierta. Se llama Relveo y, sinceramente, es un homenaje rodante a todo lo que representa la música bien hecha.
Si conoces AVID, ya sabes por dónde van los tiros: precisión milimétrica, diseño exquisito y tecnología de alto nivel. Pero con el Relveo han subido todavía más el listón. No estamos hablando solo de un giradiscos bonito (que lo es, y mucho), sino de un plato completamente rediseñado desde cero, con soluciones técnicas heredadas directamente de sus modelos más premium. Y todo, como siempre, fabricado a mano en Cambridge, con un mimo que roza lo obsesivo. Así son ellos.
¿Y qué tal se ve? Pues imagínate una pieza que combina lo mejor del pasado con una estética moderna que luce espectacular en cualquier salón. Lo pones sobre una cómoda de madera, bajas las luces, colocas tu vinilo favorito y… magia. Porque sí, esto no es un aparato más. Esto es un objeto de deseo para cualquier amante del sonido analógico.
El AVID Relveo: el giradiscos que quiere hacerlo todo… y hacerlo bien
Entrando en materia, lo primero que llama la atención es su nuevo sistema de suspensión, que no es un simple adorno. Se trata de una solución cónica y acoplada con resiliencia, diseñada específicamente para mejorar la estabilidad y el aislamiento, sobre todo en casas con suelos flotantes (que no son pocos). ¿Y lo mejor? Es facilísimo de ajustar, lo cual es una bendición para quienes no somos ingenieros de la NASA.
Otra novedad importantísima es su fuente de alimentación externa con control DSP, que ha sido optimizada para garantizar una precisión extrema en la velocidad y, atención, más musicalidad. Sí, esto no es solo técnica por la técnica: cada parte del Relveo está pensada para hacerte sentir la música con más emoción y detalle. Y por supuesto, puedes cambiar electrónicamente entre 33 1/3 y 45 RPM con solo pulsar un botón. Así da gusto.
El plato pesa nada menos que 7 kg y ha sido mecanizado a partir de un único bloque de aluminio. Una bestia que gira con una inercia impresionante, gracias a su diseño con los bordes cargados de masa. Esto se traduce en una estabilidad brutal, una escena sonora más clara y una sensación de profundidad que te mete de lleno en el concierto. Además, incluye una alfombrilla de fieltro impregnado en resina y una pinza de aluminio sólida como una roca, que ayudan a eliminar vibraciones no deseadas y a mantener el vinilo bien firme.
Visualmente, el Relveo bebe mucho de la estética de la gama Acutus, el buque insignia de AVID. Y no es casualidad: el eje fijo y el subchasis vienen directamente heredados del Acutus, al igual que muchas soluciones internas. Eso sí, en este modelo todo está más optimizado, más compacto, más “de casa”, pero sin renunciar a esa esencia de aparato de referencia.
Viene equipado con el brazo de lectura Altus V2 (que solo ya cuesta 1650 euros), con tecnologías prestadas de los brazos top de AVID. Cuenta con un nuevo sistema de compensación de bias doble ajustable y rodamientos de tolerancia microscópica que aseguran un seguimiento del surco suave, preciso… y mágico. Y si ya estás pensando en el cartucho, aquí va un dato: el Relveo no lo incluye, así que puedes montarle el que más te guste. Aunque AVID te sugiere su Ionic MC de 2500 euros, una pareja de baile más que a la altura.
Y como broche final, el mismísimo Conrad Mas, fundador y CEO de AVID, lo resume de maravilla: “El nuevo Relveo encarna todo lo que representa AVID: ingeniería sin compromisos, belleza atemporal y una conexión profunda con la música”. Poco más que añadir. Bueno, sí: el AVID Relveo ya está disponible a nivel global por 8995 euros con el Altus V2, o por 7495 euros si prefieres solo el giradiscos. ¿Es caro? Sí. ¿Vale cada euro? Pues si amas el vinilo… absolutamente.