¿Te has preguntado alguna vez si esos cables con conectores grandes y tres pines, llamados XLR, son mejores que los típicos RCA que siempre has usado? Pues bien, hoy te lo vamos a contar todo sobre estos cables que cada vez se ven más en configuraciones HiFi, estudios y hasta en algunos home cinemas un poco más exigentes.
Y es que, como bien dicen los que saben: “tu equipo suena tan bien como su eslabón más débil”. Y no, no estamos diciendo que debas hipotecarte para comprar cables de oro macizo ni nada por el estilo, pero sí es cierto que un buen cable puede marcar la diferencia cuando el entorno o el montaje lo exige. Sobre todo si estás lidiando con interferencias raras, zumbidos o pérdidas de calidad en tramos largos.
Eso sí, que no te vendan la moto: no todos necesitamos cables balanceados. Si usas una configuración sencilla con cables cortos, igual no notarás la diferencia. Pero si tienes un equipo serio, con etapas de potencia separadas, un buen DAC, o incluso un micro para grabar, lo que te contamos a continuación te interesa —y mucho—.
¿Qué son los cables XLR balanceados?
Los cables XLR no son ningún invento nuevo ni exclusivo del audio HiFi. De hecho, se han usado toda la vida en conciertos, estudios y grabaciones profesionales, y lo siguen haciendo por una razón muy simple: transmiten la señal de forma mucho más limpia y resistente al ruido que los cables normales.
¿Y cómo lo hacen? Pues gracias a su diseño balanceado. A diferencia de un RCA, que tiene solo dos conductores (uno para señal y otro para tierra), un XLR tiene tres pines y tres cables internos: uno lleva la señal positiva, otro la señal negativa (una versión invertida de la misma señal), y el tercero es la tierra. Esta combinación es la que permite eliminar casi por completo el ruido que pueda colarse en el camino.
Lo más curioso es que los dos cables de señal llevan la misma información, pero en polaridad opuesta. ¿Y eso para qué? Muy sencillo: si una interferencia electromagnética se mete por el camino (que puede pasar, sobre todo con cables largos o cerca de fuentes de alimentación), esa interferencia afectará a ambos cables por igual. Y como van en polaridades contrarias, el receptor puede identificar ese “ruido común” y eliminarlo. Es lo que se conoce como “cancelación por modo común”.
Por eso, los cables XLR se han ganado la fama de ser los más limpios, silenciosos y fiables cuando se trata de llevar sonido de un punto A a un punto B sin que se ensucie.
¿Cuándo merece la pena usar cables XLR?
Buena pregunta. Porque, vamos a ser sinceros, no todos necesitamos montar un estudio de grabación en casa. Pero hay casos donde sí merece mucho la pena pasarse al XLR.
- Tienes cables largos. Si necesitas tirar cables de más de 3 o 4 metros entre componentes, un XLR puede ayudarte a mantener el sonido limpio.
- Tienes un entorno con muchas interferencias (electrodomésticos, regletas, cables de alimentación, etc.). Aquí los RCA pueden sufrir, pero los XLR aguantan mucho mejor.
- Usas equipos de gama alta con conexiones XLR: DACs, amplificadores, previos o subwoofers. Si tu equipo tiene esas entradas/salidas, no están ahí de adorno: están porque el fabricante espera que uses un cable balanceado.
- Grabación y micros: si estás en el mundo del podcasting, grabación de música o voz, es obligatorio usar XLR si quieres resultados profesionales y sin ruido de fondo.
- Ambientes exigentes como salas de cine en casa muy grandes, instalaciones complejas o multiroom.
Y aquí viene la parte buena: no necesitas dejarte un dineral. Marcas como SVS con su gama SoundPath ofrecen cables XLR de calidad muy alta sin tener que vender el coche. Y sí, tienen conectores bañados en oro, blindaje múltiple, cobre puro y todas esas cosas que suenan a lujo, pero que en realidad ayudan a mantener la señal intacta.
¿Son mejores los XLR que los RCA?
La respuesta es… depende. Para tramos cortos, equipos modestos y sin mucho lío alrededor, unos buenos RCA pueden sonar exactamente igual. Incluso hay cables RCA con muy buen apantallado que dan un resultado estupendo.
Pero si hablamos de situaciones complicadas, o si tu equipo te da la opción de elegir, el XLR te da ese extra de tranquilidad. Menos ruido, más limpieza, y un montaje más “pro”.
Consejo de amigo: si tienes que usar RCA y notas interferencias, asegúrate de que no estén pegados a los cables de corriente. A veces solo con separarlos unos centímetros ya se soluciona el problema. Y si no, valora cambiar a un buen cable blindado… o dar el salto al XLR si puedes.
En resumen, los cables XLR balanceados no son magia, pero sí una herramienta muy útil en el arsenal de cualquier amante del sonido serio. Si tu equipo lo permite, y el entorno lo requiere, no lo dudes: hazte con un par de buenos XLR y olvídate de ruidos y zumbidos para siempre. Porque al final, lo que queremos es sentarnos, darle al play, y disfrutar del sonido tal como fue grabado, ¿verdad?