Escuchamos mucho últimamente eso de “audio sin pérdida”, y no falta quien piense que hace falta un equipo de miles de euros, cables que parecen sacados de la NASA y un máster en ingeniería de sonido para disfrutarlo. Spoiler: nada más lejos de la realidad.
La verdad es que probablemente ya tengas todo lo que necesitas para escuchar música sin pérdida, aunque no lo sepas. Sí, sin necesidad de vender un riñón para comprarte el DAC de moda o suscribirte a cuatro plataformas de streaming diferentes. La clave está en entender qué es exactamente eso del «lossless», por qué importa y cómo puedes empezar a escucharlo desde hoy mismo.
Así que si alguna vez te has preguntado qué demonios es eso del audio en FLAC, ALAC o WAV, si necesitas tirar tus auriculares Bluetooth a la basura o si estás desaprovechando tu suscripción a Apple Music, quédate por aquí. Te lo explico con palabras de andar por casa.
¿Qué narices es el audio sin pérdida?
Empecemos por lo básico. El audio sin pérdida (o lossless, si queremos ponernos internacionales) es simplemente música digital que no ha sido comprimida de forma que se pierda información. Vamos, que es como comerte una pizza entera en lugar de una versión recortada con la mitad de los ingredientes. Puede sonar exagerado, pero esa “pérdida” puede afectar a detalles que, aunque no siempre los notes, están ahí y suman.
¿Significa eso que todos los MP3 suenan mal? No, para nada. Pero sí que están “recortados”. Los archivos MP3, AAC o similares eliminan partes del audio para que pesen menos. Y ojo, bien comprimidos suenan muy bien. Pero si tienes la oportunidad de escuchar la versión sin recortes… créeme, se nota. Y mucho más si usas buenos auriculares, estás en un sitio tranquilo o simplemente eres de los que disfruta cada nota.
Los formatos sin pérdida más comunes son FLAC, ALAC, WAV o AIFF. Y no, no necesitas ser DJ ni productor musical para encontrarte con ellos. Plataformas como Apple Music, Amazon Music o Tidal ya ofrecen audio en estos formatos y sin que tengas que pagar extra (al menos en el caso de Apple y Amazon).
Vale, ¿y cómo escucho audio sin pérdida sin volverme loco?
Aquí viene lo mejor. Escuchar música en calidad sin pérdida es más fácil de lo que parece. Vamos con lo básico que necesitas:
- Una fuente que te dé audio sin pérdida: puede ser una plataforma de streaming que lo ofrezca (Apple Music, Tidal, Qobuz…), o archivos guardados en tu móvil u ordenador en formato FLAC, ALAC o WAV.
- Un reproductor que lo entienda: si usas una app oficial (como la de Apple Music o Amazon Music), no te preocupes, ya hacen todo el trabajo por ti. Si tienes archivos descargados, VLC o Foobar2000 son apps gratuitas que funcionan de lujo.
- Unos buenos auriculares o altavoces, y a ser posible, cableados. Sí, aquí viene el primer “pero”: el Bluetooth, por cómodo que sea, casi siempre comprime el audio. Incluso con códecs como aptX o LDAC, en la mayoría de casos se pierde algo. ¿La solución? Volver al cable. ¡Pero tranquilo! No necesitas un equipo audiófilo: unos auriculares con cable y un pequeño adaptador para tu móvil (si no tiene jack) ya bastan. Y cuestan menos que una pizza familiar.
Cómo tener audio sin pérdida sin complicarte (de verdad)
1. Ya tienes lo que necesitas (en serio)
Si tienes unos auriculares con cable por casa (de esos que venían antes con el móvil), un adaptador USB-C o Lightning a jack y estás suscrito a Apple Music, ya puedes disfrutar de música sin pérdida. Solo tienes que activar la opción en los ajustes de la app y voilà.
¿Usas un ordenador? Pues aún más fácil. Conéctale cualquier auricular por cable y reproduce música en FLAC o desde una plataforma que lo permita. Así de simple. Nada de amplificadores, DACs de 300€, ni auriculares gigantescos que parecen salidos de un set de grabación.
2. Evita los “falsos lossless”
Una advertencia muy importante: no todo lo que dice ser lossless lo es realmente. Si conviertes un MP3 a FLAC, no ganas nada. Es como imprimir una foto borrosa en papel fotográfico: sigue siendo borrosa.
También hay que tener cuidado con cosas como AirPlay 2, que aunque es muy cómodo, no transmite audio sin pérdida (lo convierte a AAC de 256kbps). Lo mismo pasa con muchos servicios cuando eliges la calidad “automática” o cuando estás en modo ahorro de datos.
3. No todo lo «moderno» suena mejor
Te suena el Dolby Atmos Music, ¿verdad? Muy llamativo, muy envolvente… pero la mayoría de veces, no es lossless. Apple, Tidal y Amazon lo ofrecen en versión comprimida, así que aunque suene espectacular, no es la versión más fiel al original. Para escuchar Atmos sin pérdida de verdad, tienes que buscarlo en Blu-ray o descargas digitales específicas (y sí, ahí sí que necesitas equipo más pro).
En resumen…
Disfrutar de audio sin pérdida no es cosa de ricos, ni de techies, ni de audiófilos locos. Es cuestión de saber lo básico y aprovechar lo que ya tienes. Si te gusta la música y quieres oírla tal y como fue grabada, con todos sus matices, merece la pena hacer el pequeño esfuerzo.
- Activa la calidad lossless en tu app de streaming.
- Usa auriculares por cable siempre que puedas.
- Evita convertir archivos o usar conexiones inalámbricas que compriman el sonido.
Y lo más importante: disfruta. Porque al final, de eso se trata. De cerrar los ojos, poner tu canción favorita y escuchar cada instrumento, cada respiración, cada detalle. Sin complicarte. Sin gastar un dineral. Solo tú y la música, como debe ser.