Últimamente no paramos de ver proyectores 4K que prometen una experiencia de cine en casa al nivel de una sala profesional, pero son pocos los que realmente cumplen esa promesa. Pues resulta que Epson ha vuelto con fuerza al terreno del home cinema serio y lo ha hecho con dos modelos que han levantado mucho revuelo en medios especializados como What Hi-Fi: el Epson EH-LS9000 y el Epson EH-QB1000. Ambos han conseguido la ansiada puntuación de cinco estrellas, y eso nos lleva a la gran pregunta: ¿cuál de los dos es mejor compra?
Y es que aunque los dos forman parte de la misma familia de proyectores láser 4K de Epson, las diferencias de precio son bastante grandes. Uno está pensado como una opción «alta pero accesible» dentro de lo que es el mercado de home cinema de alto nivel, mientras que el otro apunta directamente a quienes buscan lo más puntero… y tienen el bolsillo preparado. Lo curioso es que los dos han sido premiados por su excelente rendimiento, así que no es tan fácil decidirse.
Por eso hoy quiero contarte, sin tecnicismos raros ni fichas aburridas, qué cambia realmente entre estos dos proyectores y por qué uno puede ser mejor opción que el otro dependiendo de lo que busques. Me he empapado bien de sus especificaciones y sobre todo de lo que dice What Hi-Fi, que los ha probado a fondo, y lo que te traigo aquí es eso: una comparativa realista, directa y sin rodeos,
Mismo diseño, mismo tamaño, pero no es lo de fuera lo que importa aquí

Para empezar, a nivel estético y de construcción no vas a notar grandes diferencias. Los dos proyectores comparten exactamente las mismas dimensiones (19 x 52 x 45 cm) y peso (alrededor de 12,7 kg), y ambos están disponibles en acabado blanco o negro. La única diferencia visual destacable es que el LS9000 tiene un anillo negro alrededor de la lente, mientras que el QB1000 opta por un tono dorado. Nada que afecte a la experiencia, sinceramente.
En cuanto a construcción, se nota que Epson ha apostado por un diseño robusto, de esos que están pensados para instalar en una sala dedicada o como mínimo un salón donde puedas dejarlo fijo. Ambos tienen tapa de lente motorizada, que no solo protege de polvo y suciedad, sino que además da ese gustito de aparato premium cuando se abre o cierra automáticamente al encenderlo o apagarlo.
Eso sí, hay algo que ni el LS9000 ni el QB1000 tienen, y conviene saberlo desde ya: ninguno de los dos trae funciones de Smart TV integradas, ni apps de streaming como Netflix o Prime Video. Aquí tocará conectarle un reproductor externo tipo Fire TV, Apple TV o similar. Por lo demás, por fuera parecen el mismo proyector, pero es por dentro donde empiezan a verse las diferencias importantes.
Dos proyectores con corazón 4K… pero uno más potente que el otro

Tanto el EH-LS9000 como el EH-QB1000 ofrecen resolución 4K mediante tecnología de pixel shifting, es decir, no son nativamente 4K pero lo simulan con una calidad muy convincente. Aquí es importante matizar lo que dice What Hi-Fi: aunque a algunos les eche para atrás el término «no nativo», en la práctica la nitidez y el detalle que se consigue están al nivel de proyectores que cuestan muchísimo más, y si no te lo dicen, ni lo notarías.
Ambos soportan HDR10, HDR10+ y HLG, así que en cuanto a compatibilidad de formatos vas a poder disfrutar de cualquier contenido moderno con buen rango dinámico. También incluyen interpolación de imagen y mejora de nitidez (Super Resolution), lo que ayuda bastante con escenas en movimiento o contenido a resoluciones más bajas.
¿Entonces qué cambia realmente? Pues el brillo. Y aquí sí que hay una diferencia notable. Mientras el LS9000 alcanza los 2.200 lúmenes, lo cual ya está muy bien para una sala oscura, el QB1000 sube hasta los 3.300 lúmenes, una cifra bastante impresionante para un proyector pensado para cine en casa.
Según la review de What Hi-Fi, el QB1000 tiene un nivel de brillo superior que permite sacarle mucho más jugo a las señales HDR, sobre todo en escenas donde hay muchos contrastes entre luces y sombras. También han notado que ese extra de brillo ayuda si no tienes una sala completamente a oscuras, por lo que el QB1000 podría ser más adecuado para salones con algo de luz ambiente.
Además, el contraste dinámico también se duplica: el QB1000 sube hasta los 5.000.000:1 frente a los 2.500.000:1 del LS9000. Eso, en palabras de What Hi-Fi, se nota en que el QB1000 consigue unos negros más profundos sin sacrificar detalle en las zonas brillantes.
¿Y qué tal se ven las pelis y series? Pues ambos muy bien, pero…

Aquí viene lo interesante: ¿realmente se nota esa diferencia de brillo y contraste en el día a día? Pues sí y no. Ambos proyectores ofrecen una imagen de escándalo. Según What Hi-Fi, el LS9000 ya sorprende por lo nítido, vibrante y tridimensional que se ve todo. De hecho, mencionan que el modo Vivid produce una imagen con un nivel de viveza excepcional sin forzar los colores, algo que no suele ser lo habitual en este tipo de preset.
En películas como Blade Runner 2049 o Thunderbolts, y tal y como comentan los compañeros de What Hi-Fi, el proyector se luce: colores vivos, profundidad de campo, buena respuesta en movimientos y un nivel de detalle que impresiona. El único pero está en los negros, que a veces se ven más grises de lo ideal, sobre todo en escenas oscuras.
Y ahí es donde el QB1000 se distancia. En cuanto lo enciendes, lo primero que notas es una luminosidad brutal. No solo eso: los colores se ven más ricos, más naturales y con más fuerza. Los negros bajan un escalón más, acercándose a lo que ofrecen los proyectores de gama alta como los JVC D-ILA, aunque según What Hi-Fi, hay “uno o dos rivales” que aún bajan más el negro.
Eso sí, el modo Vivid en el QB1000 puede provocar banding o imágenes algo forzadas en escenas muy contrastadas. Aquí What Hi-Fi recomienda usar el modo Cinema para evitar eso, aunque advierten que pierde algo de pegada. Lo ideal sería que Epson incluyera un punto medio entre ambos.
Ambos ideales para gaming, aunque aquí no hay sorpresa

En lo que sí empatan completamente es en el apartado gaming. Ambos soportan 4K a 120 Hz y tienen un input lag de 19 ms, lo cual está genial para jugar en consola o PC sin notar retraso. No son proyectores gaming como tal, pero ya te digo que te puedes echar unas partidas al Spider-Man 2 o al Forza Horizon y vas a flipar.
Tanto si juegas en modo competitivo como si eres más de aventuras cinemáticas, vas a disfrutar mucho en una pantalla grande y con esta calidad de imagen.
Entonces… ¿merece la pena el QB1000 o me quedo con el LS9000?
Y llegamos a la gran pregunta. El Epson EH-QB1000 cuesta actualmente unos 5.499 euros, mientras que el LS9000 se puede conseguir por unos 3.299 euros, dependiendo de la tienda. Es una diferencia que no se puede ignorar, y que te hace plantearte seriamente si vale la pena el salto.
La respuesta, como casi siempre, es: depende. Si tienes una sala dedicada sin luz, el LS9000 ya es una maravilla. Te da casi todo lo que ofrece el QB1000 por mucho menos dinero. Si quieres ver cine en condiciones, con HDR potente, colores vivos y buena nitidez, vas más que servido.
Ahora bien, si tu sala no es tan ideal, si entra luz ambiente o si simplemente quieres lo mejor de lo mejor que puede ofrecer Epson sin irte a JVC o Sony, el QB1000 lo justifica. El extra de brillo, contraste y riqueza en color se notan, sobre todo en contenido HDR bien masterizado. Además, ese punch visual hace que cada peli parezca más épica.
Eso sí, como bien recuerda What Hi-Fi, por el precio del QB1000 también puedes mirar opciones como el Sony XW5000ES, que ofrece 4K nativo y un procesamiento aún más avanzado. Así que, incluso en esa gama alta, la competencia aprieta.
Pero si te mueves por valor-precio puro, el gran ganador aquí es el Epson EH-LS9000. De hecho, ha recibido el What Hi-Fi Award 2025 por ser el mejor en su categoría, y eso es por algo. A veces no hace falta tener el modelo más caro para disfrutar a lo grande del cine en casa.




