Por fin tenemos el análisis de la nueva Hisense U8Q, uno de los mejores televisores en su clase dado su extraordinaria calidad…y un precio más que rompedor. Para aquellos indecisos, os dejamos con las características técnicas en nuestro comparador web, aunque hay que tener una cosa en cuenta: usa panel VA solo en el tamaño de 65 pulgadas ya que las de 55 y 75″ usan paneles IPS/ADS con una notable pérdida de contraste y calidad de imagen, por lo que este análisis solo se puede tener en cuenta para el tamaño de 65 pulgadas.
Equipada con una batería impresionante de tecnología, este modelo se postra a ser una de las grandes tapadas del año. Para empezar, cuenta con muchas más zonas de atenuación (al ser un panel con tecnología Full Array) que su hermana menor, la U7Q Pro, además de seguir usando todo lo bueno que tenía ésta, como por ejemplo diodos Mini LED y una capa de Quantum Dot, además de tener un nivel de brillo muy superior, por lo que hablamos de un salto de gama bastante evidente en todos los aspectos.
Hisense U8Q: especificaciones técnicas
Hisense U8Q | Características |
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Panel | LCD LED (QLED, Panel 2025 MiniLED) |
Diagonal | 65 pulgadas |
Resolución | 4K UHD (3.840 x 2.160 puntos) |
Alto rango dinámico | HDR10, HLG, Dolby Vision y HDR10+ |
Montaje | Fijo o en pared (VESA 300 x 300) |
Medidas | 144.8 x 83.8 x 4.5 cm (sin el pie) 144.8 x 95.4 x 29 cm (con el pie) |
Peso | 24.4/29.2 Kg (sin/con pie) |
Conectividad (Vídeo) | 3 x HDMI 2.1 1 x USB 3.0 + 1 USB 2.0 1 x Ethernet 1 x CI+ |
Conectividad (Audio) | 1 x 1 x 3.5 mm y 1 entrada MiniAV 1 x HDMI eARC |
Sonido | 4.1.2 90W |
Compatibilidad/Estándares | ARC/eARC Sintonizador DVB-T2 + DVB-S2 WiFi 5 Bluetooth 5.3 |
Capacidad de reproducción | MPEG4 HEVC VP9 Perfil 2 |
Sistema Operativo | VIDAA U9 |
Control | 1 x Mando a distancia App |
Diseño y sonido
El diseño de este modelo es realmente bonito. Cuenta con una pesada peana octogonal hecha enteramente de aluminio, por lo que el salto de calidad respecto a la U7Q es evidente. A la hora de montarla, podremos hacerlo en diferentes posiciones por lo que podremos darle más o menos altura para que tengamos hueco por ejemplo para poner una barra de sonido debajo del televisor.
Por otro lado, este modelo es un televisor Full Array –FALD-: cuenta con un número de zonas independientes que se pueden apagar y encender para conseguir emular así a un televisor OLED -hasta cierto punto-. Y aquí el salto respecto a la U7Q es enorme, pasando de las 560 zonas de atenuación de aquella a unas más que generosas 2048 zonas, algo que será imprescindible como veremos más adelante en términos de calidad de imagen. ¿Cuantas más zonas, mejor? si, por supuesto, siempre y cuando la gestión de éstas sea efectiva. Eso si, al tener tantas zonas -y brillo-, el televisor engorda bastante, pero sigue manteniéndose muy elegante a nuestro juicio:
Si, lo curioso de este modelo es que se inclina hacia adelante. Hemos revisado varias veces el montaje y todo parece estar correcto, así que probablemente se deba a una decisión de diseño. En cuanto al sonido del televisor, cuenta con 7 altavoces: 2 altavoces de rango completo de 15W delanteros, 2 de 10W «laterales» para abrir la escena, 2 de 10w para Dolby Atmos Enabled y un «subwoofer» de 20W haciendo así un total de 90W de potencia, con el subwoofer trasero al aire como podéis ver. La calidad de construcción del driver parece muy alta y, además, en términos generales la calidad de sonido es buena para ser altavoces integrados en un televisor.
Es curioso ver como, las dos marcas chinas -Hisense y TCL- apuestan por ofrecer al usuario soporte total de todo tipo de códecs de audio y si, aquí incluyo DTS (incluyendo decodificación y passtrough a equipos externos). Por supuesto, la Hisense U8Q también es compatible totalmente con las otras soluciones de Dolby, como por ejemplo Dolby TrueHD y Dolby Atmos sin pérdida, por lo que a nivel de especificaciones y códecs estamos totalmente cubiertos. En cuanto al filtro antirreflejos, sigue reflejando bastante -como todas las teles glossy– pero se nota una mejoría respecto a la U7Q Pro:
En lo que respecto a los ángulos de visión son muy limitados, ya que no cuenta con ninguna tecnología de mejora de ángulo, dando por tanto una visión centrada en unos 40 o 45 grados aproximadamente, lo cual es normal en los paneles con matriz VA:
Tres puertos HDMI 2.1 con compatibilidad para de hasta 165 Hz con VRR y un mando a distancia de espectacular
En este aspecto no tenemos ninguna sorpresa respecto a la U7Q Pro y es normal, ya que prácticamente el televisor es un 10 al tener compatibilidad con absolutamente todo. Sus 3 puertos HDMI 2.1 son completos, es decir, podremos jugar a la máxima calidad de imagen existente hoy día: 4K a 165 Hz con VRR estándar, AMD Freesync Premium y compatibilidad con Nvidia G-Sync, además de otras tecnologías como por ejemplo ALLM o eARC. Y también es compatible con Dolby Vision Gaming y HDR10+ Gaming. Más completa imposible.
Respecto al mando a distancia, es como el del año pasado y me encanta. Tiene todos los botones incorporados, es muy premium tanto en materiales como en sensaciones y además ofrece seis botones de acceso directo: VOD, Netflix, Amazon Prime, Youtube, Disney+ y TV Channels+. Incorpora además una pequeña celda con carga solar y recarga mediante USB Tipo C. Además, está parcialmente retroiluminado (lo cual es muy positivo), pero no entendemos por qué no lo están todos los botones.
VIDAA U9: un sistema operativo que cada vez enamora más
Aquí, exactamente lo mismo que pudistéis ver con la U7Q Pro, ya que en Europa Hisense opta por poner en sus televisores un sistema operativo propio, llamado VIDAA OS, en este caso la versión U9 (su más reciente creación). Cabe decir que este sistema me ha ido conquistando poco a poco: de no gustarme nada a considerarlo uno de los sistemas mejor diseñados para televisores, aunque tiene (aún) un pero que iremos viendo en esta sección. Primero, vamos con los puntos fuertes.
Estabilidad, rapidez e inmediatez serían los sinónimos que me vienen a la cabeza para definir a VIDAA. Sería como iOS en un iPhone, un sistema diseñado a medida para ese hardware…y se nota. La optimización es una pasada y el sistema es fluidísimo y todo funciona al momento: ¿qué nos vamos a una sección del sistema? carga al instante. Si abrimos un ajuste de imagen, también lo hace instantáneamente. Vamos, que es rapidísimo. Además, es bastante personalizable: nos permite quitar prácticamente todos los anuncios, seguimientos y recomendaciones, evitando así la sobrecarga de la interfaz (que por otro lado, es estéticamente muy bonita).
¿Su punto de Aquiles? que la compatibilidad con apps, aunque cada año mejora más y más –y ya tenemos MAX, por ejemplo- sigue estando por debajo de la competencia, faltándole apps importantes como Movistar o por ejemplo Spotify, entre otras. Nos consta que es algo que el propio fabricante es consciente y año a año va solucionando este problema, por lo que seguramente llegue un punto que ya no sea un problema.
En cuanto a hardware interno, en la propia web del fabricante podemos ver como apostan por un SOC (System On Chip, es decir, el procesador y gráfica del televisor) MT9655 de Mediatek con cuatro núcleos ARM y una cantidad de memoria RAM desconocida, pero viendo la fluidez del sistema, probablemente se haya montado 3 GB. Este es un cambio importante a mejor, ya que este chip corresponde con el famoso Pentonic 800 que incluye varias mejoras en el campo de las gradaciones de color y la llegada de 3 puertos HDMI 2.1 nativos con soporte de 165 Hz.
Blooming: impresionante control de la luz de Hisense
Como en todos los análisis de televisores con tecnología Full Array, éstos se basan en cierta manera en emular lo que ofrecen los televisores OLED: constan de X número de zonas dimmables, es decir que pueden apagar esas zonas para producir un negro puro con el que conseguir un altísimo contraste en el panel. Pero además, son capaces de modular la cantidad de luz que emiten esas zonas, para poder ver así el detalle en sombra correcto y mantener un buen nivel de contraste/negro…y para ello es imprescindible usar un panel VA, ya que a un IPS se le verían las costuras.
En fin, en esta U8Q contamos con la impresionante cifra de 2048 zonas de atenuación, lo que supone que tenemos 1 zona para cada 4070 píxeles, aproximadamente, casi 4 veces más que en su hermana menor. Con este número de zonas y una muy buena implementación de su control…Hisense ha conseguido un equilibrio perfecto entre detalle en sombra, contraste y nivel de negro. De verdad que es casi imposible encontrar escenas con blooming en este televisor o escenas donde no se vea bien el detalle en sombra.
Un problema preocupante en la U7Q Pro era el de que a veces -especialmente en escenas en penumbra-, se podía ver cierto retraso en las zonas, creando una especie de neblina (que no blooming) o incluso un efecto raro llamado blooming inverso. Nada de eso ocurre en la U8Q, seguramente gracias a una combinación de aumentar drásticamente el número de zonas unido a varias actualizaciones de firmware que han mejorado el funcionamiento del algoritmo.
SDR: un modo FILMMAKER que viene muy bien de fábrica
En SDR lo cierto es que prácticamente todos los televisores de gama media hacia arriba de hoy en día cumplen con los requisitos mínimos que se pide para este tipo de contenido (todo aquel que no sea HDR o Dolby Vision, básicamente), que es mostrar al menos 100 o 120 nits y mantener una cierta linealidad de gamma entorno a 2.4. La Hisense U8Q cumple de sobra con ello, es más, puede llegar a darnos un pico de brillo de 1000 nits al 10%, una bestialidad para ver contenido SDR en entornos oscuros.
Como os decíamos antes, viene realmente bien en cuanto a detalle en sombra y respecto a la calibración de fábrica, en el modo FILMMAKER el televisor viene con un déficit del componente azul (de los tres primarios) en el balance de blancos, algo que repercute en la saturación de los colores con un tono rojizo debido a la falta de azul, aunque este error es mucho menor que en la U7Q Pro, por ejemplo. Ambas cosas se pueden solucionar tras una calibración profesional con sonda, quedando tanto el balance como las saturaciones de color, en su sitio.
Este déficit de azul se podía ver en algunas escenas. Especialmente sensibles son las caras de los actores, ya que el color de piel es muy complicado de conseguir y cualquier mínimo desvío se nota rápidamente. Por ejemplo en Alicia en el País de las Maravillas, podemos ver que la tonalidad en modo FILMMAKER -izquierda-tenía un exceso de rojo y una falta de azul en el mix del balance de blancos:

HDR: Impresionante nivel de brillo y una curva EOTF perfecta (con un pequeño truco)
En cuanto al pico de nits en HDR, el fabricante anuncia un brillo de 5000 nits, sin especificar el modo de imagen o el tamaño de ventana usado para ello. Cuando eso ocurre, es porque se refieren en elementos pequeños de la pantalla (por ejemplo, que no superen el 1% del total de la superficie) y en modos incorrectos como el Vívido. En los modos correctos, como el FILMMAKER y en ventanas del 10% suele brillar menos, algo que podemos confirmar con esta unidad que, aún así, nos entrega un pico de brillo de casi 3600 nits, lo que unido al buenísimo control del blooming…crea una sensación de contraste y punch bestiales.
El blooming en señales HDR es mucho más complejo de manejar, ya que el televisor tiene que emitir picos altísimos de brillo junto a los mismos niveles de negro que en SDR, algo que hace que en escenas complejas pueda ser visible…sin embargo en este modelo no lo es. No hay forma de ver blooming salvo en escenas de tortura (contadas con los dedos de una mano), por lo que aquí las 2048 zonas y los 3600 nits marcan muchísimo la diferencia respecto a su hermana menor. Eso si…el único punto negativo (y curioso) que tiene es que las bandas negras (scope) se contaminan y pierden el negro profundo…incluso en escenas en penumbra, algo muy raro y curioso a la vez.
El informe de la calibración en formato HDR ya nos revela que encontraremos más fallos que en SDR, ya que aunque la calibración de fábrica es realmente buena en comparación con la U7Q Pro, sigue estando el balance de blancos con un déficit de azul y, lo más preocupante, es que no sigue una linealidad de la curva ST.2084, algo que veremos a continuación. Por el momento, tras la calibración profesional con sonda se ha podido corregir todos los valores del balance y saturaciones de color a errores delta por debajo del 3 (umbral de la visibilidad):
Y ahora vamos con la curva EOTF de referencia, que se encarga también de getionar tanto el detalle en sombra (que aquí si es perfecto, no como ocurría con la U7Q Pro) como el resto de la luminosidad. Curiosamente, la curva EOTF en la zona del 20 al 40% no es correcta, estando por debajo de la referencia y produciendo una imagen más oscura de lo normal (el año pasado era exactamente al revés y la curva la seguía por encima de la referencia, haciendo toda la imagen más lavada):
Por suerte…tras la calibración y tras activar la opción de «Mejorar detalles en las sombras» -algo que nunca recomendaríamos hacer-, el televisor termina resolviendo perfectamente bien la curva EOTF, aunque no es un consejo que podamos dar para todas las unidades, ya que cada unidad difiere de la otra:
Por otro lado, la opción de Mapeo de tonos, sigue funcionando mal y levanta toda la curva EOTF, lavando el detalle y la imagen en general de todo el film, por lo que debemos dejarla desactivada. Es más, este televisor está muy cerca de conseguir 4000 nits, la cifra mágica que cubriríra el 99,99% del contenido HDR existente, por lo que no le hace falta ningún mapeo tonal dinámico:
La Hisense también usa Quantum Dots para generar el color, mejorando notablemente el volumen cromático del televisor, llegando a cubrir prácticamente el 100% del espacio DCI-P3 y más de un 75% del espacio BT2020, por lo que unido al elevado número de zonas y alto brillo de 3600 nits crea una imagen HDR bien impactante y marcada, por lo que si Hisense soluciona el seguimiento de la curva EOTF con una actualización de firmware, estaríamos ante un televisor muy disfrutable con contenido en Alto Rango Dinámico.
Otro tema importante es que este televisor cuenta con soporte para todos los formatos HDR: HDR10, HLG, HDR10+ y Dolby Vision. Y si, todos funcionan a la perfección, incluyendo Dolby Vision, un formato del que siempre os hemos dicho que es muy complicado de implementar por varios motivos. Pues bien, aquí en el modo Dolby Vision Oscuro el contenido luce realmente bien. Y no hemos notado que el seguimiento de la curva EOTF sea incorrecto, si no que es idéntico al HDR pero con la ventaja de los metadatos dinámicos.
Procesador Hi-View AI PRO: una electrónica de bandera y una revelación total
Aquí encontramos 0 diferencias con la U7Q Pro, algo que es muy positivo, ya que aquí Hisense consigue marcar una diferencia con sus competidores y es que la electrónica que tiene este televisor es difícil de creer, consiguiendo un nivel de nitidez, escalado, movimiento y limpieza de imagen impresionantes, independientemente del material que usemos. Personalmente la pondría al nivel del mejor del sector, que suele ser siempre Sony. Y eso es mucho decir…pero es que escala de auténtico lujo.
Vamos a empezar, precisamente, por el escalado de imagen. Y como decía, se nota que juega con la gamma en tiempo real para crear ese efecto de nitidez 3D y una mejora del contraste intra-escena. El secreto es no pasarse, por lo que siempre veremos una imagen bien nítida pero nunca excesivamente procesada o artificial. Es una mejora importante respecto al año anterior, donde si notamos que algunas veces y en algunos planos se pasaba de frenada. En este año, nada, perfecto.
Otra gran ventaja de esta Hisense U8Q es que cuenta con el filtro deSmooth Gradation (Gradación suave) y funciona bien. Se trata de una funcionalidad que aplica un filtro de De-contorno. Esta interesante tecnología analiza los píxeles adyacentes en colores uniformes, si detecta que no son exactamente iguales, aplica una máscara de gradiente progresivo, viendo así un color en un lado que va poco a poco y de forma suave y progresiva, convirtiéndose en la otra tonalidad.
Si nos vamos al campo del procesado puro y duro, vemos como el televisor es capaz de mostrarnos escenas hiper complejas y llenas de ruido, posterización y exceso de grano de forma magistral, sin alterar ni resaltar esos defectos y a la vez consiguiendo una nitidez que cuesta creer muchas veces dada la calidad del material utilizado.
En cuanto al interpolador de movimiento, no hemos podido encontrar ninguna mejora respecto al año pasado…pero es que ya rozaba un nivel de movimiento casi perfecto. Nada de judder, tartamudeo, tirones o problemas de artefactos de imagen siempre y cuando pongamos valores bajos del nivel de fluidez. Personalmente lo dejaría en modo Película, donde no hay ni un solo artefacto de imagen pero a la vez elimina ese pequeño tartamudeo del movimiento típico de los 24 fotogramas por segundo.
Gaming: una experiencia de 10
Para acabar, finalizaremos la review con sus capacidades para Gaming. Y estamos ante un modelo espectacular para losgamers, empezando por sus tres puertos HDMI 2.1 que son muy bienvenidos en el televisor. Además, gracias al uso del Pentonic 800, tenemos podremos disfrutar de VRR y Freesync Premium a 4K a 165 Hz con HDR, algo que no podríamos hacer otros años. Incluso podemos activar un modo que nos permite jugar a 240 Hz a resolución 1080.
Además, este modelo NO desactiva zonas del local dimming para arañar unos segundos en el input lag. Es más, una de las mejores funcionalidades que tiene es que podemos activar el Modo Juego pero seguir usando cualquiera de los modos de imagen del televisor, como por ejemplo el modo FILMMAKER, teniendo así lo mejor de ambos mundos: buena calidad de imagen y un muy buen input lag.
Por otra parte, el input lag en el modo Juego nos entrega unos impresionantes 9.5 ms en 60 Hz (y rondando los 6 ms en modo 4K@120 Hz, 4.8 en 144 Hz y 3.5 en 165 Hz). Además de ello, también seguimos con la Gamebar que nos informa en todo momento del tipo de VRR que tenemos activado, fps, si tenemos el HDR o no, el aspect ratio, etc. En resumen: es un televisor ideal para jugadores, ya que cubre todas y cada una de las tecnologías gamer actuales.
Conclusiones
Estamos ante uno de los mejores televisores Mini LED del mercado, así de claro, especialmente si vamos a calibrarlo con sonda, quedando entonces casi perfecto en todos los campos salvo algunos detalles menores. La decisión de Hisense de elevar el número de zonas a 2048 y el brillo de 3600 nits junto al panel VA -solo en 65 pulgadas- crea una combinación única con una calidad de imagen bestia y muy difícil de superar. Sumadle el buen hacer de la marca en aspectos como la extraordinaria electrónica o una más que notable implementación de Dolby Vision.
En el aspecto gaming, tener 3 puertos HDMI 2.1 completos con VRR y AMD Freesync Premium Pro (además de compatibilidad con Nvidia G-Sync), 165 Hz con una gran Gamebar y un input lag de infarto es una combinación ganadora. Además, Hisense nos permite poner el modo FILMMAKER en los juegos, algo que le aporta otro plus de calidad de imagen más. Para acabar, el control sobre el blooming es excelente en este modelo, lo que unido a todo lo demás lo convierten en una apuesta ganadora en todos los frentes.
¿Puntos a mejorar? quizá el antirreflejos que podría ser mejor y, en el campo de la imagen, seguimos con la contaminación de las bandas scope en algunas escenas. Además, un pequeño negativo se lo llevaría el mando al no tener retroiluminación completa -se ilumina solo la mitad de éste-, algo bastante raro pero que al fin y al cabo es un detalle menor.
En cualquier caso, estamos ante el televisor Mini LED de gama alta más completo que he analizado este año, redondo y notable en todos los frentes -quizá un notable bajo en el campo del sistema operativo con VIDAA-, incluyendo el que para muchos es el más importante de todos: el extraordinario precio.