Si llevas ya tiempo metido en este mundillo del audio, es bastante probable que hayas visto alguna vez los Meze 99 Classics. Y si no los has visto, seguro que los has escuchado mencionar como uno de esos auriculares que, sin ser referencia absoluta, marcaron una época por su diseño y su personalidad sonora. Pues resulta que han pasado diez añazos desde su lanzamiento original, y Meze ha decidido celebrarlo de la mejor manera posible: actualizándolos con una segunda generación que supuestamente mejora todo lo que ya hacía bien… y corrige lo poco que podía pulirse.
Yo personalmente no los tuve nunca, pero los probé varias veces en tiendas especializadas, y siempre me dejaron con ese gusanillo de “ojo, esto suena diferente”. Tenían ese toque cálido, envolvente, con una presentación muy musical, acompañada de un diseño que parecía más sacado de una boutique artesanal que de una fábrica de electrónica. Y lo cierto es que funcionaron: los Meze 99 Classics se convirtieron en un superventas entre los que buscaban auriculares con alma, no solo con specs frías en una ficha técnica.
Y ahora, con esta nueva generación, Meze dice mantener ese espíritu artesanal pero adaptándolo a las exigencias actuales: mejoras en el sonido, mayor ergonomía, uso de materiales más sostenibles, y hasta integración con fuentes digitales gracias a un DAC USB-C incluido. Todo esto por un precio que se mantiene contenido dentro del sector: 349 euros, que ya te digo que no es barato, pero tampoco descabellado si tenemos en cuenta lo que ofrece.
Así es la segunda generación de los Meze 99 Classics: sonido más pulido, diseño atemporal y mucho mimo en cada detalle

Lo primero que hay que decir es que el diseño apenas ha cambiado… y menos mal. Las copas de madera de nogal siguen ahí, pulidas a mano, con ese acabado tan natural y elegante que ya era marca de la casa. El arco también se mantiene metálico, pero ahora está fabricado en acero de muelle, lo que sobre el papel, garantiza mayor resistencia y una durabilidad que se agradece si los vas a usar todos los días. Además, tiene una cinta autoajustable de cuero vegano, lo que suma puntos en comodidad y también en conciencia ecológica.
En el apartado sonoro es donde Meze ha querido dejar claro que esto no es solo un lavado de cara. Los nuevos drivers dinámicos de 40 mm han sido recalibrados para ofrecer un perfil más neutro y equilibrado, manteniendo ese toque cálido que los caracterizaba pero con más definición en los agudos y un grave más controlado. A esto se le suma una arquitectura interna renovada, con rejillas más abiertas y vigas internas más estilizadas para reducir difracciones y mejorar la precisión del sonido.
Y cuidado porque el aislamiento también se ha afinado, con una mejor estanqueidad acústica que consigue bloquear mejor el ruido externo sin tener que apretar tanto la cabeza, algo que los que usamos gafas agradecemos muchísimo. No llega a ser cancelación activa, ni falta que le hace, pero logra una inmersión muy natural, ideal para escuchar jazz, acústicos, o incluso bandas sonoras con muchos matices.

Además del cable de serie —que sigue siendo de 1,8 metros, con conector de 3,5 mm y trenzado doble para evitar líos—, Meze incluye dos accesorios muy útiles: un adaptador chapado en oro de 6,3 mm para usarlos con amplificadores o mesas de mezcla, y un DAC USB-C que permite conectarlos directamente a móviles, tablets o portátiles que ya no tienen jack. Este detalle me parece clave, porque los mantiene totalmente compatibles con equipos modernos sin renunciar a lo analógico.
En definitiva, Meze ha hecho justo lo que tenía que hacer: respetar lo que funcionaba, mejorar lo que flojeaba, y traer a 2025 un auricular que ya era icónico en 2015. No tiene funciones inalámbricas, ni cancelación de ruido, ni app de ecualización. Pero tampoco lo necesita. Está pensado para los que disfrutan simplemente de sentarse, poner un disco, cerrar los ojos y dejarse llevar. Y ahí, estos nuevos Meze 99 Classics de segunda generación pueden brillar como pocos.




