Si llevas años metido en el mundillo del Hi-Fi, es más que probable que el nombre de Michell Audio te suene a gloria. La mítica firma británica llevaba un buen tiempo sin lanzar novedades de peso, pero acaban de dar un golpe sobre la mesa. Y no hablamos de una simple actualización de catálogo, no: esto es el mayor lanzamiento de su historia reciente. Así, sin rodeos.
Y es que han presentado dos nuevos platos tocadiscos que prometen enamorar tanto a puristas como a coleccionistas de vinilos exigentes: el Michell Revolv y el nuevo Michell Gyro. Ambos modelos llegan no solo para renovar la gama, sino también para jubilar a toda una leyenda, como lo fue el Gyro SE, uno de los modelos más icónicos que ha tenido la marca en sus vitrinas durante décadas.
¿Y qué ofrecen estos nuevos giradiscos para causar tanto revuelo? Pues básicamente lo que esperas de Michell cuando se pone seria: diseño a medida, ingeniería de precisión, materiales de gama altísima y una obsesión enfermiza por el aislamiento y la estabilidad. Todo pensado para que la experiencia analógica sea lo más pura posible, como debe ser.
Así son los nuevos Michell Revolv y Gyro: precisión británica para amantes del vinilo
Empezamos por el Michell Revolv, que parte desde unas nada despreciables 3995 libras (unos 5400 dólares, sin brazo ni cápsula). Este modelo se coloca justo entre el veterano Tecnodec y el tope de gama, el Gyro. La idea de Michell aquí ha sido clara: tomar lo mejor del diseño rígido del Tecnodec y combinarlo con tecnología de alta gama, para ofrecer una base sólida sin entrar aún en el terreno más elitista del Gyro.
El cambio más visual está en el cuerpo del tocadiscos. Se acabó el acrílico de 10 mm típico del modelo básico. En su lugar, un enorme bloque de aluminio mecanizado con una rigidez y masa espectaculares. ¿El resultado? Muchísima más estabilidad y menor transmisión de vibraciones. Además, ese nuevo diseño ha permitido modificar el sistema de montaje del brazo, mejorando todavía más el rendimiento.
Ojo también al resto del conjunto: el cojinete principal tipo hélice invertida viene rematado ahora por un plato de Delrin con refuerzos de cilindros de latón en los bordes, lo que ayuda a estabilizar la velocidad de giro. Las patas son de Sorbothane, afinadas y aislantes, y el motor está en un bloque aparte para evitar cualquier mínima vibración. Y como colofón, trae un control de velocidad externo de dos posiciones con una estética impecable.
El siguiente en la escalera de precios es el nuevo buque insignia: el Michell Gyro, que sube hasta las 5995 libras (unos 8050 dólares, también sin brazo ni cápsula). Este no es un simple lavado de cara: es una reinterpretación total de los míticos Gyrodec y Gyro SE, y cada pieza ha sido rediseñada desde cero.
Aquí también desaparece el metacrilato como base. El nuevo chasis es una auténtica barbaridad: un bloque de aluminio de 19 mm, mecanizado con precisión quirúrgica, que además incluye diez pesos de latón incrustados. Estos sirven tanto para equilibrar el peso del brazo como para añadir masa y amortiguación. ¿Más todavía? Sí, porque también han metido espuma densa en puntos clave para controlar aún más las vibraciones.
El sistema de rodamientos es otro salto adelante. El Gyro estrena un cojinete doble tipo hélice, que mejora la lubricación y reduce el ruido. También comparte con el Revolv la fuente de alimentación externa con carcasa metálica, y los mismos pies ajustados en Sorbothane, que tienen una forma y tamaño únicos para este modelo.
Ambos modelos llegan en acabados negro o plateado, manteniendo esa estética técnica pero elegante que caracteriza a Michell. El Revolv llegará a tiendas en noviembre y el Gyro un mes más tarde, justo a tiempo para convertirse en el regalo (auto-regalo) soñado de muchos amantes del vinilo estas Navidades.
Desde luego, con estos lanzamientos, Michell demuestra que sigue muy viva y con ganas de competir en la liga más alta del audio analógico. Y lo mejor de todo es que, viendo los antecedentes de la marca, podemos esperar una calidad de construcción y un sonido sencillamente alucinantes. Ahora solo queda esperar a que lleguen las primeras unidades para comprobarlo con nuestros propios oídos.
