A ver, vamos a decirlo sin rodeos porque sabemos que tú, como nosotros, no estás para vueltas largas: la tecnología Mini LED le da mil vueltas a la Direct LED en muchos aspectos. Pero hoy no vamos a hablar solo de calidad de imagen o si se ve más brillante el logo de Netflix. Hoy vamos a hablar de durabilidad, que al final es lo que más nos interesa cuando soltamos varios cientos de euros en una tele que esperamos no tener que cambiar en años.
Porque, seamos honestos: no hay nada más frustrante que estar en plena maratón de tu serie favorita y que empiecen a aparecer manchas raras, zonas que se ven más oscuras o incluso ese famoso “efecto nube” que parece que estás viendo la tele desde Mordor. Y eso, es algo que puede pasar dependiendo del tipo de retroiluminación que tenga tu TV. Mini LED y Direct LED son dos mundos distintos, aunque a simple vista parezcan lo mismo. Pero como siempre, el diablo está en los detalles.
Y claro, tú te preguntas: “¿Cuál me compro si quiero que me dure años y años, aunque vea tele todos los días como si fuera parte del mobiliario?” Pues bien, la respuesta corta es: Mini LED. Pero espera, que te lo explicamos con calma y con ejemplos de la vida real, como nos gusta hacerlo en AVPasión.
Mini LED vs Direct LED: ¿cuál aguanta más el trote diario?
Empecemos con lo básico. Mini LED es una evolución bastante bestia de la tecnología LED. En lugar de usar unos cuantos LEDs grandes y toscos para iluminar el panel, lo que hace es usar muchos, pero muchos más LEDs, solo que en un tamaño ridículamente pequeño. ¿Y por qué eso importa? Porque al ser más pequeños, se pueden controlar de forma mucho más precisa. Esto significa que solo se encienden las zonas que realmente lo necesitan, y no todo el panel a lo loco como pasa en muchas teles Direct LED.
Y claro, si se encienden menos LEDs de forma más inteligente, el desgaste también es menor. La lógica es simple: si usas menos los componentes, duran más. Es como si tuvieras dos coches: uno lo usas solo para ir a hacer la compra y el otro lo llevas todos los días por la autopista a 140. Adivina cuál se va a estropear primero. Pues eso.
Ahora, los televisores con retroiluminación Direct LED tienen menos zonas de control, lo que se traduce en que iluminan de forma más generalizada. Eso, para ti, significa más gasto de energía y más estrés para los LEDs. En cristiano: se están quemando más rápido porque están haciendo más trabajo del que deberían. Y lo peor es que ni siquiera lo hacen tan bien como los Mini LED, que encima de durar más, se ven muchísimo mejor.
Un dato curioso: Hisense, que está a tope con los Mini LED, ya dijo que sus modelos con esta tecnología pueden aguantar unas 50.000 horas. Ojo, eso es una barbaridad. Hablamos de que podrías ver unas 6 horas de tele al día durante más de 20 años. Eso sí, como ellos mismos dijeron (y aquí coincidimos): todo depende del uso. Si dejas la tele encendida todo el día con el telediario de fondo aunque estés en la cocina, pues claro, todo eso suma.
Y aquí entra otro tema: el tipo de tele que compras. Porque seamos francos: los modelos Direct LED suelen ser los más baratos del catálogo, lo que también implica que usan materiales más sencillos y con menos protección frente al desgaste. En cambio, cuando compras una Mini LED, lo más probable es que estés llevando a casa una tele de gama media-alta o incluso alta, con todo lo que eso implica: mejor ventilación, mejores chips, más controles de brillo, y en muchos casos, sistemas que protegen el panel.
Entonces, ¿vale la pena invertir en Mini LED si quieres una tele que aguante lo que le eches? Rotundamente sí. No solo vas a tener mejor calidad de imagen, sino que además te aseguras de que esa tele no te va a dejar tirado en tres o cuatro años como suele pasar con algunos modelos Direct LED.
Y para acabar, un pequeño resumen:
- ¿Direct LED? Más barato, pero más básico. Se desgasta más rápido y no te da el mismo nivel de imagen.
- ¿Mini LED? Más caro, sí. Pero te llevas una tele que aguanta lo que le pongas, se ve de lujo y es mucho más eficiente.
Así que ya sabes, si quieres una tele para ver pelis, series, fútbol, realities, y dejarla encendida hasta para dormir la siesta… vete a por un Mini LED sin dudarlo. Tu yo del futuro te lo va a agradecer.