Hay productos que no esperas que te entren por los ojos… hasta que lo hacen. Y eso es exactamente lo que nos ha pasado con el nuevo proyector portátil TCL PlayCube, una especie de cubo tecnológico que parece sacado de una mezcla entre un Rubik’s Cube y TARS de Interstellar. Lo han presentado oficialmente en el IFA 2025, y sí, ahora ya no es un simple concepto, sino un producto real que podrás comprar desde este mismo 5 de septiembre.
Lo curioso es que TCL no suele ser de esas marcas que “enamoran” a primera vista en el mundo del cine en casa, pero esta vez han dado en el clavo con algo distinto. El PlayCube es un proyector pequeñito, portátil, con batería integrada y Google TV, ideal para llevártelo al campo, de camping, a la terraza o donde te dé la gana. Pero no solo va de diseño: también tiene autofoco, corrección de imagen automática y Netflix certificado, lo cual ya es mucho decir en el mundo de los proyectores portátiles.
Ahora bien… el precio no es ninguna broma. Hablamos de 799 euros, que no es precisamente una ganga. Así que la gran pregunta es: ¿vale la pena? Pues vamos a contarte lo que trae para que tú mismo decidas si este “cubo mágico” tiene sitio en tu mochila… o si es solo una curiosidad bonita que verás de pasada en Instagram.
Un mini proyector con alma de explorador (y cerebro de Google TV)
Lo primero que llama la atención del TCL PlayCube es su diseño. De verdad, parece un juguete o un altavoz Bluetooth con esteroides. Solo mide 15 x 9,7 x 9,7 cm, pesa 1,2 kilos, y lo puedes colocar en cualquier parte. Pero aquí viene lo bueno: el hardware es giratorio, lo que te permite ajustar el ángulo de proyección como si estuvieras jugando con un cubo Rubik. Además, al moverlo, el sistema se encarga automáticamente de enfocar, alinear la imagen, evitar obstáculos y corregir la distorsión trapezoidal (keystone). Es decir: tú lo colocas, lo giras un poco, y él hace el resto.
En cuanto a calidad de imagen, no vamos a engañarte: no es un proyector para cinéfilos exigentes. Ofrece una resolución Full HD 1080p, con 750 lúmenes ISO. No vas a ver Dune con HDR en plena tarde, pero para una peli en la terraza al anochecer, va sobrado. Además, la lente es de cristal y el sistema operativo es Google TV, así que tienes acceso a Netflix, Prime Video, Disney+, YouTube y más sin conectar nada externo. Y sí, TCL ha confirmado que está certificado oficialmente por Netflix, algo que no siempre se da en proyectores portátiles.
En cuanto al sonido, viene con un altavoz de 5W integrado, que no va a levantar un concierto, pero te saca del apuro si no llevas altavoces Bluetooth encima. También puedes usar la salida jack de 3,5 mm si quieres conectar auriculares o un sistema externo. Por último, tiene entrada HDMI, USB, y WiFi, así que puedes conectar desde consolas hasta memorias USB, y cargar contenido desde cualquier red.
¿Lo mejor? Que no necesita enchufe (durante 3 horitas)
Una de las cosas que hacen especial al PlayCube es su batería integrada, algo que no es tan común en proyectores con Google TV. TCL promete hasta 3 horas de autonomía, lo cual es suficiente para ver una película entera o varios capítulos de una serie sin preocuparte por el enchufe. Y si estás en medio del bosque o en la playa, eso se agradece mucho.
También es sorprendentemente silencioso. TCL asegura que funciona por debajo de los 26 dB, así que no vas a escuchar ese zumbido molesto típico de algunos proyectores. Entre el tamaño, la batería, la interfaz de Google y el diseño molón, queda claro que está pensado para el ocio casual y los viajes, más que para una sala dedicada.
Ahora bien, volvemos a lo importante: ¿vale los 799 euros que cuesta? Pues depende. Si buscas un proyector para sustituir tu tele del salón… claramente no. Pero si lo que quieres es un gadget para escapadas, quedadas con amigos, cine improvisado al aire libre y sin líos de cables, entonces el PlayCube es una de las propuestas más completas, divertidas y versátiles que hemos visto en este formato.