La justicia española sigue con su lucha contra las emisiones no permitidas, ahora centrada especialmente en las listas IPTV piratas. Si hace solo unos días os contábamos que se había bloqueado la conocida plataforma Acestream, hoy hemos conocido algo insólito hasta ahora. Por primera vez en España, ha sido condenada una empresa dedicada a la venta de decodificadores para acceder a servicios IPTV piratas. Más concretamente, la Audiencia Provincial de Pontevedra ha condenado a la empresa Engel Systems S.L y sus directivos por un delito contra la propiedad intelectual por la venta de decodificadores para piratear contenido.
Es una condena histórica, al menos en España, ya que hasta ahora la ley se había centrado únicamente en particulares o como mucho en páginas de descarga y streaming a través de P2P. Pero en el último año las IPTV están en el punto de mira de la justicia y hasta la Comisión Europea se ha metido en la lucha contra el IPTV pirata. Sin embargo, nunca se había condenado a una empresa por vender este tipo de servicios.
Engel se convierte en la primera empresa condenada por las IPTV piratas
Las listas IPTV ilegales se han popularizado mucho en los últimos años. Son una forma relativamente económica de ver contenido de plataformas, especialmente cuando se tratan de competiciones deportivas o también canales que emiten películas y series. Son muy fáciles de usar, ya que tenemos múltiples aplicaciones en casi cualquier sistema para ello, y además, por qué no decirlo, también son bastante sencillas de localizar. Sin embargo, la ley sigue luchando contra ellas y ha asestado un nuevo golpe directo a la yugular.
Tal y como recoge El Mundo, la condena afecta más concretamente a siete trabajadores de la empresa Engel Systems S.L. Entre ellos, como es lógico, están sus directivos. Han recibido multas que van desde los 540 euros hasta los 7.290 euros en función de su grado de importancia en las operaciones. Por otro lado, a nivel de compañía, Engel ha sido sancionada con 673.000 euros y 397 dólares por la responsabilidad civil derivada del delito.
Pero la multa es solo una parte de la condena. La misma también prohibe a la empresa volver a dedicarse a la venta de decodificadores en el futuro, mientras que los directivos han sido inhabilitados por un periodo de siete años. Los acusados particulares, además, han recibido penas de cárcel que se han conmutado por haber abonado las cantidades reclamadas y otros atenuantes como la elevada duración del proceso, el cual lleva en marcha más de siete años.
Según la información publicada, la compañía empezó sus operaciones mediante un modelo de piratería conocido como cardsharing, es decir, ofreciendo conexión pirata a otros usuarios utilizando una tarjeta de abonado legítima. Posteriormente evolucionaron a las IPTV, el modelo más conocido actualmente para acceder a este tipo de retransmisiones. Según LaLiga, a principio de temporada había un millón de conexiones piratas, un problema que causa mucha preocupación entre los grandes operadores que invierten mucho dinero para hacerse con los derechos de las competiciones deportivas.
Engel Systems fue denunciada inicialmente por EGEDA, Mediapro y Digital+ (esta última se convirtió en Movistar Plus+ cuando Telefónica adquirió la compañía). Según el juez encargado del caso, la empresa estuvo desde finales de 2010 hasta mayo de 2016 vendiendo decodificadores que emitían o reproducían contenidos piratas gracias a una red de servidores ubicados en Lituania y Alemania, en primera instancia; y en un centro de datos en Málaga y en la propia nave de la empresa en Madrid posteriormente.
Es decir, la condena a la empresa no ha sido por vender los decodificadores como tal, algo lógico ya que no es ilegal vender un decodificador con capacidades para IPTV, sino por vender el servicio ya preparado para recibir la transmisión pirata de plataformas como Movistar, Bein Sport o Sky Sport. Además, según se ha podido conocer, la empresa usaba una táctica de obsolescencia programada para mejorar las ventas de sus dispositivos. Y es que, cada cierto tiempo, los servidores dejaban de funcionar y así obligaban al usuario a comprar un nuevo decodificador para seguir con el servicio.