¡Ay, Plex, cómo nos la has liado! Si usas Plex para montarte tu propio “Netflix casero” con tus pelis, series o vídeos familiares, te interesa (y mucho) lo que vamos a contarte. Ya lo anunciábamos en marzo aquí en AVPasión, y ahora es oficial: desde el 29 de abril de 2025, Plex ha cambiado cómo funciona el streaming remoto para las bibliotecas personales.
Hasta ahora, podías acceder a tu servidor Plex desde fuera de casa sin pagar un duro. Era una de esas funciones que hacían que montar tu propio servidor multimedia tuviera todo el sentido del mundo. Pero eso se acabó. Ahora necesitarás una suscripción de pago para ver tu contenido si estás fuera de tu red local. Sí, como lo lees: si no estás en casa, tienes que pagar. Y ojo, que esto también afecta a tus amigos y familiares si acceden a tu servidor.
¿Y qué opciones tienes entonces? Pues dos, y Plex te las sirve en bandeja: por un lado, tienes el Remote Watch Pass, una opción más económica; y por otro, el Plex Pass, que es el plan premium de toda la vida. ¿Cuál te interesa más? Pues sigue leyendo que te lo explicamos a continuación.
Plex Pass vs Remote Watch Pass: ¿merece la pena pagar más?
Vamos al grano: Remote Watch Pass cuesta 1,99 euros al mes o 19,99 euros al año, y es perfecto si solo quieres ver tus pelis desde el móvil cuando estás fuera de casa, o si accedes al servidor de un amigo. Tiene lo justo y necesario para eso. Ahora bien, si eres tú el que tiene el servidor y quieres exprimir todas las funciones de Plex, el Plex Pass es tu mejor amigo: cuesta 5,99 euros al mes, 59,99 euros al año o 229,99 euros para siempre.
¿Qué diferencia hay entre uno y otro? Pues que el Plex Pass te desbloquea todo el potencial de la plataforma. Y cuando decimos todo, es TODO. Mira la lista de cosas que puedes hacer solo con Plex Pass (ni Remote Watch Pass ni el plan gratuito permiten esto):
- Saltar intros y créditos en tus series o pelis personales (¡maravilla!).
- Descargar contenido personal para verlo sin internet.
- Controlar si quieres que se reproduzca algo automáticamente por si te has quedado frito (sí, eso es el “Pass Out Protection”).
- Volver atrás cuando reanudas la reproducción tras haberla pausado.
- Omitir anuncios en las grabaciones de Plex DVR.
- Hacer transcodificación de vídeo por hardware para que se vea en más dispositivos sin problemas.
- Grabar emisiones en HD directamente en tu biblioteca.
- Monitorizar el estado de tu servidor desde el móvil con Plex Dash.
- Gestionar varias versiones de una misma peli (por ejemplo, versión extendida y normal).
- Mejorar el color del vídeo en cualquier pantalla, ya sea SDR o HDR.
- Establecer límites de subida y calidad de streaming para no saturar tu conexión.
- Activar controles parentales para que los peques no vean lo que no deben.
- Crear tu propio pase de cine en casa con trailers antes de la peli.
- Acceder a temas de color exclusivos, enlaces personalizados de Watchlist, y hasta hacer que se apaguen las luces cuando empiece la peli o que se mande un tweet cuando termines una serie, con los famosos webhooks.
- Y por supuesto, tener acceso anticipado a funciones premium y descuentos exclusivos.
En definitiva, si quieres lo básico y barato, el Remote Watch Pass te cubre. Pero si eres un friki del orden, la calidad de imagen y quieres tener el control total de tu servidor y tus contenidos, el Plex Pass es la opción que te hará sonreír.
Eso sí, si te quedas en el plan gratuito, olvídate de acceder remotamente a tu servidor desde fuera de casa. Vas a necesitar estar en la misma red (en casa, vamos) para poder ver tus pelis. Adiós a ver tu serie favorita en la playa desde el NAS del salón… salvo que pases por caja.
¿Nuestra recomendación? Si usas Plex solo tú y no sales mucho, quizás Remote Watch Pass sea suficiente. Pero si lo compartes con otros o te mola tenerlo todo fino, ordenado y premium, el Plex Pass merece mucho la pena. Al final, es una inversión para los que disfrutamos del cine y las series sin depender de plataformas que cada mes suben precios o quitan contenido.