Samsung ha vuelto a subir el listón con un nuevo televisor de 115 pulgadas que, sinceramente, es más grande que la pared de mi salón. Hablamos del Samsung QN90F Neo QLED, una auténtica barbaridad pensada para los que quieren montar un cine en casa sin escatimar ni en espacio ni en presupuesto.
Y es que no estamos hablando de cualquier cosa. Este modelo llega con todo lo que uno esperaría de la gama alta de Samsung: procesador con IA, mejoras anti-reflejos, tecnologías de contraste, y un diseño elegante que no desentona aunque lo pongas en un salón digno de revista. Pero claro, el precio pica: nada menos que 26.999 dólares de salida. Ahí es cuando muchos empezamos a levantar una ceja.
Y lo curioso es que este QN90F cuesta prácticamente lo mismo que el nuevo Micro RGB de 115 pulgadas, que vale “solo” 3.000 dólares más. Es decir, que por un poquito más tienes acceso a una de las tecnologías más punteras de Samsung, lo que deja al Neo QLED en una posición un poco extraña.
Eso sí, de momento este lanzamiento es oficial en Estados Unidos. En España, al menos por ahora, no se ha confirmado nada. Pero viendo el historial de Samsung, yo apostaría a que acabarán trayéndolo aquí en algún momento de 2025. Eso sí, más te vale ir ahorrando y buscando un salón que mida como mínimo lo mismo que tu garaje.
¿Qué tiene de especial este televisor Samsung QN90F de 115 pulgadas?
Lo primero es lo obvio: el tamaño. Con 115 pulgadas de esquina a esquina, esta tele es más grande que cualquier OLED para el consumidor. Y aunque pueda sonar exagerado, no lo es. Estamos en una época donde Samsung y Hisense compiten por ver quién lanza la bestia más grande del corral.
Este modelo, el Samsung QN90F, no viene solo con músculo. También se estrena con el procesador NQ8 AI Gen3, el mismo que lleva el modelo 8K QN900D. Este chip permite aplicar algo llamado Supersize Picture Enhancer, que básicamente se encarga de mejorar el escalado en pantallas tan grandes, reduciendo ruido y mejorando el detalle. Vamos, que si le metes una serie normalita en HD, la tele hará lo posible para que no te sangren los ojos.
También incluye una tecnología que me encanta: Glare Free, que sirve para reducir reflejos al mínimo. Esto en teles tan grandes es fundamental, porque si no tienes una sala de cine en casa, el más mínimo reflejo puede arruinarte la experiencia.
En cuanto a la calidad de imagen, monta una combinación de tecnologías que suenan de lujo: Neo Quantum HDR Pro, Quantum Matrix Technology Pro… palabras rimbombantes que, traducido al cristiano, significan más contraste, mejor control del brillo y negros más profundos.
Pero… ¿es suficiente frente a OLED y Micro RGB?
Aquí es donde entramos en terreno complicado. Porque sí, este televisor es una auténtica joya tecnológica, pero hay que decirlo: sigue siendo un panel con retroiluminación. No es autoemisivo como un OLED. Y eso, quieras o no, se nota.
Los OLED, a pesar de que hoy en día no pasan de las 97 pulgadas (de momento), siguen siendo los favoritos para muchos puristas por una razón muy simple: cada píxel se enciende y apaga de forma independiente, lo que da lugar a un contraste casi perfecto. Pero claro, también tienen sus limitaciones.
Y luego están los Micro RGB, que son los nuevos aspirantes a reyes del barrio. En vez de la típica retroiluminación con miniLEDs blancos, aquí se usan micro LEDs rojos, verdes y azules independientes, con un tamaño minúsculo (menos de una décima de milímetro), que iluminan desde detrás del panel LCD. ¿Resultado? Colores más precisos, un brillo brutal y un contraste mucho más afinado que el de un miniLED convencional, aunque ojo: siguen siendo teles con retroiluminación, no microLED autoemisivos.
De hecho, Samsung promete que sus Micro RGB cubren el 100% del espacio de color BT.2020, algo que ni OLED ni MiniLED pueden igualar. Y lo dicho antes: si el Micro RGB de 115 pulgadas vale solo 3.000 dólares más que este Neo QLED, sinceramente, me pensaría dos veces cuál elegir.
Entonces, ¿para quién es este televisor?
Buena pregunta. Yo diría que el Samsung QN90F de 115 pulgadas va dirigido a ese tipo de usuario que quiere una pantalla gigante con buena calidad, pero que no quiere irse al extremo del Micro RGB (por precio, por disponibilidad o por miedo a lo nuevo). Es cierto que no es barata, pero si realmente baja de precio para el Black Friday, como ya ha pasado anteriormente, podría convertirse en una opción mucho más razonable.
Eso sí, hay que tener en cuenta que estamos hablando de una inversión muy seria. Si en noviembre la ponen a mitad de precio, por 13.000 o 14.000 euros, ya estaríamos hablando de otro escenario. Pero si se mantiene en casi 27.000 euros… pues la verdad, por un poquito más me voy directo al Micro RGB y a vivir.
Y para los mortales que no tenemos una cuenta bancaria con apellido, siempre nos quedarán las teles de gama media o alta que sí están a precios terrenales. De hecho, hay modelos Neo QLED más pequeños con paneles de 65 o 75 pulgadas que ya ofrecen una experiencia brutal por mucho menos dinero.
En definitiva, Samsung ha puesto sobre la mesa un televisor enorme, impresionante y con tecnología punta, pero también ha abierto un debate interesante: ¿realmente tiene sentido este QN90F de 115 pulgadas cuando por casi lo mismo puedes subirte al tren del MicroLED?