Vamos a ver, todos los que tenemos un sistema de cine en casa nos hemos hecho esta pregunta alguna vez: ¿los altavoces están sonando como deberían? Porque claro, lo último que quieres es que en medio de una película te cueste escuchar los diálogos o que un efecto de sonido te reviente el tímpano porque un altavoz suena mucho más fuerte que los demás. Y es ahí donde entra la palabra mágica: calibrar. Calibrar el sistema no es otra cosa que igualar el volumen de todos los altavoces para que, desde tu sillón, todo suene equilibrado. Pero claro, ¿y si te dijeran que puedes hacerlo con una simple app en el móvil?
Suena muy bien, ¿verdad? Te bajas una app que mide decibelios, apuntas el móvil hacia arriba, vas poniendo el ruido rosa en cada canal y ¡listo! Aparentemente ya sabes si un altavoz suena más que otro. Si uno marca 65 dB y otro 70, pues le subes 5 decibelios al más flojito y vas ajustando así cada uno. Es un sistema muy apañado, sobre todo si no quieres gastarte dinero en herramientas más profesionales. De hecho, para comparar altavoces entre sí dentro del mismo sistema, este método con app puede funcionar bastante bien.
Pero ojo, y aquí viene el «pero» importante: este sistema tiene truco. Las apps de móvil que miden volumen no están pensadas para calibrar de forma precisa. Es decir, si lo que tú quieres es asegurarte de que cuando tu receptor esté en -10 dB todos los altavoces están sonando a 75 dB, entonces lo de la app no te sirve. Para eso necesitas un decibelímetro de verdad o, mucho mejor aún, un micrófono calibrado. Y ahora te explicamos por qué.
¿Sirve una app tipo dB Level para calibrar tu cine en casa? Pues… depende
Vamos al grano: sí, puedes usar una app para hacerte una idea general de cómo están sonando tus altavoces. Es decir, si pones el mismo ruido rosa en todos los canales y mides desde el punto de escucha con la misma app, estás comparando manzanas con manzanas. Puedes ver, por ejemplo, que el altavoz izquierdo suena más flojo que el central, y con eso ya puedes ajustar el volumen individual de cada canal en el receptor.
Pero si lo que quieres es una calibración real, de esas que aseguran que estás escuchando tu sistema al volumen de referencia de cine en casa (75 dB promedio, 95 dB pico con el volumen en -10), ahí ya la app no te vale. ¿Por qué? Porque el micrófono del móvil no está calibrado. Es decir, ni la app sabe cómo responde tu micro, ni cómo procesa las distintas frecuencias. Algunos micros del móvil captan más agudos que graves, otros tienen caídas importantes en ciertas bandas… y eso, se traduce en una medición completamente imprecisa.
Además, el oído humano no percibe igual todas las frecuencias. Somos mucho más sensibles a las medias (por eso escuchamos mejor las voces). Así que si tu micro capta mal los graves, por ejemplo, puede parecer que el subwoofer está bajito… cuando en realidad está temblando la casa. Y ojo aquí: ni se te ocurra intentar calibrar un subwoofer con una app de móvil. Los micros de los móviles están pensados para llamadas, no para medir frecuencias graves. Te va a dar una lectura falsa y engañosa.
¿Y por qué funciona tan bien, por ejemplo, la calibración de Trueplay en los productos Sonos? Pues porque Sonos crea un perfil específico para cada modelo de iPhone. No puedes usar Trueplay con Android porque sería imposible calibrar los miles de micros distintos. Con iOS hay pocos modelos y Sonos se toma el tiempo de estudiar cada uno. Por eso no puedes calibrar con el iPhone 17 hasta que Sonos lo actualiza. Eso no lo hacen las apps genéricas de volumen que te descargas gratis.
Entonces, ¿qué necesitas si quieres hacer las cosas bien? Pues un decibelímetro real, o mejor aún, un micrófono calibrado con software como REW (Room EQ Wizard). Un decibelímetro decente no es caro, los hay por unos 25 o 30 euros y cumplen con creces. Pero si quieres un resultado fino, profesional, y no te importa dedicarle un rato, el combo micrófono calibrado + REW es insuperable.
En resumen: las apps de móvil te pueden servir para salir del paso, comparar niveles entre altavoces y hacer algún ajuste rápido. Pero si lo que buscas es una experiencia de cine de verdad, donde los efectos suenan equilibrados y los diálogos se escuchan claros, entonces necesitas herramientas serias. Así que ya sabes: usa la app solo para comparar, pero calibra con algo que te diga la verdad.