¡Por fin tenemos la nueva Sony Bravia 8 II con panel QD-OLED en casa! un televisor que es casi perfecto y una total oda al más cineasta de la casa. Equipada con el panel QD-OLED de cuarta generación fabricado por Samsung Display, este televisor se erige como una de las mejores opciones del año para los que somos amantes del séptimo arte y hoy veremos por qué no siempre un panel con más brillo supone un mejor televisor.
Desde AVPasión queremos agradecer a Sony España la cesión de este producto, podéis consultar sus característica pulsando aquí. Disponible solo en los tamaños de 55 y 65 pulgadas, la marca nipona nos ha cedido una unidad en este último tamaño, algo que es de agradecer para mantener la misma perspectiva de análisis de la LG OLED G5 y la Samsung S95F, todas ellas también en el mismo tamaño de 65 pulgadas.
Sony Bravia 8 II: ¿el televisor QD-OLED perfecto?
Explicar con palabras lo que supone ver este modelo en directo es complicado, pero voy a intentarlo. Lo primero que llama la atención es el brillo…aunque brilla menos que la Samsung S95F que usa exactamente el mismo panel. Concretamente, la Bravia 8 II ofrece un pico de brillo de 1836 nits al 10% (modo Profesional 1 y medición realizada al 10%), pero el hecho es que su mapeo tonal es tan bueno que compensa esa pérdida de brillo respecto a la competencia y…el HDR es más impactante: se ve más detalle especular en las altas luces que en el modelo coreano, pese a tener menos brillo.
Pero además, este modelo ofrece otra nueva feature que el año anterior no tenía: el detalle en sombra es perfecto. Ya no hay ese problema en el que las Bravia OLED levantaban deliberadamente el nivel casi negro para emular el look del monitor de masterizado HX3110 -que, al ser un modelo LCD, no podía conseguir un nivel de negro perfecto-. La Bravia 8 II pone fin a ese problema con una salida del negro de referencia.
Lo mismo ocurre con la colorimetría: aunque habrá que esperar al análisis final donde pasaremos nuestra habitual batería de pruebas -incluyendo por supuesto una medición con una sonda y colorímetros calibrados-, en esta primera toma de contacto me ha dado la impresión de que el color viene mucho más a norma, con menos exceso de azul y más cercano al punto D65 de la norma del cine.
Sony Bravia 8 II: el chipset de imagen XR sigue siendo la referencia
Explicar lo que es el procesamiento de este televisor en texto escrito es muy difícil, así que mejor os sugiero que os paséis por el vídeo adjunto a la noticia. Pero básicamente: Sony sigue siendo el número 1 en procesador de imagen, el chip XR crea un campo dimensional muy difícil de superar, con una imagen con muchísimo punch en HDR (en parte gracias al mapeo tonal del que hablábamos antes, unido al gran pico de brillo y al uso de un panel QD-OLED); además en este caso si podremos aprovechar el espacio BT2020 gracias a que la tele si cambia entre BT2020 y DCI-P3 de forma automática.
Sobre la electrónica…sublime. El XR sigue siendo el mejor procesador a la hora de escalar la imagen, sin parecer nunca artificial -en ninguna imagen prácticamente-, sacando detalle de donde no hay y procesando los defectos de las imágenes comprimidas de forma perfecta. Su gestión del movimiento es también espectacular.
En fin, servidor no esperaba ver un salto grande con la A95L, más bien un cierto continuismo. Pero esta Bravia 8 II es todo lo que le faltaba por pulir a la A95L y se convierte en una de las 3 mejores opciones -y ya veremos si no la primera- si te gusta ver el cine en su máxima calidad posible. Impresionante el trabajo de la firma japonesa.