Cuando creía que ya había visto de todo en teles gigantes, llega TCL y me deja con la boca abierta. Y no es por cualquier cosa: acaban de lanzar oficialmente la versión de 115 pulgadas de su C7K, esa gama MiniLED que ya conocíamos en 50, 55, 65, 75, 85 y 98 pulgadas. Pero esto… esto es otro nivel. Porque no solo es una cuestión de tamaño. Es que esta nueva C7K mejora varias cosas respecto a sus hermanas pequeñas, y lo hace pensando en los que quieren montar un cine de verdad en casa.
Hasta ahora, el modelo tope era el de 98 pulgadas, que ya de por sí era un monstruo. Pero claro, cuando te metes en terrenos de más de 110 pulgadas, necesitas más control de zonas, más potencia de sonido y una instalación distinta. Y eso es justo lo que ha hecho TCL. El modelo de 115 pulgadas no es simplemente una tele más grande, sino que incorpora mejoras clave que lo convierten en el tope de gama absoluto dentro de la familia C7K.
¿Y qué mejoras son esas? Pues para empezar, pasa de 2.048 a 2.880 zonas de atenuación local, lo que se traduce en un mejor control de los halos y los negros, algo fundamental cuando hablamos de una superficie tan enorme. A eso le sumamos un sistema de sonido ONKYO 4.2.2 con hasta 200 W de potencia, muy distinto al que montan las C7K más pequeñas, que se quedan en “Audio by B&O”. Y por si fuera poco, mantiene el brillo pico de 3.000 nits HDR, mientras que las versiones de 50 a 65 pulgadas bajan considerablemente.
Más grande, más zonas, más sonido: así es la C7K de 115 pulgadas
Empecemos por lo más llamativo: las 2.880 zonas de atenuación local. Este dato no es menor, porque al subir a 115 pulgadas, si no aumentas también las zonas, el resultado sería un control de la luz pobre y muchos halos. TCL lo sabe, y por eso mete un sistema QD-MiniLED con “precise dimming” que mejora el contraste y la definición en escenas oscuras. Frente a las 2.048 zonas del modelo de 98 pulgadas, el salto es notable.
En cuanto al sonido, aquí sí que hay una diferencia importante. El modelo de 98 pulgadas presume de colaboración con Bang & Olufsen, pero el de 115 pulgadas se lo lleva al terreno del cine en casa: incorpora un sistema ONKYO 4.2.2 con hasta 200 W, incluyendo canales up-firing para un efecto envolvente más realista. Viene con Dolby Atmos y DTS Virtual:X de serie, así que te puedes olvidar de comprar barra de sonido, al menos de entrada. Esto es algo que se nota especialmente si tienes un salón grande o una sala dedicada.
Otra diferencia clave está en el brillo máximo HDR. Toda la serie C7K anuncia hasta 3.000 nits, pero en los modelos pequeños (50, 55 y 65 pulgadas) esa cifra baja a 2.600 y 2.000 nits respectivamente. Los modelos grandes, como el de 98 y ahora este de 115 pulgadas, mantienen los 3.000 nits, lo que se traduce en un impacto visual brutal en contenidos HDR, especialmente con Dolby Vision IQ o HDR10+. Si tienes una buena fuente y una sala luminosa, vas a flipar.
Por lo demás, la base tecnológica se mantiene: panel VA tipo CrystGlow, Google TV como sistema operativo, frecuencia de refresco nativa de 144 Hz, compatibilidad con VRR, AMD FreeSync Premium Pro y modos pensados para gaming como Game Master y Game Accelerator hasta 288 Hz en 2K. El diseño sigue siendo ultrafino, aunque eso sí: esta tele ya no está pensada para ponerla sobre un mueble cualquiera. Incluye soportes tipo “floor stand”, que es como decir: “esto va en el suelo, porque no hay mueble que aguante esta bestia”.
Una bestia total pensada para cine en casa serio
En resumen, la TCL C7K de 115 pulgadas no es solo una tele más grande: es un producto que da un salto en prestaciones para adaptarse a ese tamaño colosal. Mejor sonido, más zonas, más impacto visual, y todo sin renunciar al panel QD-MiniLED, al CrystGlow HVA o al sistema operativo Google TV que ya conocemos en la gama. ¿Lo mejor? Que TCL mantiene la esencia gamer con 144 Hz, VRR y funciones como el Game Master y SuperWide Gameview.
Si estás pensando en montarte una sala de cine o juego XXL en casa y no quieres dar el salto (ni el presupuesto) a un proyector, esta C7K de 115 pulgadas puede ser el bicho que necesitas. No es barata, claro, pero lo que ofrece está muy por encima del estándar actual. Y sinceramente… ver una peli aquí tiene que ser una auténtica experiencia inmersiva.