¿Alguna vez soñaste con tener un cine en casa sin tener que montar un proyector? Pues prepárate, porque lo que antes parecía reservado a millonarios o salas VIP, ahora empieza a estar al alcance de muchos más bolsillos. La marca Thomson, sí, la misma de toda la vida, se acaba de meter de lleno en la pelea de los televisores gigantes con un modelo de nada más y nada menos que 100 pulgadas. ¡Sí, has leído bien!
La fiebre por las teles cada vez más grandes no se detiene. Primero fueron las 55, luego las 65, después las 75… y ahora ya vamos por las 98 y 100 pulgadas. Y ojo, que ya no hablamos de precios imposibles: este nuevo modelo se mueve entre los 3000 y 4000 euros, una cifra que sigue siendo alta, pero que marca una diferencia brutal frente a los proyectores de buena calidad y los televisores premium de marcas top como Samsung o Sony.
Lo más interesante de todo esto es que Thomson no solo ha tirado de tamaño, sino que también ha cuidado bastante el resto del conjunto: buena calidad de imagen, sonido envolvente, compatibilidad con plataformas de streaming… En resumen, una apuesta bastante completa que puede hacer temblar a marcas como Hisense o TCL, que hasta ahora llevaban la delantera en este terreno. Pero vamos a lo que nos interesa.
Thomson se planta con una tele de 100 pulgadas con Google TV y todo lo que le puedes pedir
La bestia tiene nombre: Thomson 100QG7S14. Vale, el nombre no es precisamente fácil de recordar, pero lo que sí te va a quedar grabado es lo que ofrece. Para empezar, estamos hablando de un televisor de 100 pulgadas con resolución 4K, tecnología quantum dot, panel LCD de 144 Hz, retroiluminación Direct LED y lo más importante: Google TV integrado. Vamos, que te plantas en el sofá, enciendes la tele y ya tienes todo: Netflix, Disney+, Apple TV+, YouTube, y lo que quieras. Todo en una pantalla que parece una ventana al mundo.
Y eso no es todo. Este modelo llega con HDMI 2.1, lo que significa que los gamers también tienen motivos para alegrarse, porque vas a poder conectar tu PlayStation 5 o tu Xbox Series X y disfrutar del juego fluido, con soporte para Dolby Vision y Dolby Atmos. Es decir, imagen potente y sonido envolvente como si estuvieras en el cine. Además, el mando viene retroiluminado (¡por fin alguien piensa en los que ven pelis a oscuras!) y tiene Chromecast integrado, así que puedes lanzar vídeos, fotos o música desde el móvil sin complicarte.
¿Y el montaje? Pues pese al tamaño, Thomson ha tenido un detalle curioso: la tele viene con asas incorporadas para facilitar su colocación. Puedes colgarla en la pared o apoyarla en un mueble, pero eso sí, asegúrate de tener una buena superficie porque esto no es cualquier cosa. Y si no tienes tanto espacio, tranquilo, porque esta forma parte de la serie QG7, que también incluye modelos más “terrenales” de 43, 50, 55, 65, 75 y 85 pulgadas.
¿Y qué más prepara Thomson?
Esto no es un “one hit wonder”, como dirían los ingleses. Según han comentado desde la marca, su plan es apostar fuerte por el segmento de teles grandes, pero sin olvidarse del resto. De hecho, ya han confirmado que en los próximos meses lanzarán también modelos con tecnología OLED y MiniLED, lo cual es una pasada si tenemos en cuenta que están intentando mantener precios ajustados.
Así que ojo, porque parece que Thomson ha vuelto con ganas de guerra. Y si consiguen mantener este equilibrio entre prestaciones y precio, puede que más de uno se lo piense dos veces antes de irse directo a por una Hisense o TCL. Al final, lo importante no es solo tener una tele gigante, sino que te ofrezca una experiencia completa y sin complicaciones.