Vale, esto sí que es un notición que nos puede cambiar cómo vemos pelis, series y todo lo que tenga que ver con vídeo en los próximos años. Y no, no es hype barato: la Alianza para los Medios Abiertos (AOMedia) acaba de anunciar oficialmente que el códec AV2 llegará antes de que acabe el año. Así, sin anestesia.
Por si no te suena, AV1 fue el códec que se lanzó en 2018 para plantarle cara al HEVC, el que usan hoy la mayoría de plataformas para mover contenido en 4K, HDR y demás. La gracia de AV1 era que era gratuito, libre de royalties y apoyado por gigantes como Google, Amazon, Apple o Netflix. Pero aunque pintaba genial, la realidad es que su adopción ha sido algo más lenta de lo esperado. Algunas plataformas como YouTube o Netflix lo usan, sí, pero solo en ciertos contenidos y dispositivos.
Y aquí es donde entra AV2, que no solo viene para mejorar lo anterior, sino que aspira a ser el nuevo estándar abierto para el futuro del vídeo. Y lo de «futuro» va muy en serio, porque está pensado para aguantar el tirón del 8K, la realidad aumentada, la VR, los videojuegos en la nube y hasta pantallas con varias ventanas al mismo tiempo. Un todo en uno, vaya.
Así será AV2: menos peso, más calidad y pensado para lo que viene
Según AOMedia, AV2 es un salto generacional respecto a AV1, no una simple mejora puntual. ¿Qué significa eso? Pues que comprime mucho más sin perder calidad, lo que se traduce en que las pelis, los vídeos y las emisiones ocuparán menos espacio y se verán mejor. Algo clave hoy en día, donde todos consumimos contenido por streaming y cada giga cuenta, sobre todo si estás tirando de datos móviles.
Además, AV2 ha sido diseñado con la vista puesta en lo que se viene encima: contenido interactivo, realidad virtual, pantallas divididas, interfaces dinámicas… Todo eso requiere códecs que no solo se centren en la calidad visual, sino también en cómo se comportan con gráficos, texto, elementos móviles, etc. Y según lo que ha contado AOMedia, AV2 está más que preparado para ese reto.
Otro punto a favor (y muy importante): sigue siendo un códec libre de royalties, como AV1. Esto significa que cualquier fabricante o desarrollador lo podrá usar sin pagar licencias, lo que facilita mucho su adopción. Si lo quieren usar en una Smart TV, en una consola, en una tablet, en un navegador o incluso en apps… no tendrán que soltar ni un euro. Y eso, como ya sabes, hace que todo vaya mucho más rápido.
De hecho, ya se han mojado con cifras: el 53% de los miembros de AOMedia planea implementar AV2 durante el primer año desde su lanzamiento, y un 88% lo hará en menos de dos años. Si estas cifras se cumplen, estaríamos hablando de una adopción más rápida que la del propio AV1, que ya es decir. Vamos, que si todo va según lo previsto, en 2026 ya podríamos ver los primeros móviles, teles y reproductores con soporte para AV2.
Obviamente, no están solos en esta carrera. Su principal rival será VVC (Versatile Video Coding), que es el sucesor directo del HEVC. Este códec sí que requiere licencias, pero ofrece una compresión brutal: hasta un 41% más eficiente que HEVC en contenidos 8K. Eso sí, de momento está más enfocado al mundo profesional y no tan pensado para ser adoptado masivamente por fabricantes que buscan opciones sin coste.
Entonces, ¿qué pasará? ¿Gana AV2 por ser gratuito y abierto? ¿O se impone VVC por su brutal compresión? Pues como siempre, dependerá de quién se mueva más rápido y mejor. Y viendo que en la AOMedia están Google, Apple, Samsung, Nvidia, LG y compañía… la cosa pinta muy bien para AV2.
Lo que está claro es que se nos viene encima una nueva generación de vídeo. Y si AV2 cumple lo que promete, podríamos estar muy cerca de ver contenido 8K en streaming sin cortes, experiencias de realidad aumentada más fluidas, y vídeos de altísima calidad ocupando la mitad de espacio que ahora.
Desde AVPasión, como siempre, estaremos muy atentos al lanzamiento oficial de AV2 —previsto para finales de 2025— y a ver quién lo integra primero. Porque esto no es solo una mejora técnica: es la base de cómo vamos a consumir vídeo en los próximos años. Y parece que, por fin, todo empieza a encajar.