El Rey ha vuelto y lo hace con fuerza. Y es que nueva Sony Bravia 8 II con su nuevo panel QD-OLED de cuarta generación es absolutamente brillante -en todos los sentidos- y una oda al buen arte que es el cine, en mayúsculas. Y es que esperaba un televisor de transición y nada más lejos de la realidad, me parece una auténtica mejora evidente respecto al modelo del 2024, la Bravia 8 a secas, a pesar del nombre.
Eso si, empezamos con un punto negativo importante (quizá el único) y es que esta Sony Bravia 8 II solo está disponible en 2 tamaños, la versión de 55 pulgadas y la de 65 (este es el modelo que nos ha cedido Sony España para el análisis) a unos precios oficiales de 2099 y 2699 euros respectivamente, lo que supone unos precios de salida aún más económicos que los que vimos con la Bravia 8 del 2024.
Sony Bravia 8 II: Especificaciones técnicas
Sony Bravia 8 II | Características |
---|---|
Panel | QD-OLED 4 Gen (panel de 2025) |
Diagonal | 65 pulgadas |
Resolución | 4K UHD (3.840 x 2.160 puntos) |
Alto rango dinámico | HDR10, HLG y Dolby Vision |
Montaje | Fijo o en pared (VESA 300 x 300) |
Medidas | 144,3 x 83 x 3,4 cm (sin el pie) 144,3 x 84,4 x 33,9 cm (sin el pie) |
Peso | 22,9/24,2 Kg (sin/con pie) |
Conectividad (Vídeo) | 2x HDMI 2.0 y 2 x 2.1 (Completos, HDCP 2.3) 2x USB 1x Ethernet 1x CI+ |
Conectividad (Audio) | 1 x Salida Óptica 1 x HDMI eARC |
Sonido | 3 woofers de 10W + 2 SW (Acoustic Surface+) |
Compatibilidad/Estándares | ARC/eARC Sintonizador DVB-T2 + 2 x DVB-S2 WiFi 6E Bluetooth 5.3 Chromecast Integrado Apple AirPlay 2 & HomeKit |
Capacidad de reproducción | MPEG4 HEVC VP9 Perfil 2 |
Sistema Operativo | Google TV |
Control | Mando a distancia (sin retroiluminación) App |
Podéis consultar el resto de especificaciones técnicas completas en nuestro comparador de televisores.
Diseño simplificado, a costa de un mayor espacio
Sobre el diseño, nos encontramos con un televisor prácticamente idéntico al del año anterior, destacando la enorme calidad de construcción usada por Sony para este producto: aluminio y plástico de alta calidad por doquier, así como un sistema de dos patas que -aquí viene lo malo- solo pueden instalarse en los extremos del televisor, ocupando así la totalidad del ancho del televisor.
Lo bueno de este sistema es que aporta más estabilidad al televisor; además las patas pueden colocarse en tres posiciones: posición normal, estrecha o modo barra de sonido, con diferentes alturas para poder colocar una barra de sonido debajo o que luzca el panel al máximo dejando la posición de las patas completamente a ras -o casi-. Además, Sony sigue manteniendo un perfil muy delgado para ser un panel QD-OLED con disipador térmico:
Por la parte trasera Sony cuida mucho todos los detalles y eso incluye la parte trasera, ya que observamos como es habitual en la firma japonesa, un cuidado extremo en todos los detalles. La parte de atrás del televisor está totalmente cubierto por una especie de embellecedor de alta calidad con forma de cubos, que alberga a su vez el disipador térmico y los altavoces Acoustic Surface+.
Dos puertos HDMI 2.1 y uno de los mejores sistemas de sonido integrado de un televisor
Sobre el sonido, cabe destacar que Sony es uno de los fabricantes con mejor calidad de sonido integrado del mercado, para ello recurren a la tecnología conocida como Acoustic Surface+, que se basan en una serie de pequeños motores que están distribuidos en el propio panel del televisor. Éstos vibran, haciendo que de facto todo el panel se convierta en un altavoz gigante. Y además mejora mucho la localización ya que contamos con 5 motores para tener bien posicionado cada canal.
Además, podemos complementarlo con varias opciones para mejorar el sonido, como el ecualizador integrado o el modo de ecualización automático usando el micrófono del propio mando, que analizará la acústica de nuestra sala para cambiar la respuesta en frecuencia y poder tener una calidad de sonido mejorada.
Por cierto, Sony continúa ofreciendo soporte completo para eARC (con el que podremos enviar audios HD desde reproductores externos usando el televisor como «puente» haciendo passtrough a una barra o amplificador que soporte audios HD). De momento, el fabricante nipón es casi el único del mercado que sigue apostando por dar soporte al codec DTS.
En cuanto a la conectividad, lo cierto es que seguimos anclado en los mismos puertos que estrenó la A90J del 2021, es decir que el televisor incluye dos puertos HDMI 2.1 completos (que como veremos incluye soporte para VRR y 120 Hz -y no 144 Hz como hacen otros fabricantes-) y otros dos HDMI 2.0. Por supuesto, los puertos HDMI son plenamente compatibles con otros estándares como ALLM (cambio a Modo Juego de forma automática, lo que Sony llama «Modo de Imagen Automático«) o eARC y además una latencia extremadamente baja.
Google TV sigue siendo la mejor combinación para una Sony Bravia
Google sigue teniendo el mejor sistema operativo del mercado -al menos en mi opinión- (aunque se empeña en empañarlo cada vez más con publicidad y anuncios), un sistema casi perfecto donde todo cae en su sitio como debería: es rápido, es flexible, es personalizable y es tremendamente intuitivo. Y, quizá su punto más fuerte: es Android, por lo que podremos instalar absolutamente cualquier app que exista en el mercado.
En cuanto a hardware interno, como podéis ver más abajo en la foto adjunta, el fabricante continúa apostando por un SOC (System On Chip, es decir, el procesador y gráfica del televisor) principal Mediatek MT5897, es decir, el famoso Pentonic 1000. Como veis en pantalla, cuenta con un procesador de cuatro núcleos ARM Cortex A73 a 2000 Mhz y 6 GB de memoria RAM y de 16 GB de memoria interna, así como una GPU Mali-G57, sin cambios respecto al año pasado:
Como os decíamos, con estas especificaciones el sistema operativo es extremadamente rápido, sin cuelgues ni relentizaciones. Eso si, Google TV pese a estar basado en Android TV (versión 12, por cierto), está enfocado totalmente a las recomendaciones de contenido bajo demanda de las apps que le nutren contenido, como Netflix, Amazon Prime, etc. Aunque los menús funcionan genial y muy rápidos, gracias a varias cosas añadidas por Sony, como el excelente menú inferior flotante desde donde podemos hacer cualquier cosa de forma casi instantánea:
Por otra parte, Sony continúa con su extraordinario mando a distancia. Si ya el año pasado hubo una renovación bastante grande, este año se mantiene igual con los botones cruchyroll y Bravia Core. El punto negativo se lo lleva el hecho de que no esté retroiluminado, algo incomprensible teniendo en cuenta que el año pasado si lo estaba en la Bravia 8:
El micrófono sigue estando integrado en el propio mando, aunque el televisor tiene un selector donde podemos activarlo también en la propia TV. Además de hacer la función de asistente de voz para Google Assistant, también actuará como micrófono para ecualizar el sonido integrado y la verdad es que el resultado mejora bastante el sonido que viene por defecto configurado en la Bravia 8 II, adaptando las frecuencias de la acústica a las particularidades de nuestra sala.
Y para acabar con el mando a distancia, también incorpora la nueva funcionalidad estrenada el año pasado: si somos de los que perdemos el mando a distancia en el sofá o lo dejamos en alguna habitación, podemos pedirle a Google Assistant (usando el micrófono incorporado en el propio televisor) que lo busque: el mando comenzará a emitir una sonido para localizarlo, ya que lleva un pequeño altavoz incorporado.
Por otro, el sistema antirreflejos es también muy bueno, en la media del resto de sus competidores. Si ponéis el televisor frente a un ventanal, reflejará como toda pantalla glossy, pero es normal en este tipo de paneles brillantes.
Calidad de imagen SDR: auténtica referencia del cine
Empezamos a meter las manos en la parte más importante de un televisor: su calidad de imagen. Y empezamos como siempre con contenido SDR -todo aquello que no sea ni HDR ni Dolby Vision-. Aquí tradicionalmente los televisores han ido sobrados ya que la norma establece 120 nits, algo que casi cualquier televisor consigue sobradamente y la Bravia 8 II no es la excepción.
Aunque Sony tiene una fama de precisión de colores de cine…lo cierto es que no. Viene con una temperatura de color excesivamente azul, conocida como Judd-Voss dando lugar a una temperatura de color más fría de 7000ºK en lugar de utilizar las del blanco del cine (6500ºK). Esto es algo que se ve sin problemas en la gráfica de calibración al igual que, por suerte, puede calibrarse para quedarse de referencia, como podéis ver en la gráfica del antes y después de Calman:
Por suerte se puede solucionar si realizáis una calibración profesional con sonda, quedando todo el balance perfectamente en su sitio, así como las saturaciones de color. El detalle en sombra es perfecto este año, algo que también veremos en HDR; ya que otros años los modelos Bravia de Sony tendían a elevar ligeramente el casi negro , perdiendo así mucho efecto punch y contraste. Este año, nada de eso. Minipunto para Sony.
Con todo ello en mente y muy especialmente tras la calibración de la unidad, ésta muestra el contenido SDR en todo su esplendor, con brillo de sobra, colores perfectos en todos los niveles de estímulos de luminosidad y un balance de blancos perfecto con un error máximo de AE 1.7, claramente por debajo del umbral visible por el ojo. Simplemente, perfecta, vamos a ver que tal lo hace con HDR.
Calidad de imagen HDR: los nits no cuentan toda la historia
Cuando analizamos los televisores desde la perspectiva del HDR, nos solemos centrar siempre en los nits, pero es cierto que Sony tiene un comportamiento diferente a la hora de medir los patrones sintéticos y lo que luego vemos en contenido real. Y es que este año, pese a todo, hemos vuelto a dar otro salto importante de brillo en la Bravia 8 II, pasando de los 775 nits y 140 nits a pantalla completa de la Bravia 8 a unos 1500 nits y 300 a pantalla completa que tienen esta Bravia 8 II…pero que parecen mucho más.
Para empezar tenemos dos cosas solucionadas este año y ambas muy importantes: el aplastamiento de negros no existe -al menos en nuestra unidad- tampoco en HDR y, como de costumbre, el seguimiento de la curva EOTF es exquisito, como veremos más adelante. Y el segundo tema es que Dolby Vision está perfectamente implementado, con un seguimiento de la curva perfecto y una calidad de imagen idéntica al del HDR10.
Podemos poner una captura de Expediente Warren: Obligado por el demonio, donde podemos ver que el nivel de negro está en el punto exacto donde debería -que además, está confirmado también por la medición de la curva EOTF de más abajo-, o mejor, podéis ponerlo en el vídeo de Youtube para apreciar mejor los detalles:
Como nos gusta verificar y medir todo lo que nuestros ojos perciben, la sonda confirma lo que veíamos y es que la curva EOTF del HDR es absoluta, eso quiere decir que la TV debería seguir la curva amarilla de forma clavada, si queda por debajo de ésta quiere decir que la imagen es demasiado oscura; si queda por encima es que la imagen es demasiado brillante. Como veis, el seguimiento es PERFECTO (obviad el error que se da entorno al 80%, es el rolloff típico para no quemar detalles brillantes):
Por otra parte, como es costumbre en Sony, su sistema de de mapeo tonal es de lo mejor que hemos visto. Simplemente, funciona como debería funcionar un mapeo de tonos: solo actúa cuando el elemento brillante excede de la capacidad lumínica del panel -1500/1600 nits- y lo hace solo para mapear ese elemento y no afectar al brillo de la escena, como hacen otros fabricantes, manteniendo así un contraste más elevado. Además, Sony usa el valor MaxMDL de los metadatos del HDR y no el típico MaxFALL/MaxCLL, por lo que en la práctica vemos escenas con más brillo incluso que en otros modelos OLED con más luminosidad.

Cabe recordar que este modelo tecnología QD-OLED, es decir, los paneles QD-OLED fabricados por Samsung Display. Como bien sabréis, estos paneles cuentan con varias ventajas, como una mejor composición del color al ser paneles casi RGB puros, mayor cobertura cromática, mejor uniformidad y ausencia de tintes, ausencia total de overshoot o defectos similares, mejores ángulos de visión y un brillo que no se lava pues está compuesto por los colores rojos, verde y azul sin subpíxel blanco.
Una de las ventajas que tiene este panel en HDR y Dolby Vision es que puede alcanzar un bestial 91% de cobertura del espacio BT2020 y aquí si, al contrario que ocurre con la Samsung S95F, la Bravia 8 II puede aprovechar perfectamente todo el color extra, ya que la tele detecta cuando hay contenido en ese espacio de color y permite mostrar las coordenadas de color tanto del DCI-P3 como del BT2020 sin problemas de sobresaturación.
Por otro lado, la Bravia 8 II también es compatible con Dolby Vision y HLG. En el caso del primer formato, Sony hace tiempo que ya usa la implementación completa basada en el chip -hardware- de la propia TV, conocido como perfil TV-LED. Hemos visto como este formato es difícil de implementar correctamente, e incluso en otros modelos de Sony como la Bravia 9 salieron con problemas. Aquí no hay ni un solo problema, funciona todo idéntico a HDR10 pero con la ventaja de los metadatos escena a escena o frame a frame incorporados:
Un procesador XR que sigue siendo el mejor del mercado
Este televisor es impresionante desde el punto de vista del procesamiento de imagen. Consigue un equilibrio perfecto muy complicado de realizar, sin caer en el sobreprocesamiento (algo que ya os indicamos que pasaba en algunas escenas con la LG OLED G5) mientras que su movimiento, escalado y limpieza de la imagen son, simplemente, perfectas. 0 objeciones.
Especial mención tenemos que hacer del trabajo del filtro Gradación suave, que se encarga de aplicar una transición suave entre dos colores uniformes. Normalmente en contenido comprimido se producen unas bandas de color fruto de la compresión para ahorrar datos -especialmente en streaming-, algo que con este filtro en Bajo elimina casi completamente sin quitar detalle fino de la imagen ni nitidez, chapó Sony.
Por otro lado, el escalado del televisor sigue siendo es excepcionalmente bueno, con una nitidez especialmente increíble y un marcado efecto de profundidad 3D. A veces sorprende ver una imagen tan limpia y nítida en fuentes de tan mala calidad, como en los ejemplos que solemos usar para pasar los test de los televisores. La clave está en la intensidad, algo que además de ser regulable por el usuario, si no pasamos de 20 nunca vamos a observar -salvo contadas excepciones- una imagen demasiado procesada.
Tampoco podemos olvidarnos del MotionFlow, el sistema de movimiento de Sony. Aquí de nuevo Sony saca un sobresaliente, aunque como punto negativo podríamos ponerle que los saltos de fluidez son demasiado grandes: tenemos desactivado, 1, 2 y Máx. Nos gustaría tener unos controles algo más amplios, pero por lo demás, un motor de movimiento prácticamente perfecto.
Gaming: 4K a 120 Hz + XR = Win-Win
Para el apartado gaming si que tenemos una sorpresa agradable, bueno en realidad dos: esta gama 8 por fin es totalmente compatible con Dolby Vision Juego (aunque preferimos usar el modo HDR10 también para gaming por los mismos motivos que explicamos en el apartado de cine) y lo es a 4K y 120 Hz, además de incluir soporte para VRR y compatibilidad Freesync y G-Sync a través todo de sus 2 puertos HDMI 2.1 completos.
En el input lag tenemos una pequeña sorpresa y que es tiene más retraso que la del año pasado (al volver a incorporar los co-procesadores de imagen), concretamente 16,3 ms ms a 60 Hz y unos 8.7 ms en señales 120 Hz, contando así con más lag que la competencia coreana…pero lo positivo es que podemos activar las mejoras del procesador de imagen, como el Gradación Suave o la recreación realista sin añadir más retraso al juego:
Eso si, sigue pecando de los mismos puntos débiles que el año anterior: solo tiene dos puertos HDMI 2.1 en lugar de los 4 que debería llevar ya hoy en día un televisor de gama alta y que el ASBL es más agresivo de lo normal. Este mecanismo de protección, al detectar un logo, va bajando gradualmente la luz OLED hasta niveles mínimos sin que el usuario pueda hacer nada para evitarlo. Y justamente de logos estáticos están lleno los videojuegos.
Conclusiones
Como conclusiones…pues, en corto y al pie: es un televisor que es una oda al cine. Si tu uso primordial va a ser el cine a la máxima calidad posible, este es tu televisor. Colores y balance (tras la calibración), curva EOTF perfecta, detalle en sombra perfecto, mapeo de tonos perfecto, procesamiento y movimiento perfectos y 1500 nits de brillo en HDR con 300 nits a pantalla completa y un modo Dolby Vision Perfecto. El televisor ideal para cine.
Otras mejoras las vemos en el uso cada vez más perfecto de Google TV, un mando a distancia muy versátil y bien implementado, un sonido integrado de alta calidad para ser un televisor, alta calidad constructiva, buen diseño y buen manejo de los reflejos, por ejemplo.
Ahora bien, si vuestro uso va a ser mixto o con uso primordial de videojuegos, hay otras opciones de la competencia que ofrecen 4 puertos HDMI 2.1 en lugar de solo 2, menos input lag, compatibilidad con 144 y 165 Hz y otras mejoras para gamers. Aún así, la Bravia 8 II es también un excelente televisor para jugadores.
En definitiva, nos encontramos ante uno de los 3 mejores televisores para cine del 2025 y un televisor espectacular para un uso mixto. En fin, televisor totalmente recomendable desde AVPasión y se convierte en nuestro televisor favorito para ver el séptimo arte en todo su esplendor.