El otro día os traíamos en exclusiva un tutorial de calibración con Dirac Live de la mano del impresionante NAD T758 v3, pero…¿por donde empiezo con mi sistema multicanal para mi salón? ¿torres o estantería? ¿subwoofer o no? ¿cómo puedo saber qué altavoces son mejores que otros? Pues bienvenidos a nuestra guía práctica de acústica; no solo aprenderemos juntos a seleccionar los mejores altavoces -sin mencionar marcas, solo teoría pura y dura- para nuestra sala, si no que también aprenderemos a analizar gráficas, entender que son los números, la distorsión, diseños acústicos…¿te apuntas?
Respuesta en frecuencia: la base de todo buen sistema de sonido
Lo primero de todo y más importante sería que, a la hora de elegir un buen altavoz, tengamos muy presente la respuesta en frecuencia. ¿Qué quiere decir esto? que el altavoz emita todo el rango frecuencial que el oído humano puede oír (de 20 Hz de los graves, pasando por los 1000 Hz de los medios hasta los 20000 Hz de los agudos) de forma compensada y «plana»: que no emita más grave que agudos por ejemplo. En la gráfica superior podéis ver una respuesta en frecuencia muy compensada, con un ligero realce de 3-4 dB en la zona de graves y una caída progresiva de casi un 1 dB por octava hasta los 20000 Hz.
Según numerosas pruebas y estudios a doble ciego, el «target» preferido es precisamente el de la fotografía de arriba, que se conoce como la «Curva Harman para altavoces», esto es que no sea completamente plana sino que tenga un pequeño exceso de graves y vaya cayendo poco a poco unos pocos dB en la zona de agudos. ¿Podemos, por tanto, ecualizar con esa curva? si, si tenemos Dirac Live podremos hacerlo sin problemas siguiendo nuestro tutorial de calibración con Dirac Live, si no en unos días os traeremos uno similar para Audyssey.
El quid de la cuestión es, por tanto, comprar unos altavoces -de estantería o torres de suelo- que sean lo más planos posibles, ya que si la base es completamente «neutra» luego podremos darle nosotros forma a la curva que más nos guste (la Harman u otra similar), en cambio si el diseño acústico del altavoz ya tiene una curva per se….será muy complicado modificarla. En resumen: debemos buscar -y para ello deberemos bucear en internet buscando mediciones de respuesta en frecuencia- altavoces con un diseño de respuesta en frecuencia lo más planos posibles.
Altavoces de estantería vs torres de suelo: ¿cuánto «volumen» necesitamos?
Otro de los grandes males a la hora de elegir un buen altavoz es…¿torre o de estantería? el problema no es tanto acústico -que puede serlo- si no que depende de varios factores:
- Estético: si no tenemos una sala dedicada, poner torres o altavoces de suelo puede ocupar mucho espacio visual.
- Acústico: si vamos a usar un subwoofer no será tan importante elegir torres (ya que del grave se ocupará el subwoofer).
- Económico: las torres suelen ser más caras que su equivalente en estantería.
- Sonoro: si tenemos un subwoofer, la mayor diferencia entre altavoces de estantería y torres será que éstas últimas aguantarán más SPL («volumen») sin distorsionar, así que dependerá de si nos gusta escuchar las cosas muy altas y/o de los m2 de nuestra sala o salón.
En nuestra opinión una torre con un buen diseño acústico, aunque se corte con un subwoofer, siempre es una apuesta más segura que elegir altavoces de estantería ya que por ejemplo para música podemos prescindir de éste, además de que soportan mayor SPL a menor distorsión audible. En definitiva, son más manejables para hacer con ellos lo que queramos, aunque también hay que tener en cuenta que están más orientados a ser ecualizados, ya que al disponer de más graves podríamos tener una bola de graves si no los ecualizamos, cosa que quizá con los altavoces de estantía no ocurriría.
El debate de la distorsión: clave para los diálogos
Dispersión de un altavoz: el muro de sonido
Llegamos ya al cuarto punto de máxima importancia acústica en un buen diseño de altavoz: la dispersión, o cuanto abarca el sonido que emite el cono de un altavoz. Este concepto es muy sencillo (aunque lo analizamos en mayor profundidad en nuestro vídeo de Youtube que tenéis en la cabecera de este artículo). Para comprenderlo bien, imaginad que estáis de noche ante un coche con las luces puestas…¿veis -imaginariamente- como la luz forma un cono de dispersión desde el faro en forma de triángulo? pues con el sonido pasa exactamente lo mismo.
Unos altavoces bien diseñados suelen tener una muy buena dispersión -especialmente en el eje horizontal, pues es el dato más importante al tener nosotros las orejas en el mismo plano y soler movernos sobre éste-, cubriendo así todo el punto de escucha. Si la dispersión es muy alta, se producirá lo que THX (y así certifica ese tipo de altavoces) como «wall of sound«, una especie de muro de sonido que queda muy espectacular para cine, al producir una sensación muy similar y no poder localizar los altavoces -si los elementos-, aunque justo para Hifi y música ocurre todo lo contrario (se busca más precisión).
Lo mismo ocurrirá con el altavoz central, aunque con este también cobra especial importancia la cancelación de fase por lo que recomendamos que optéis por diseños de tres vías. Nuevamente, no nos queda más remedio que acudir a internet a consultar las mediciones de dispersión de los altavoces que más nos gusten.
Respuesta en eje y fuera de eje: importante para salas grandes
Ya os hemos hablado de casi todo lo más importante en un diseño acústico de un buen altavoz…salvo uno, la respuesta en eje y fuera de éste. La respuesta en eje sería la respuesta en frecuencia que tenéis explicada en el primer punto, pero…¿que ocurre a medida que nos vamos poniendo de lado de un altavoz? ¿y si nos escoramos tanto que nos ponemos casi en su lateral? pues lógicamente la respuesta en frecuencia cambia y eso es lo que mide la respuesta fuera de eje.
Extra: la sala, esa gran desconocida
Y para acabar, llegamos a un punto extra: la sala. Esa gran asesina de equipos y altavoces. Pero si, la sala es en mayor medida lo que «escuchamos» cuando colocamos nuestro nuevo y flamante equipo. Los modos de la sala, las cancelaciones, la reverberación, reflexiones…todo tiene muchísima más importancia que los altavoces o el AVR elegido. Si éstos están en una sala bien tratada, sonarán de maravilla…pero si los ponemos en un salón sin ninguna decoración sonarán muy pasados de graves, chillones, fofos, sin vida, etc., dependiendo de cada sala.
Como no podía ser de otra manera, hemos analizado tres aspectos relacionados con la sala en nuestro vídeo de Youtube: Waterfall (respuesta en frecuencia más el tiempo que tarda cada frecuencia en desaparecer de nuestra sala), respuesta impulsiva (para ver la fase y las reflexiones) y reverberación (EDT/RT30, para ver qué ondas y en qué frecuencias tardan más en desaparecer en nuestra sala). Lo hemos incluido como extra ya que no tienen relación con los altavoces en si: hasta el mejor de éstos puede sonar fatal en una sala sin tratar.
Y ahora ya si, con estos sencillos pasos, esperamos haber podido aclarar algunos de los puntos más complicados de entender en los sistemas de cine en casa y Hi-Fi, aspectos científicos que no dependen de la marca o componentes usados, si no de las físicas y las matemáticas. Recordad bucear bien en internet buscando esos 5 puntos básicos para no equivocaros en vuestra próxima compra, os aseguro que acertaréis de pleno.